La Plaza de España de Barcelona, un rincón para admirar
La Plaza de España de Barcelona es uno de los lugares más importantes y emblemáticos de esta ciudad. Si visitas la capital catalana este es uno de esos lugares imprescindibles por conocer. Descubre junto a nosotros un poco más sobre la historia y arquitectura de uno de los rincones más concurridos de la Ciudad Condal. ¿Nos vamos?
La imponente Plaza de España de Barcelona
La Plaza de España es, sin lugar a dudas, uno de los lugares más destacados de Barcelona. Es una de las plazas más grandes del país y, también, una de las más bonitas. Hay quien cree que la Plaza de Cataluña de Barcelona es la más grande de la región; sin embargo no es así, se encuentra por detrás de la Plaza España, que tiene unas dimensiones de 34.000 metros cuadrados.
Esta importante plaza se ha convertido en uno de los puntos de más afluencia en cuanto a tránsito se refiere. En este sentido, en la misma confluyen la Gran Vía de las Cortes Catalanas, la calle Tarragona, la avenida del Paralelo, la calle Creu Coberta y, por último pero no menos importante, la avenida de la Reina María Cristina.
Desde esta última avenida se llega a una de las zonas más turísticas de Barcelona: el Montjuïc. Un espacio maravilloso donde se encuentra el Museo Nacional de Arte de Cataluña,el Anillo Olímpico, el Jardín Botánico, el castillo o la Fundación Joan Miró.
“Barcelona es una ciudad extraña, porque cuanto más feo el tiempo, más hermosa la ciudad. Y el más feo de los edificios, es el más coherente de la ciudad.”
– Rem Koolhaas –
Qué ver en la Plaza de España
Alrededor de la plaza se encuentran importantes e imponentes edificaciones que vale la pena conocer. La primera de ellas es el Centro Comercial Las Arenas, que ocupa la antigua plaza de toros, diseñada en estilo neomudéjar. Tal vez no te apetezca comprar, pero puedes subir a su mirador para contemplar una vista fantástica de la plaza desde las alturas.
Seguramente es lo que más llama la atención de la plaza: dos esbeltas y elegantes torres que sirven de guía hacia Montjuïc. Las Torres Venecianas se construyeron en 1929 imitando el campanile de la basílica de San Marcos de Venecia.
Y hay que fijarse en dos fuentes. La del centro de la plaza es una alegoría de España, diseñada por Josep Maria Jujol. Subiendo hacia la montaña de Montjuïc, se encuentra la Fuente Mágica, que ofrece un maravilloso espectáculo de luces al compás dela música.
La historia de la Plaza de España de Barcelona
La Plaza de España se construyó con motivo de la Exposición Internacional del año 1929. Una exposición que se desarrolló sobre más de 118 hectáreas de terreno y en la que participaron numerosos países, así como expositores privados provenientes de Estados Unidos y Japón. Esta exposición supuso un gran avance a nivel urbanístico para la ciudad de Barcelona.
Pese a que la Plaza de España de Barcelona se construyó durante esta importante exposición, ya había sido proyectada años antes, por el famoso ingeniero y urbanista Ildefonso Cerdá. El objetivo era establecer una mejor comunicación entre Barcelona y el Bajo Llobregat.
Finalmente, después de un primer proyecto, se diseño un monumental conjunto en forma circular en torno a un hemiciclo formado por una columnata. El estilo predominantemente barroco de la plaza está fuertemente influenciado por la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Cómo llegar
El acceso a la Plaza de España de Barcelona es muy sencillo, puesto que diversos medios de transporte llegan a ella. El primero y más importante es el metro, que pasa justamente por debajo de la plaza. También, muy cerca se encuentra una estación de Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña. Y en superficie siempre hay disposición de transporte. Los buses nunca faltan y los taxis tampoco.
La Plaza de España es uno de los rincones más importantes de la fantástica ciudad de Barcelona. Se trata de una parada casi obligada para quienes visitan la capital catalana. Y es que más allá de su importancia histórica, se trata de uno de los lugares más hermosos y emblemáticos que, definitivamente, no puedes dejar de conocer.