La cueva de las Manos: descubre este tesoro arqueológico

La cueva de las Manos es una joya prehistórica que se oculta en el interior de la más remota y salvaje Patagonia argentina.
La cueva de las Manos: descubre este tesoro arqueológico
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 26 mayo, 2019

La cueva de las Manos, en Argentina, esconde unas maravillosas pinturas rupestres prehistóricas. Son, ni más ni menos, que la manifestación artística más antigua de Sudamérica. Es un tesoro ubicado en las recónditas tierras de la Patagonia y cuya visita es capaz de satisfacer las ansias de aventura de los viajeros más experimentados.

Cómo llegar a la cueva de las Manos

Cañadón de río Pinturas
Cañadón del río Pinturas

Llegar hasta la cueva de las Manos, ya de por sí, es un viaje inolvidable por unos paisajes tan sugestivos como salvajes. De hecho, hay que recorrer parte de la Ruta Nacional 40, que durante 5000 kilómetros vertebra de norte a sur el territorio de Argentina. Sin duda, una de las carreteras más espectaculares por las que se puede transitar en este planeta.

Pues bien, en esa inmensa vía hay que llegar hasta el cruce con la Ruta Provincial 43. Allí se indicará la pequeña población Bajo Caracoles. Este núcleo habitado de la provincia de Santa Cruz es el más cercano a la cueva de las Manos.

Y desde Bajo Caracoles hay que buscar las indicaciones que nos lleven hasta el Cañadón del Río Pinturas. Es en sus elevaciones donde se encuentra esta joya del patrimonio histórico argentino y latinomericano.

El descubrimiento de la cueva de las Manos

Detalle de la cueva de las Manos
Detalle de las manos

Hoy, este paraje agreste y remoto está perfectamente localizado en los mapas, e incluso georreferenciado, por lo que no es difícil llegar. Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo en el que esta zona de la Patagonia, vecina los Andes, era un territorio inexplorado. Hasta aquí solo llegaban las más intrépidas expediciones científicas.

Fue en una de ellas, en el último cuarto del siglo XIX, cuando salió a la luz la cueva de las Manos. El descubrimiento lo hizo una expedición comandada por Franciso Pascasio Moreno. Un nombre que quizás no os diga nada, pero se trata del famoso Perito Moreno, el mismo que da nombre al impresionante glaciar que también está en la provincia argentina de Santa Cruz.

¿Por qué cueva de las Manos?

Al visitar la cueva de las Manos, inmediatamente se comprende su nombre. En estas paredes hay pintadas más de 800 manos. Casi todas en negativo y casi todas izquierdas. Eso se debe al método empleado para pintarlas.

La pintura, hecha con materiales vegetales y minerales, se ponía en una caña o en el hueco de los huesos de animales. Y con ese instrumento se soplaba sobre la mano apoyada en la pared. Así quedaba todo su contorno coloreado por esa pintura, casi siempre aglutinada con grasa e incluso con sangre animal.

Mucho más que manos

Animales en la cueva de las Manos
Representaciones humanas y de animales

Está claro que las manos son el elemento principal de este gran conjunto rupestre. Pero hay más. Lo cierto es que los investigadores distinguen tres fases de realización en todo este repertorio pictórico de la Prehistoria americana.

Con una edad que se data en torno a los años 9500 y 9000 a. C., las pinturas más antiguas representan grupos de animales en escenas de caza. En ellas aparece la presa favorita de la zona: los guanacos, que se solían cazar a lazo.

Luego está el grupo mayoritario, que es el de las manos en negativo en distintos colores como el ocre, el rojo o el amarillo. Son pinturas datadas entre el 7000 y el 3000 a. C. También entre ellas se pueden distinguir algunos animales pintados de forma individual, como ñandús o felinos.

Por último, las pinturas más ‘modernas’ datarían del tercer milenio a. C. En ellas aparecen figuras humanas, pero es todo mucho más abstracto, con formas geométricas y espirales. Así, se puede apreciar una evolución estilística de lo más figurativo a la abstracción, muy similar a la que se aprecia en otros grandes conjuntos rupestres del mundo.

Un tesoro de la Patagonia

Cueva de las Manos
Cueva de las Manos

En definitiva, la cueva de las Manos es una de las grandes maravillas que ocultan los salvajes paisajes de la Patagonia. No es extraño que por su belleza y por su valor el lugar esté declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Se trata de un sitio que nos muestra que el poblamiento de Sudamérica es mucho más antiguo de lo que muchos pensaban. Es más, seguramente todavía puede proporcionarnos más testimonios todavía sin descubrir.