4 islas japonesas con mucho encanto que no sabías que existían
Japón es un país increíble que tiene que ofrecer mucho más de lo que te imaginas. A continuación, te describiremos cuatro islas japonesas con mucho encanto. Islas que, sin embargo, no suelen aparecer en las listas de los turistas. ¿Te apetece descubrirlas con nosotros?
Miyajima, uno de los paisajes más bellos del país
El santuario de Itsukushima fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996. Lo especial de este santuario es que tanto el templo como la entrada a este están construidos en la costa, sobre el agua. Por lo tanto, cuando hay marea alta parece que flotan sobre las aguas que rodean la isla. Un paisaje impresionante que te dejará sin palabras.
Cuando la marea está baja, podemos acercarnos hasta la gran puerta de color rojo (color que, se cree, mantiene alejados a los malos espíritus) y admirarla de cerca. La isla se encuentra en la bahía de Hiroshima. Habrá que tener en cuenta las mareas en Itsukushima para poder planificar el viaje adecuadamente. Si te entra hambre, atrévete a probar la especialidad de Miyajima: las ostras.
Naoshima, la isla de las calabazas gigantes
Naoshima es una isla diminuta que se encuentra en el sur de Japón, a medio camino entre Hiroshima y Osaka. Cuenta con menos de 4000 habitantes que hasta hace unas dos décadas vivían de la pesca y de una refinería metalúrgica. Sin embargo, gracias al empeño de un empresario y coleccionista de arte japonés, la isla se ha convertido en un inmenso museo al aire libre.
Para los japoneses, Naoshima es conocida como la isla del arte y la arquitectura moderna. En ella se reúnen el estilo minimalista del aclamado arquitecto Tadao Ando y obras de artistas tan prestigiosos como Monet o Jason Pollock.
Muchas de las obras se encuentran en galerías subterráneas y otras en los muelles, la costa, en las montañas… En definitiva, te puedes encontrar una obra de arte en cualquier esquina. Cabe destacar la gran calabaza que se encuentra en el puerto, es una obra de un artista chino y es el símbolo de la isla de Naoshima.
Shikoku, la isla con el camino de peregrinación más famoso de Japón
Esta es la isla más pequeña de las islas principales que forman el archipiélago de Japón. En ella se encuentra uno de los caminos de peregrinaje más importantes del mundo, aunque no muchos saben de ella. Se trata del camino de la ruta de los 88 templos de Shikoku o Shikoku Henro, en japonés.
La ruta sigue los pasos del monje fundador del budismo Shingon, Daishi Kobo, que vivió entre los siglos VIII y XI. Se extiende a lo largo de 1400 kilómetros, bordeando la isla.
Según la tradición, los 23 primeros templos se encuentran en la prefectura de Tokushima, cerca de la ciudad de Naruto y las maravillosas gargantas de Iya. El templo 1, Ryozen-ji, es de los más impresionantes. El templo número 75, Zetntsuji, es el más grande de todos los templos y es en el que nació Daishi Kobo.
Aoshima, una de las islas japonesas más sorprendentes
La de Aoshima es una isla que forma parte de la prefectura de Ehime, cerca de la isla de Shikoku. Es una de las varias islas japonesas que cuenta con una población de gatos mayor que la de humanos.
Se dice que todo comenzó cuando un grupo de gatos fue introducido en la isla para acabar con las plagas de ratones. Desde entonces, los gatos se han seguido reproduciendo y ahora su número asciende a más de 100. El número de turistas que llega a la isla es cada vez mayor, lo cual sorprende a sus apenas veinte habitantes.
“La gente que no viaja no pueden tener una visión global, todo lo que ven es lo que hay en frente de ellos. Esas personas no pueden aceptar nuevas cosas porque todo lo que conocen esta donde viven.”
-Martin Yan-
Estos han sido solo algunos ejemplos de islas japonesas, curiosas y sorprendentes, que seguramente no sabías que existían. Tenlas en cuenta si alguna vez visitas Japón y te apetece descubrir un destino un poco menos convencional.