Seguimos la ruta de Washington Irving por Andalucía
El escritor romántico y diplomático norteamericano Washington Irving, empezó un recorrido una radiante mañana de 1829. A lomos de caballo anduvo desde Sevilla hasta Granada, unos 250 kilómetros donde se topó con pueblos andaluces, planicies, escarpadas montañas, ríos y lagunas. Irving se quedó fascinado con lo que descubrió y todo ese sentimiento lo plasmó en los Cuentos de la Alhambra. Actualmente, esta ruta es un patrimonio turístico-cultural y ha sido declarada Itinerario Cultural Europeo. Acompáñanos por lo más destacado de la ruta de Washington Irving.
Washington Irving y su fascinación por los paisajes andaluces
El escritor se decantó por conocer de primera mano el encanto, riqueza y exotismo de la civilización hispano-musulmana de la época. No solo admiró los lugares que iba descubriendo en su andar, sino que convivió con los lugareños, conoció sus costumbres, sus leyendas y escuchó sus historias, mientras tomaba nota de todo lo que iba conociendo.
La ruta de Washington Irving
Washington Irving dejó en su camino un legado que ha sido seguido por generaciones. Su viaje fue descrito de forma tan hermosa, que muchos han decidido llevar a cabo esta espectacular ruta. La ruta emula su recorrido entre dos grandes capitales de Andalucía: Sevilla y Granada. Es de fácil recorrido y todo el camino está señalizado. El objetivo es redescubrir los lugares visitados por Irving y maravillarse igual que él lo hizo. Estos son los lugares más destacados de la ruta de Washington Irving.
1. Carmona, Écija y Osuna
La ruta de Washington Irving comienza en Sevilla y pasa por Alcalá de Guadaíra, la sierra de los Alcores y su capital romana, Carmona. Esto constituye gran parte de la campiña sevillana.
Carmona es una villa señorial que fue declarada conjunto histórico en 1963. Desde aquí se pueden disfrutar de las vistas del valle del Guadalquivir y de los olivares en las terrazas fluviales de los Alcores. En ella destacan los alcázares,a sí como el museo y la necrópolis romana.
De allí en adelante van apareciendo hermosos pueblos como Écija y Osuna, dos poblaciones cuya antigüedad es anterior a la época romana. Luego está el oasis de Aguadulce, y desde aquí en adelante se encuentra un terreno más escarpado que lleva hasta Estepa, otra de las poblaciones prehistóricas de la zona.
Posteriormente, siguiendo el borde del cerro del Guichón, se llega a La Roda de Andalucía, donde se encuentran las conocidas imágenes de Cristo Nazareno y Virgen de la Esperanza, cuya hermandad data de 1654.
Como podemos, ver esta primera parte del recorrido tiene una gran riqueza monumental además de hermosos paisajes. La mayoría de los lugares son conjuntos monumentales increíbles que tienen una fuerte herencia árabe.
2. Preciosos pueblos entre valles y colinas
La ruta continúa en Humilladero, ubicado en un valle de la sierra de Antequera. Aquí se encuentran por doquier pequeños pueblos y tierras de trigales, viñas y olivos. Al llegar a Antequera es recomendable una visita al Torcal, para admirar lo que la erosión y el paso del han hecho en las piedras y rocas de caliza.
Al llegar a Archidona se encuentra un área de servicio habilitada para autocaravanas. Allí se recorren los angostos desfiladeros de Loja, y después se encuentra Huétor Tájar, otra población de origen prehistórico. La ruta continua por el valle del río Genil y de allí hacia Montefrío y de vuelta a Fuente Vaqueros, lugar de nacimiento de Federico García Lorca. No puedes dejar de visitar la casa natal del poeta.
“Casi todos se figuran en su imaginación a España como una región meridional preciosa, con los suaves encantos de la voluptuosa Italia; pero es, por el contrario, en su mayor parte -si bien se exceptúan algunas de sus provincias marítimas-, un país áspero y melancólico, de escarpadas montañas y extensísimas llanuras desprovistas de árboles, de indescriptible aislamiento y aridez, que participan del salvaje y solitario carácter de África.”
-Fragamento de Cuentos de la Alhambra, de Washington Irving-
3. Finalmente, la Alhambra
Cuando se llega a Granada, la capital nazarí llena todas las expectativas del viajero. Lo mejor es recorrerla paso a paso. Una de las opciones es explorar la ciudad en transporte público o en bicicleta.
Lugares como las cuevas del Sacromonte y el barrio del Albaicín son parte de la identidad de la ciudad. Pero nada como la Alhambra, admirarla es un grandiosa recompensa al finalizar la ruta.
No te olvides de disfrutar la espléndida gastronomía de la zona en los mesones y restaurantes que se encuentran a lo largo del camino. Podrás degustar desde el bienmesabe de Antequera hasta los famosos polvorones y mantecados de Estepa. Además, probar platos como la perdiz en escabeche o el guiso de espárragos trigueros te harán enamorarte más de esta fantástica ruta, legado de Washington Irving.