Historia de Castle Combe en Inglaterra

Si deseas conocer un pueblo tradicional inglés con una arquitectura que prácticamente no ha variado desde el siglo XV, Castle Combe es la mejor opción.
Historia de Castle Combe en Inglaterra
David Díaz

Escrito y verificado por el historiador David Díaz.

Última actualización: 18 octubre, 2020

Castle Combe es un pequeño pueblo de unos 350 habitantes situado en el condado inglés de Wiltshire, a escasos 50 kilómetros de Stonehenge. A pesar de su bajo número de habitantes, el pueblo está en el número dos del ranking de los 30 mejores pueblos de The Times.  Sus antiguos y pintorescos edificios y su entorno natural de ensueño contribuyen a ello.

No es casual que, ante tanta belleza, la pequeña villa haya sido escogida como escenario para múltiples series y películas. Es, sin duda, uno de los imperdibles para aquellos viajeros amantes de la tranquilidad. ¿Quieres descubrir cuál ha sido la historia de Castle Combe?

Antigua villa romana y próspera aldea medieval

Como te podrás imaginar, el nombre de este bonito pueblo inglés surgió porque en el siglo XII se construyó un castillo en la cima de una colina, Castle Hill. Seguramente, quien decida visitar Castle Combe se preguntará, ¿dónde está el castillo? Hace falta adentrarse en la historia del lugar para ver qué sucedió con el castillo.

Se tienen indicios de que Castle Hill y sus inmediaciones estuvieron habitadas desde la época neolítica. Se han encontrado restos que sostienen que el promontorio fue utilizado como un campamento fortificado entre los años 100 a.C. y 50 d.C.  Los investigadores creen que este emplazamiento fue abandonado tras la invasión romana.

Con la ocupación romana, Castle Combe fue el hogar de una villa, que fue desocupada en el siglo V de nuestra era. Sobre el año 600, los sajones ocuparon el lugar y volvieron a establecer un campamento fortificado en Castle Hill. Durante este período, el lugar adquirió el nombre de Cumbe, que en sajón significa ‘valle’.

Con posterioridad, llegaron los normandos. Fueron ellos quienes construyeron el castillo en el mismo lugar donde los sajones habían levantado su campamento fortificado. Según las fuentes, fue Reginald de Dunstanville quien en el año 1140 construyó lo que se conocía como Castell of Cumb. 

Cuando finalizaron las batallas del período normando, el castillo se volvió innecesario y construyeron una casa señorial en el fondo del valle. Esto fue en el siglo XIV y su edificación se le atribuye a Sir Robert Tiptoft. A partir de este momento, el castillo quedó abandonado. Por cierto, esta casa señorial es hoy en día un importante hotel (imagen de abajo).

Casa señorial transformada en hotel en Castle Combe.

El esplendor medieval de Castle Combe

La época medieval fue esplendorosa para Castle Combe. Buena parte del pueblo que conocemos hoy en día fue levantado en este período. La razón del apogeo de la villa fue el desarrollo de una próspera industria textil.

Una conjunción de factores propiciaron esto: la alta disponibilidad de lana gracias a los enormes rebaños de ovejas locales, el caudaloso río Bybrook que baña tierras ideales para este tipo de actividad y, por supuesto, la gran habilidad de los tejedores locales.

Los tejidos de Castle Combe se hicieron famosos más allá de los mercados cercanos de Bristol o Cirencester. Se llegaron a popularizar en Londres, e incluso en el extranjero. La popularidad del pueblo y, obviamente, la mayor riqueza, fueron factores que posibilitaron que se otorgase al pueblo el derecho para celebrar un mercado semanal.

No obstante, este auge duró poco, puesto que en el siglo XVI la fabricación de telas se trasladó a otras zonas por los cambios en el caudal del río Bybrook. Desde entonces, el pueblo ha pasado desapercibido; quizás gracias a ello ha logrado mantener ese aire medieval que lo caracteriza.

Circuito para los deportes de motor

Durante la Segunda Guerra Mundial, se abrió el aeródromo de Castle Combe. Este fue utilizado como campo de prácticas de la RAF (Real Fuerza Aérea) hasta el año 1948. El lugar tenía problemas de anegamiento, por lo que se construyó una pista asfaltada que bordeaba todo el perímetro de las instalaciones.

En el año 1950, la pista perimetral se transformó en un circuito para realizar competiciones automovilísticas; así nació el Circuito Castle Combe. En el transcurso del siglo XX, el circuito albergó importantes competiciones y atrajo a importantes pilotos.

Turistas paseando por las bellas calles de Castle Combe.

Sin embargo, en 2005 el circuito recibió quejas por el ruido y se prohibió realizar algunas de sus más importantes competiciones, como por ejemplo el Campeonato Británico de Fórmula Tres y el Campeonato Británico de GT. A pesar de ello, todavía se hacen algunas carreras menores y, sobre todo, exposiciones de vehículos.

¡No pierdas la oportunidad de pasear por Castle Combe!

Son muchos los lugares de Europa en los que se pueden visitar pueblos cuyo origen se remonta a la Edad Media. Algunos están mejor conservados que otros, pero seguro que son pocos los que verdaderamente te pueden transportar a esa época; Castle Combe es uno de ellos.

No lo es solo por sus fantásticos edificios como el del Hotel Castle Inn o el de la Igesia de San Andrés. También y, especialmente, por la ausencia de luces en las calles y antenas de televisión. Esto lo ha convertido en uno de los pueblos favoritos de Hollywood.

Allí se grabó en el año 1967 la película musical Dr. Dolittle. Ya en este siglo, el pueblo sirvió como escenario para las películas Stardust, El hombre lobo o escenas de la adaptación cinematográfica realizada por Steven Spielberg de War Horse.

Asimismo, se rodaron en él programas de televisión como Poirot o Robin de Sherwood. Desde luego, quien ame la estética medieval, la tranquilidad y el cine, debe visitar  Castle Combe, seguro que no se decepcionará.