La isla de Aruba, descubre la isla feliz en el Caribe
A la isla de Aruba se la conoce como la isla feliz. Según una encuesta realizada entre sus habitantes, todos experimentan un sentimiento de felicidad al menos una vez al día. No es para menos, si se tiene en cuenta que es un verdadero paraíso caribeño, absolutamente precioso y condimentado con la alegría de sus habitantes.
Aruba: una auténtica privilegiada
Esta isla es uno de los pocos lugares del Caribe en los que el riesgo de huracanes es prácticamente inexistente. Además, su posición privilegiada garantiza días llenos de sol durante casi todo el año. Las lluvias son escasas y la temperatura es ideal.
Esto, unido a la calidez de su gente, hacen del lugar uno de los grandes centros vacacionales del mundo. De hecho, la isla de Aruba es el destino perfecto para unas vacaciones de playa. No tiene grandes aglomeraciones, ni problemas de tránsito o de inseguridad.
Aruba es ideal para todo tipo de planes, desde familiares, hasta románticos. Es un destino también privilegiado para los amantes de los deportes náuticos.
La isla de Aruba es multicultural
Uno de los grandes atractivos de Aruba es su multiculturalidad. Allí cohabitan el espíritu español, británico y holandés, mezclado con el sabor local. Esto se aprecia tanto en los idiomas que se hablan como en la arquitectura y en los sitios de interés.
La impronta más evidente es la holandesa. El país perteneció durante mucho tiempo a los Países Bajos. Desde hace unos 30 años ostenta un estatus autónomo, pero la huella de los holandeses quedó marcada en la isla feliz para siempre.
Aunque la lengua oficial es el holandés , la mayoría de los habitantes habla el papiamento, un idioma que comparte con varias islas del Caribe. Muchos de sus habitantes también hablan español y/o inglés. Por ello, prácticamente ningún viajero tiene problemas para entenderse.
Algunas de las mejores playas del mundo
Lo más emblemático de esta particular isla caribeña son sus playas de ensueño. Hay especialmente dos que se han hecho famosas en todo el mundo.
En primer lugar, hay que mencionar Palm Beach Aruba, la más conocida. Es una de las playas más largas de Aruba y en sus orillas se alinean los hoteles más lujosos de la isla. Está llena de casinos y lugares exclusivos.
La otra playa ultraconocida es Eagle Beach, una de las más bellas de la isla. Para muchos es un verdadero santuario, alejado del mundanal ruido y enmarcado en una geografía preciosa. Mide poco más de un kilómetro y es allí donde está la arena más fina y blanca de Aruba.
Otras playas no son tan famosas, pero sí conservan esa belleza caribeña que encanta a todos. Una es Arashi Beach, una de las más tranquilas de la isla y ubicada cerca del famoso faro California. También está Boca Catalina Beach, que es ideal para practicar esnórquel, por su baja profundidad y la gran población de peces.
Otros datos de interés
Cualquier época del año es apta para visitar Aruba. La isla tiene al menos una festividad al mes y la temperatura promedio es de 28 grados.
Fácilmente se encuentran música y baile en las calles. El ambiente es constantemente agradable y desenfadado. Tiene temporadas lluviosas, pero son suaves y no alteran la rutina habitual del lugar.
La isla de Aruba no es propiamente un destino mochilero. En general, los precios tienden a ser altos, llegando a ser muy altos en la temporada de fin de año, especialmente.
Es un paraíso fiscal, frecuentado por celebridades y gente de dinero. Así que no es fácil encontrar alojamientos de bajo costo, ni atracciones para bolsillos estrechos. Lo mejor es ir con la tarjeta de crédito con saldo abultado.
La vida nocturna es absolutamente vibrante. Aruba está llena de casinos, bares y discotecas. Muchos quedan frente al mar y funcionan toda la noche. La isla también es ocnocida como “Las Vegas del Caribe”. No es gratuito. Alberga varios torneos internacionales de póker en sus sofisticados casinos.
También hay una extensa oferta de excursiones. Las más solicitadas son los veleros al atardecer. Recorren parte de la isla y se detienen para que los aficionados al esnórquel disfruten de la vida submarina. Las opciones gastronómicas son infinitas y las actividades de relajación como yoga, spa y otros están por todas partes.