La isla de Cabrera, un pequeño paraíso mediterráneo
Da nombre un pequeño archipiélago situado al sur de la isla de Mallorca. Cabrera es una isla casi virgen, que destaca por su estado de conservación y su riqueza natural. Una isla de gran valor ecológico y pequeñas pero deliciosas calas que debe su nombre a las cabras montesas que la habitaban. Vamos a visitarla. ¿Nos acompañas?
Cabrera, una isla con historia
Tanto la isla más grande como los islotes cercanos fueron visitados por diferentes civilizaciones a lo largo de los siglos: fenicios, bizantinos, cartagineses y romanos pararon aquí. Incluso, cuenta la leyenda que el general cartaginés Aníbal Barca nació en uno de esos islotes.
Entre los siglos XIII y XIV el puerto natural de la isla fue usado por los piratas berberiscos como base para luego atacar las costas de Mallorca. Y ya en el siglo XIV se erigió un castillo en la entrada del puerto para evitar la entrada de barcos piratas y, al mismo tiempo, permitir una mayor vigilancia de las aguas.
El cautiverio de Cabrera
Es un episodio terrible del que la isla fue escenario. Durante la Guerra de la Independencia, tras la batalla de Bailén, 9000 prisioneros franceses fueron llevados a Cabrera. El objetivo era intercambiar a los soldados por presos españoles. Como no se cumplió el acuerdo, los prisioneros fueron “liberados” en esta isla.
Algunos historiadores indican que se trató del primer campo de concentración. La prisión era la isla, ya que no había ningún edificio. El suministro de comida llegaba cada 4 días desde Mallorca y no alcanzaba para todos. Si por el mal clima los barcos no podían navegar pasaban días y días sin que los presos recibiesen alimento.
En Cabrera apenas había fauna y muy poca vegetación. Cuando finalizó el cautiverio, en 1814, de los 9000 prisioneros solo habían sobrevivido 3600. En recuerdo a estos soldados que sufrieron durante casi 5 años se levantó un monolito.
A mediados del siglo XX se estableció en la isla una comandancia militar como campo de instrucción y tiro. Ya en 1986 se declaró a la isla de Cabrera como Parque Nacional Marítimo-Terrestre.
El Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera
El aislamiento del archipiélago ha hecho que haya llegado hasta nuestros días prácticamente virgen. Así, hoy es un magnífico ejemplo de litoral mediterráneo, con una riqueza natural increíble. En tierra destacan los acebuches, pinos y matorrales. Y hay más de una veintena de especies endémicas.
En cuanto a la fauna terrestre, Cabrera es un pequeño paraíso para muchas aves, algunas en peligro de extinción. También es importante la presencia de reptiles, especialmente de la lagartija balear.
Pero el gran tesoro del parque son sus aguas, de hecho, un 85% de su superficie es marina. En ellas destacan las praderas de posidonia. En sus aguas trasparentes y en sus cuevas submarinas viven más de 500 especies de peces, crustáceos o moluscos.
Disfrutando el Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera
Cabrera es una de las áreas mejor conservadas del mar Mediterráneo y, a pesar de su protección, se puede visitar. Se puede llegar en servicios regulares de embarcaciones a motor que parten desde los puertos de Porto Colom y Colonia de Sant Jordi. Es importante reservar con tiempo, ya que el acceso al parque está restringido.
Otra opción es llegar en embarcación privada. En este caso también es necesario solicitar autorización de navegación y fondeo. No está permitido amarrar en el puerto y para desembarcar se deben usar las embarcaciones auxiliares que hay en él.
Y es importante saber que en el parque no hay ningún tipo de servicio de restauración, solo un pequeño establecimiento donde sirven bebidas. Por ello, es importante llevarse todo lo necesario para disfrutar del día en la isla.
“Si quieres conocer lo divino, siente el viento en tu cara y el calor del sol en tus manos.”
-Buda-
Dentro de las rutas de senderismo disponibles en la isla se pueden conocer diferentes playas (entre ellas Sa Platgeta, S’Empalmador y Platga d’es Pagés), el castillo de Cabrera, el faro y la Cova Blanca. Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunos de estos recorridos solo se pueden realizar acompañados de un guía.