El lago Constanza, un tesoro compartido por tres países
En medio de los impresionantes paisajes que regalan los Alpes encontramos el lago Constanza. Rodeado por Alemania, Austria y Suiza, este precioso lago de tranquilas aguas, alberga islas, bellísimos paisajes y unas orillas donde encontramos ciudades preciosas y cosmopolitas. Vamos a experimentar la belleza de Europa Central navegando por el lago Constanza. ¿Nos acompañas?
El lago Constanza, sublime belleza compartida por tres países
El lago Constanza, en alemán Bodensee, es un lago de 536 km² que se encuentra rodeado por tres países de Europa Central: Alemania, Suiza y Austria. Este lago ofrece bellos y agradables paisajes donde se contemplan preciosos jardines, castillos, viñedos y veleros diseminados por la gran masa lacustre.
Su gran tamaño le ha hecho merecedor de ser llamado mar Suabo. El Rhin es su mayor afluente, pero también hay multitud de otros ríos y arroyos que lo alimentan. Diariamente sus aguas son surcadas por embarcaciones y ferrys de todo tipo, que ya llegan a ser medio de transporte entre las ciudades que se encuentran a orillas del lago.
Continuando sus orillas, podemos encontrar ciudades de tal belleza que hoy son atractivos turísticos. Estas localidades cuentan con bellos cascos históricos, estrechas callejuelas y atractivas placitas de aires medievales y barrocos.
Otras formas de recorrer el lago Constanza es rodeándolo por la carretera o realizando la ruta en bicicleta, que lleva unos 5 días pero que en realidad vale mucho la pena, por la gran cantidad de bellos paisajes que se pueden observar.
Qué ver en el lago Constanza
1. Bregenz
Bregenz es una de las localidades que se encuentra en las orillas del lago Constanza, en lo que es Austria. Tiene unos 2.000 años de antigüedad, que se evidencian en su centro medieval, donde su mayor referente es la torre Martinsturm.
Su arquitectura tradicional convive con una más moderna y vanguardista y su ubicación en el lago Constanza le regala una vasta naturaleza. Además de todas las actividades propias, como paseos en lago, senderismo por las orillas, rutas de bicicleta y unas vistas panorámicas que se te quedarán en la mente para siempre.
2. Lindau
Esta es una ciudad alemana construida en buena parte sobre una isla en del lago. Se encuentra unida a tierra firme por dos puentes y cuenta con calles medievales que han sabido preservar todo su encanto, además de su emblemática entrada al puerto, con el monumento del león bávaro y el faro al otro lado.
Sus calles medievales albergan edificios que datan de los siglos XVI y XVII y atraviesan el casco antiguo de oeste a este. Imperdible es visitar la plaza Bismarckplatz, donde se encuentra el antiguo ayuntamiento, de estilo gótico.
Tampoco puedes perderte la Plaza del Mercado y la iglesia St. Stephan, del siglo XVIII. Lindau es punto de partida para un recorrido que se realiza en barco por el lago, dura dos horas y media y llega hasta la ciudad de Constanza.
3. Meersburg
El pueblo alemán de Meersburg es una localidad romántica y encantadora de carácter medieval. Cuenta con edificios históricos por doquier e interminables callejones y está salpicado por verdes praderas y laderas suaves cubiertas de viñas que rodean el lago Constanza.
“Viajar hace a uno modesto. Ves el lugar pequeño que ocupas en el mundo.”
– Gustave Flaubert –
4. Mainau, la isla de las flores
En el término territorial alemán, nos encontramos con Mainau, una de las islas que se encuentran en el lago Constanza. Esta isla cuenta con un clima excepcional gracias a la protección de los Alpes. Alberga un jardín botánico de 45 hectáreas con una gran cantidad y variedad de flores y plantas. Son 20.000 dalias de 240 especies distintas y 1.200 especies de rosa, entre otras especies de árboles y plantas.
Todas ellas dibujan caminos, escalinatas y fuentes, que se complementan con las esculturas y unos pocos edificios, como el castillo, un restaurante y una iglesia barroca. La mejor época para visitar a Mainau es en primavera, cuando todas las especies alcanzan su máximo esplendor y color.
5. Reichenau, la isla del monasterio
La isla Reichenau se encuentra en el sur de Alemania, en la franja occidental del lago Constanza. Fue declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, gracias a su gran patrimonio cultural de carácter religioso.
Además de contar con un gran monasterio benedictino, tiene tres iglesias románicas de interés y el museo de Reichenau, con manuscritos del monasterio e importantes muestras religiosas. También, la isla ofrece numerosas oportunidades para los amantes de los deportes acuáticos.