La Antigua Grecia y el origen de la cultura occidental

El origen de la cultura occidental, tradicionalmente, se vincula a la Antigua Grecia. Sin embargo, hay algunas formas de pensamiento que quieren romper con esa idea.
La Antigua Grecia y el origen de la cultura occidental
David Díaz

Escrito y verificado por el historiador David Díaz.

Última actualización: 11 enero, 2020

Se podrían escribir páginas y páginas de los diferentes aspectos que hoy conocemos de la Antigua Grecia. Tradicionalmente, se ha considerado que esta civilización fue el origen de la cultura occidental. Sin embargo, existen teorías que señalan algo bien diferente.

En este artículo, queremos exponer algunas corrientes de pensamiento que rompen con esta idea helenocéntrica y eurocéntrica. Estas buscan separarse de la idea de que la cultura occidental, la cultura de la Europa moderna, es consecuencia directa de una cultura antigua de origen europeo, considerada centro de la civilización.

El pensamiento rupturista rechaza la visión de que la cultura occidental es genuina de la evolución lógica de la fusión entre el mundo helénico, romano y cristiano.

Defienden que la cultura occidental es más bien un invento ideológico del romanticismo alemán del siglo XVIII. Pero antes de adentrarnos en explorar estas tesis, veamos algunas características de la Antigua Grecia.

 La Antigua Grecia

Partenón de Atenas
Partenón de Atenas

Se denomina así al período histórico que abarcó, aproximadamente, desde el año 1200 a.C. hasta el 146 a.C. Esta fue una cultura que se situaba en el actual territorio continental de Grecia, junto a sus numerosas islas. Esta cultura se caracterizó, principalmente, por ser una civilización orientada al mar.

La accidentada geografía de Grecia dificultaba enormemente la actividad agrícola y las comunicaciones internas. Esto determinó su carácter marítimo, comercial y expansivo. Buscaban no solo de nuevos mercados, sino también nuevos territorios donde asentarse y forjar nuevas comunidades en forma de colonias.

Así, fueron expandiéndose por el Mediterráneo, formando colonias en territorios más favorables para las actividades agrícolas. Asia Menor, en la costa de la península de Anatolia, actual Turquía, fue una de las primeras zonas de expansión. Este carácter lo podemos ver reflejado en los poemas épicos atribuidos a Homero, La Ilíada y La Odisea.

Las características geográficas del territorio favorecieron que la organización política de la Antigua Grecia se caracterizase por un sistema formado por ciudades estado. Denominadas polis, estas se gobernaban independientemente.

La lengua y el sistema de creencias era lo que definían la identidad de los ciudadanos de estas polis como pertenecientes a miembros de la misma cultura.

Dos de las polis más conocidas son Esparta y Atenas. Esta última ha pasado a la historia como la ciudad de la democracia, a pesar de que el 75% de la población no tuviese derecho a la representación política. Solo los varones libres podían participar de la asamblea. Las mujeres, esclavos y extranjeros eran excluidos de este sistema.

La Antigua Grecia y la cultura occidental

Templo en Delfos
Templo de Delfos

Como indicábamos, la cultura de la Antigua Grecia se considera la base sobre la que se forjó lo que denominamos cultura occidental. Esta es la cultura de la Europa moderna que, a través del Imperialismo, se expandió por todo el globo imponiéndose como la única cultura ‘civilizada’.

De este modo, Europa y su cultura se posicionarían en el centro de la humanidad y las otras culturas serían periféricas. Esta centralidad se traducía en términos jerárquicos. La cultura moderna europea se posicionaba como la cultura ‘civilizada’ a la que el resto de culturas del mundo debían aspirar.

Así, era tarea del pueblo europeo difundir y, de forma ‘altruista’, ofrecer a los demás la posibilidad de acceder a ella. Esta idea fue la que legitimó el Imperialismo europeo moderno.

Argumentos que quieren romper con el helenocentrismo

Los argumentos que utilizan las corrientes de pensamiento para romper con el helenocentrismo son varios. Vamos a explicar de modo resumido los más importantes.

1. Antigua Grecia: el espacio helénico y europeo

Teatro de Epidauro
Teatro de Epidauro

No se puede confundir a la Europa moderna con la Grecia Antigua, ya que la cultura helénica estaba más vinculada a Asia y África. En estos lugares existían grandes civilizaciones reconocidas y admiradas por los propios griegos. Sin embargo, el espacio que ocupa la actual Europa se identificaba con lo ‘bárbaro’.

2. Lo occidental frente a lo oriental

Lo occidental estaba representado por el Imperio romano, que hablaba latín. Su frontera se ubicaba aproximadamente en lo que hoy en día son Croacia y Serbia. Justamente, era el mundo helénico al que se identificaba como oriental. Un mundo donde se hablaba griego con una extensión que llegaba hasta los bordes del Indo y el Egipto ptolomaico.

3. La apropiación de la figura de grandes filósofos

Estatua de Aristóteles
Aristóteles

Hay que recordar que Aristóteles se consideró un filósofo más de los árabes que de los cristianos. Sería estudiado como el gran metafísico y lógico de Bagdad mucho antes de que pasase por la Escuela de Traductores de Toledo y de allí llegase a París a fines del siglo XII. El mundo cristiano occidental lo conoció a través del mundo musulmán.

4. La cultura greco-romana y su posición periférica

Esa centralidad que se le otorga a la cultura clásica grecorromana no fue tal. Su lejanía con respecto a la región euroafroasiática mantenía a esta cultura occidental en la periferia de la historia. Quizás, lo más próximo a ello fueron los imperios helénicos, pero el helenismo no es Europa.

5. El renacimiento y la construcción de la cultura occidental

Con la caída de Constantinopla empezó una fusión novedosa. Lo occidental latino empezó a fusionarse con lo griego oriental frente al mundo turco. En este momento, obviando el origen helenístico-bizantino del mundo musulmán, se empezó a conformar una falsa ecuación. En ella, lo occidental era la suma de lo helenístico, lo romano y lo cristiano.

Esta formula, que pretende posicionar a la cultura greco-romana en el centro de la historia mundial, está plenamente aceptada y muy pocas veces cuestionada. Al igual que el hecho de que se trate de una cultura propiamente europea.

La Europa moderna sentó las bases de la cultura occidental en una idea de modernidad. Evitó mencionar que sus cimientos, la cultura greco romana, no desempeñaba un papel hegemónico en el mundo antiguo y se hallaba íntimamente vinculada al mundo asiático y africano.



  • Antigua Grecia (s.f.) En Wikipedia. Recuperado el 28 de mayo de 2019 de https://es.wikipedia.org/wiki/Antigua_Grecia
  • Occidente. (s.f.) En EcuRed. Recuperado el 18 de junio de 2019 de https://www.ecured.cu/Occidente
  • Dussel, E. (2000). Europa, modernidad y eurocentrismo. En: La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires: CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.