Historia y leyendas del maravilloso Partenón de Atenas
El Partenón de Atenas es uno de los edificios más bellos que ha construido el hombre a lo largo de la historia. Este maravilloso templo es un importante ejemplo del esplendor de la Antigua Grecia y en torno a su construcción hay una larga historia y leyendas que contarte. ¿Sientes curiosidad hacia los secretos de esta maravilla griega? ¡Síguenos!
Historia del Partenón de Atenas
La construcción del Partenón de Atenas se produjo entre los años 447 a.C. y 432 a.C. Tan solo un par de años antes de la construcción habían terminado las Guerras Médicas, que enfrentaron a los griegos contra el Imperio persa. La paz, por fin, había llegado.
Antes de continuar, queremos recomendarte esta visita guiada, donde conocerás todos los templos griegos que conformar el Partenón, estamos seguros que te fascinará.
En el año 443 a.C. Pericles, político y militar, fue elegido jefe de gobierno de la ciudad. Apoyó el arte, el teatro y la filosofía y quiso dotar a la ciudad de la belleza y grandiosidad del Imperio. Así, durante la reconstrucción de la Acrópolis de Atenas, se levantó el Partenón.
“La felicidad está en la libertad, y la libertad en el coraje.”
-Pericles-
El edificio se construyó en honor a la diosa griega Atenea, considerada la diosa protectora de la ciudad, y en agradecimiento a la victoria en la guerra.
El Partenón de Atenas conservó su grandiosidad durante muchos años. Pero los turcos lo utilizaron como polvorín y una explosión destruyó gran parte de la edificación. Y más tarde, ya en el siglo XIX, el embajador británico Thomas Bruce hizo retirar partes del Partenón, que acabaron en el Museo Británico de Londres.
Arquitectura del Partenón de Atenas
Las dimensiones del Partenón son de 69,5 metros de largo y 30,9 de ancho. Su planta es rectangular y está rodeado por columnas de 10 metros de altura en todo su perímetro. La construcción fue llevada a cabo por los arquitectos Ictino, Calícrates y el escultor Fidias.
El estilo de la construcción es dórico, y el Partenón constituye el más claro ejemplo del auge de este estilo. Además, se realizó pensando en que en el interior habría una estatua en dedicación a la diosa Atenea, así que la sala central se hizo un poco más grande de lo pensado.
De arriba abajo, cuenta con la cubierta, donde reposa el frontón, con adornos de gárgolas. Después el entablamento, donde están los frisos que dan pie a las columnatas donde, tras el capitel, se prolonga el fuste tan característico del estilo, con ángulos en las acanaladuras. Y finalmente, la plataforma donde se apoyan, con las escaleras de ascenso.
Leyendas del Partenón de Atenas
Presta atención a las verdaderas historias y curiosidades aún no confirmadas que tenemos que contarte sobre este templo griego tan fantástico:
1. El oráculo predijo que Atenas sería el lugar de los dioses
Cuenta la leyenda que los dioses Atenea y Poseidón se disputaban la soberanía de Atenas. Esta discusión llegó a oídos de Zeus, el más sabio de todos los dioses. Tras una reunión del tribunal de dioses, se decidió que la soberanía de la ciudad sería para el que creara la más hermosa obra para los hombres.
Entonces, Poseidón sacó su enorme tridente y lo clavó sobre la tierra, y brotó un hermoso manantial de agua salada. Atenea sacó su lanza e hizo lo mismo, y creció un olivo. Y tras esto, el tribunal otorgó a Atenea la victoria y se convirtió en la protectora de Atenas.
Años más tarde, el oráculo de Delfos anunció que la Acrópolis de Atenas estaría habitada únicamente por dioses. Y por ello, Pericles se encargó de construir un sinfín de templos y estatuas dedicados a ellos.
2. En su día, estuvo pintado de colores
Aunque se realizó en mármol blanco, había algunas partes que fueron pintadas en colores vivos y brillantes. En concreto, las zonas con esculturas en relieve que representaban escenas de la mitología griega.
3. La estatua de Atenea desapareció en extrañas circunstancias
El Partenón se concibió para que en su interior hubiese una estatua de Atenea. Fue realizada por Fidias en bronce, oro y marfil y tenía 12 metros de altura. Se situó en el corazón del Partenón sobre un pedestal y un pequeño estanque. Dicen que todos se quedaban maravillados al verla y le hacían ofrendas de piedras preciosas y riquezas.
No obstante, tras el bombardeo del Partenón, hubo un saqueo en la Acrópolis y se llevaron parte de las riquezas, salvo la estatua de Atenea, que desapareció en extrañas circunstancias. Actualmente, se desconoce su ubicación, pero se sabe cómo era gracias a réplicas y escritos históricos.
4. Su construcción es proporcional al ojo humano
Siempre que estamos a los pies de un rascacielos y miramos hacia arriba, tenemos la sensación de que el edificio está deformado e incluso que se puede caer. Sin embargo, los griegos consiguieron eludir cualquier ilusión óptica gracias a unos trucos matemáticos y geométricos.
Lo que hicieron fue deformar el Partenón a propósito, abombando las columnas y arqueando la base del templo para corregir esos efectos ópticos. De esta manera, al mirarlo las líneas siempre serían horizontales y verticales. Se logró así una armonía y una proporción única para el Partenón.
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