Kolómenskoye en Moscú, un museo al aire libre
Kolómenskoye es un lugar único, una gran hacienda real que fue residencia veraniega de los zares de Rusia . Ubicado en un paraje natural de excepcional belleza, es perfecto para desconectar y experimentar una jornada admirando la arquitectura tradicional rusa. Hoy nos vamos a recorrer este increíble museo al aire libre ¿Nos acompañas?
Kolómenskoye, un lugar único e increíble
El Parque de Kolómenskoye se sitúa en al sur de Moscú, en lo alto de las orillas del río Moscova. Es uno de los lugares habitados más antiguos en la zona moderna de la capital rusa. Históricamente, además, es un lugar muy importante pues era el sitio donde se guardaban, creaban y coleccionaban las cosas únicas del pueblo ruso.
Su primera mención se hace en 1339 en el testamento del Gran Príncipe de Moscú, Iván Danilovich Kalita, como residencia oficial de los príncipes y zares de Rusia. Más adelante, entre los siglos XVI-XVII, atendiendo los deseos de los zares de turno, se fue levantando un fantástico conjunto arquitectónico. Un conjunto que hoy tiene un gran valor artístico e histórico.
En Kolomenskoye pueden encontrarse iglesias, torres, aposentos y palacios de madera que representan importantes edificios de Rusia. Este museo de arquitectura tradicional de madera es una parte única de la “United Museum-Reserve” de Moscú.
Estos monumentos excepcionales de la arquitectura constructiva de madera, dan una idea de cómo eran las antiguas ciudades rusas, con sus fortificaciones y monasterios de madera.
Qué ver en Kolomenskoye
1. Puerta del Salvador
Al entrar por el norte lo primero que se encuentra es el pequeño Museo de Arquitectura de Madera y un Centro Etnográfico. Seguidamente se halla la Puerta del Salvador, que era la entrada trasera al patio real. Su nombre lo toma de un pequeño símbolo que se encuentra en uno de sus arcos.
“La arquitectura es un arte visual y los edificios hablan por sí mismos.”
-Julia Morgan-
2. Iglesia de Nuestra Señora de Kazan
Esta bella iglesia ortodoxa se encuentra a pocos metros de la Puerta del Salvador. Fue construida a mediados del siglo XVII y cuenta con cúpulas azules de estrellas doradas. Tiene gran importancia histórica, pues fue la capilla privada del palacio del zar Alexei Mikhailovich.
Su altar principal está dedicado a la patrona de Rusia, Nuestra Señora de Kazan, que también es el símbolo de la victoria y libertad en el país. Los altares de sus lados están dedicados a San Abercio de Hierápolis y a San Demetrio de Tesalónica.
3. Puerta Frontal
La siguiente parada es la Puerta Frontal, construida entre 1672 y 1673. Era la puerta principal de las dependencias del zar. Actualmente da acceso a un gran espacio verde que tiene como protagonista a la Iglesia de la Ascensión.
Está compuesta por Torre del Reloj, la Cancillería y la Cámara del Coronel. Esta zona era muy importante porque la Cancillería era el sitio desde donde se administraba el volost, la zona rural de Kolómenskoye. Mientras, en la Cámara del Coronel se encontraban los oficiales de la guardia del zar.
4. Iglesia de la Ascensión
Al cruzar la Puerta Frontal aparece delante la Iglesia de la Ascensión, también conocida como la Blanca Columna. Es la construcción más antigua de Kolomenskoye, pues data de 1532. Fue construida para conmemorar el nacimiento del futuro zar Iván el Terrible.
Esta obra maestra de la arquitectura rusa tiene un estilo bastante apartado de los clásicos modelos bizantinos, lo que significó una ruptura con la tradición arquitectónica del país. Fue ordenada por el gran príncipe de Moscú Vasily III y construida por el arquitecto italiano Pietro Annibale.
Tiene su base en forma de cruz con un cuerpo octogonal y una torre también octogonal que continúa en forma de tienda de campaña y finaliza en una pequeña cúpula. Junto a la iglesia se encuentran dos torres: la Torre de la Campana y la Torre del Agua. Esta iglesia es Patrimonio de la Humanidad desde 1994.
5. El Pabellón del Palacio
El Pabellón del Palacio se encuentra muy cerca de la Iglesia de la Ascensión, donde estaban antiguamente los palacios de Catalina II y Alexander I, de los que no quedan rastros. Fue construido en 1825 con un estilo neoclásico y cuenta con un león a cada lado de la puerta de entrada. Fue un proyecto del arquitecto de Tyurin y formaba parte del complejo del palacio de verano del emperador Alexander I.