La Sirenita de Copenhague: historia de un icono nacional

Es el gran icono de Copenhague y de Dinamarca. Una pequeña estatua que representa a la protagonista de un inolvidable cuento infantil.
La Sirenita de Copenhague: historia de un icono nacional

Escrito por Virginia

Última actualización: 06 octubre, 2018

La Sirenita de Copenhague es, sin duda, el símbolo más característico de Dinamarca. Es el monumento más visitado y el más fotografiado, y despierta todo tipo de emociones en los turistas que la visitan. Unos se enamoran de ella, mientras que otros se decepcionan por su apariencia. Más tarde te contaremos por qué.

Ahora, queremos contarte el origen de su construcción, así como su historia, llena de misterios y magia. ¿Quieres quedarte con nosotros a conocer ambas?

La Sirenita de Copenhague y su historia

La sirenita de Copenhague
La Sirenita

Hans Christian Andersen , un famoso escritor danés, fue el autor del relato de La Sirenita. Un cuento que tuvo un éxito tremendo y que muchos años después de su publicación Disney quiso plasmar en una inolvidable película.

A principios del siglo XX y como homenaje al autor y también a la obra, el fundador de la empresa de cerveza Carlsberg, Carl Jacobson, tuvo la idea de encargar esta preciosa estatua. Luego la donaría a la ciudad de Copenhague. Desde 1913 adorna la bahía del puerto de la capital danesa.

El artista escogido para esculpirla fue Edvard Eriksen. Él eligió a Ellen Price como modelo para plasmar la belleza de la “mujer-pez”. La elección no fue casualidad, ya que Price había representado con éxito el ballet basado en la historia de la Sirenita.

No obstante, la famosa bailarina del Teatro Real Danés no accedió a la petición de posar desnuda para el escultor, por lo que este tuvo una ocurrencia, cuanto poco, peculiar. Representaría el rostro de la actriz, mientras que utilizaría a su esposa como modelo para el cuerpo.

“La vida en sí es el más maravilloso cuento de hadas.”

-Hans Christian Andersen-

Un bello homenaje

La Sirenita de Copenhague
Ubicación de La Sirenita – Mark Hughes / Flickr.com

La idea por la que se hizo esta estatua, además de ser un homenaje, fue la de plasmar el espíritu de la gente de Dinamarca, quienes tienen fama de ser solitarios y melancólicos. Y así es justamente como se presenta la Sirenita. Sentada en una roca, apoyada sobre una mano, con la mirada perdida… ¿Qué o a quién espera?

Tal como la sirena del cuento, esta escultura parece esperar a su amado. Piensa en su mala suerte de ser más pez que persona y sueña con tener piernas para poder estar con él. Su amor no entiende del tiempo, tal como se muestra en la figura, pertificada sin perder la esperanza de que su hombre aparezca a un lado.

Secretos de la Sirenita de Copenhague

Rostro de la Sirenita
Rostro de la Sirenita – lachrimae72 / Flikr.com

La Sirenita de Copenhague se ha convertido en un símbolo, adorada por los daneses, admirada por los turistas. ¿Qué más esconde esta peculiar estatua? Vamos a contarte algunos datos curiosos sobre ella.

Decepciona a algunos

Como dijimos al principio, no todos son los que se quedan embelesados por ella. Su belleza es innegable, pero su tamaño, poco más de un metro, no parece agradar a muchos, que llegan con la idea de que tiene el tamaño real de una persona.

Lo cierto es que con el mar Báltico de fondo, aún parece más pequeña. Por eso, más que en su tamaño hay que fijarse en sus rasgos y en esa belleza serena que la caracteriza.

No está sola

Han, compañero de La Sirenita
Han – tommpouce / Flickr.com

No, a pesar de su mirada melancólica, la Sirenita no está sola. Tiene pareja, aunque no podamos verla a su lado. Ese “novio” está en la ciudad de Elsinore, a escasos kilómetros de Copenhague.

La obra, una versión masculina de la Sirenita, se realizó en el año 2012. Su nombre es Han, que significa “Él”. ¿Quién sabe si algún día ambos podrán encontrarse y vivir su amor?

Una estatua viajera

Durante un tiempo esta figura abandonó el que había sido su hogar durante un siglo. Lo hizo para viajar a la Expo de Shangái del año 2010. Allí sería la estrella del pabellón de Dinamarca como el icono más representativo del país.

No se ha librado de los actos vandálicos

También esta bella estatua ha sufrido el vandalismo. Ha sido decapitada en varias ocasiones, la han arrancado un brazo, la han pintado en más de una ocasión y hasta consiguieron arrancarla de la roca y tirarla al mar. Afortunadamente, se conservan los moldes originales y siempre ha podido ser restaurada.

Sea pequeña o grande, de un material o de otro, lo que hace especial a esta estatua es la magia y el misterio que la rodean, tal como el que tenían las sirenas que hipnotizaban a los marineros con sus cantos. ¿Ya te mueres de ganas por conocer la Sirenita de Copenhague?