Klaipeda, una hermosa ciudad portuaria de Lituania
Klaipeda es una acogedora ciudad portuaria, perfecta para ser visitada por los amantes de lo pintoresco. Está llena de armónicos edificios, nuevos y antiguos, y decorada con infinidad de esculturas. Toda la ciudad se rodeada de un verdor que se presta a excursiones salvajes y fantásticas. Muchas diversiones nos esperan en Klaipeda. ¿Nos acompañas?
Un poco de historia de Klaipeda
No siempre tuvo ese nombre, durante la mayor parte de su historia antigua, Klaipeda fue conocida como Memel. Esta pintoresca ciudad fue parte de Prusia y Alemania hasta 1923. Luego fue ocupada por Lituania y rebautizada como Klaipeda.
Durante varios siglos fue muy próspera, con una economía que se derivaba de la producción de cereales y madera. En 1945 fue invadida por el Ejército Rojo Soviético, que codiciaba su valor como puerto marítimo, convirtiéndola en el primer puerto del Báltico oriental.
Actualmente, Klaipeda pertenece de nuevo a Lituania, pero afortunadamente, mantiene su condición de ser el puerto más hermoso del Báltico. Además, está adornada con bellos edificios con entramado de madera, que fue uno de los elementos por los que destacó en el siglo XVIII.
“No hay viaje que no te cambie algo.”
– David Mitchell –
Qué no puedes perderte en Klaipeda
1. La Ciudad Antigua
Recorrer la Ciudad Antigua de Klaipeda es conocer los pintorescos edificios que son uno de sus símbolos. Representan un gran patrimonio arquitectónico con aires alemanes y escandinavos, y en un estilo único que no se encuentra en ninguna otra parte de Europa y que hace recordar los dibujos de cuentos de hadas.
Pueden verse castillos antiguos y casitas pequeñas con tejados rojos y rodeadas de flores. Sus calles fueron diseñadas geométricamente, con un ángulo de intersección siempre recto que te muestran sorpresas a cada paso.
2. Teatro Klaipeda y su plaza
Este es uno de los lugares más populares de Klaipeda. El teatro data del siglo XVIII y fue reconstruido en estilo neoclásico en el siglo XIX. Es uno de los iconos de la ciudad y lleva en su fachada el escudo de armas de Lituania. Célebre porque desde su balcón Hitler lanzó arengas a la multitud en 1939.
Por su parte, la Plaza del Teatro es sitio de encuentro entre los lituanos. Se encuentra dominada por una escultura que representa a Ana de Tarau, personaje protagonista de uno de los poemas de Simon Dach, natural de la ciudad lituana. Aunque esta estatua desapareció durante la Segunda Guerra Mundial, los locales decidieron reconstruirla y convertirla en uno de los símbolos clásicos de la ciudad.
3. Museo de Historia de Lituania Menor
Este museo exhibe todo sobre la historia de la región. Está emplazado en uno de los edificios más antiguos del casco viejo de la ciudad, por lo que resulta una visita de lo más interesante.
4. Parque de las Esculturas
El parque de las Esculturas es un lugar ideal para pasear y descubrir grandiosos monumentos. Este lugar era antiguamente un cementerio. Actualmente cuenta con más de 100 esculturas acompañadas de árboles de más de 100 años de edad.
No dejes de visitar la iglesia católica romana de María Reina de la Paz, que se encuentra en este parque. Tiene una torre desde donde se aprecian unas vistas fantásticas de la ciudad.
5. Museo de los Relojes
El Museo de los Relojes se encuentra en un edificio que data del siglo XIX, aunque el museo en sí abrió sus puertas en 1984. Aquí se exponen los primeros mecanismos que se usaron para calcular la hora en tiempo antiguos. Se pueden ver relojes de agua, de fuego, cronómetros de sol y relojes de arena.
6. Las esculturas del gato y el ratón
Klaipeda está inundada de esculturas muy curiosas. Una de ellas es la escultura del gato. Se encuentra en la Ciudad Antigua y se cuenta que si frotas su cola, tus deseos se cumplirán.
Otra interesante es la escultura del ratón, que se encuentra frente al Club Kurpiai, también en la Ciudad Antigua. Esta pequeña estatua aparentemente también cumple deseos. Solo hay que acercarse y susurrar lo que más quieres dentro de la boca del ratón.
7. La Escultura de la Torre
La Escultura de la Torre fue construida en bronce en el año 1990, sobre una casa que se quemó durante la Segunda Guerra Mundial. Esta escultura relata la vida de los habitantes de Klaipeda en diferentes épocas y está coronada por un dragón que representa el tiempo.
Klaipeda te espera con mucho para disfrutar. No te pierdas esta pintoresca ciudad y vive una fantástica escapada en el puerto más bello del Báltico.