Historia del castillo de Eltz en Alemania

Los estilos de los castillos son muchos; el de Eltz, considerado el castillo alemán feudal por excelencia, es la viva imagen de la idea que tenemos de castillo medieval. ¡Conozcamos su historia!
Historia del castillo de Eltz en Alemania
David Díaz

Escrito y verificado por el historiador David Díaz.

Última actualización: 22 diciembre, 2023

En las orillas del arroyo Elzbach, entre la ciudad de Coblenza y la de Tréveris, en Alemania, nos encontramos con el castillo alemán feudal por excelencia, el de Eltz. Este castillo, construido sobre un espolón de roca a 70 metros sobre el río, ha pertenecido siempre a la misma familia y posee una historia muy rica.

Por ejemplo, se trata de uno de los pocos castillos medievales a la orilla izquierda del Rin, en el estado federado de Renania-Palatinado, que no ha sido destruido. ¿Te apetece hacer un viaje por los más de 850 años de historia del castillo de Eltz?

El castillo de Eltz durante la edad media

En el año 1157, a raíz de una donación realizada por el emperador Federico I Barbarroja a Rudolf von Eltz, se levantó el castillo de Eltz. El lugar elegido para ello era un enclave estratégico que conectaba los caminos de una de las principales rutas comerciales del Sacro Imperio Romano Germánico.

Los castillos eran construcciones defensivas y, para cumplir con esta función, el de Eltz se edificó en un lugar propicio. Este sitio fue encima de un espolón de roca a 70 metros de altura y con forma elíptica, rodeado en tres de sus flancos por el arroyo Elzbach. No obstante, esta posición que facilitaba su defensa condicionó enormemente su arquitectura, a causa de la topografía del lugar.

A partir del año 1268, por una disputa familiar entre los tres hermanos Eltz, el castillo pasó a organizarse con el sistema denominado Ganerbenburg. Esto consiste en que un mismo castillo estaba habitado y administrado por varias familias o lineas familiares. De este modo, las distintas familias compartían espacios comunes como el pozo, patio central o capilla y mantenían sus habitaciones privadas.

A raíz de este conflicto familiar, el castillo de Elz se repartió entre los hermanos que dividieron la familia en tres lineas de sucesión distintas. En este momento, las tres casas emprendieron la tarea de edificar y modificar la parte del castillo que les correspondía. Es por ello que el castillo está diferenciado entre la casa Rübenach, la Rodendorf y la Kempenich.

Interior del castillo Eltz, uno de los más antiguos de Alemania.

Conflictos bajo medievales

En el año 1331, se inició un enfrentamiento bélico conocido como «la disputa de Eltz». Los tres señores de Eltz se aliaron con otras familias de la región contra Balduino, de Luxemburgo. Con la finalidad de asediar y bombardear el castillo con catapultas, las tropas enemigas levantaron el torreón de Trutzeltz, cuyas ruinas todavía se conservan.

La disputa duró hasta el año 1336, momento en que los señores de Eltz se rindieron. A partir de entonces, el castillo pasó a ser considerado como una residencia fortificada y se los obligó a derruir gran parte de la muralla defensiva. Gracias a la habilidad política de la familia Eltz, este fue el último episodio bélico que vivió el castillo.

Modificaciones durante la época moderna

A lo largo del siglo XV, la casa Rübenach realizó diversas obras en el castillo. Entre ellas destaca la construcción de dos plantas más y las escaleras del lado norte. A nivel decorativo, encargaron la realización de un conjunto de pinturas murales.

Entre finales del siglo XV y mediados del XVI, se construyó la casa Gran Rodendorf. La parte más antigua corresponde a la sala de banderas, que probablemente al princpio servía de capilla. De ella destaca su impresionante bóveda reticular de estilo gótico tardío.

Por encima de esta sala, se levantaron cuatro plantas más. Otro de los detalles de esta casa es el pórtico abovedado que construyeron frente al patio central.

Por último, la casa Kempenich realizó modificaciones en su parte del castillo. Esta estaba compuesta por el edificio románico y sus construcciones contiguas. Sobre el edificio románico, levantaron una planta adicional y en los contiguos, tres. La técnica que utilizaron para ello fue la del entramado.

Parte trasera de un castillo medieval en Alemania.

Es interesante destacar la entrada principal de la casa Kempenich. En ella observamos un gran pórtico sobre el que descansa una habitación sostenida por dos columnas y un arco de medio punto, en el que consta una inscripción que da detalles del año y la familia que emprendió la tarea de reformar la parte románica del castillo.

Durante la Guerra de los Treinta años (1618-1648) las obras del castillo se vieron interrumpidas. Una vez retomadas y completadas, se dio por finalizada la construcción del castillo. Después de más de 500 años, el resultado fue un conjunto arquitectónico en el que se aprecian numerosos estilos, desde el románico hasta el barroco temprano.

La historia del castillo de Eltz a partir del siglo XIX

A lo largo de la edad moderna, la familia Eltz fue adquiriendo muchísimo poder y prestigio. Gracias a su notable influencia, se logró que el castillo se mantuviera intacto especialmente durante la guerra del Palatinado, cuando la gran mayoría de los castillos de Renania fueron destruidos.

Por un malentendido, durante la ocupación francesa del Rin —entre los años 1794 y 1815— se expropió al conde Hugo Phillipp zu Eltz de todos sus bienes y propiedades. Entre ellas estaba el castillo de Eltz, que pasó a manos de la Comandancia de Coblenza. Sin embargo, en el año 1797 pudo recuperar sus bienes, al solucionarse la equivocación que propició el embargo.

Finalizada la invasión, el conde se convirtió en el único propietario de castillo, pues compró la casa Rübenach y sus terrenos. No hizo falta adquirir la Rodendorf, debido a que, a falta de sucesores, esta rama familiar se extinguió en el año 1786, con lo que pasó a manos de la casa Kempenich.

Vista de habitaciones y patio interno del castillo de Eltz, en Alemania.

Durante el siglo XIX, las ideas románticas pisaron fuerte en Europa, y especialmente en Alemania. La admiración por la época medieval fue una de las características del Romanticismo y, por ello, el ahora único propietario del castillo emprendió la tarea de restaurar el edificio. Invirtió una verdadera fortuna en ello e hizo un trabajo cauteloso y respetuoso con la estructura original.

Desde entonces y hasta la actualidad, se han emprendido distintos proyectos de conservación. En la década de los ochenta del siglo pasado, se restauraron las paredes que estaban muy dañadas. A principios del siglo XXI, se emprendió la tarea de restaurar techos e instalaciones domésticas de algunas de las antiguas casas.

Visitar el castillo de Eltz es emprender un viaje al medievo

Es bien conocido que Alemania es una de las regiones europeas que los amantes de la época medieval y, particularmente de sus castillos, no pueden dejar de visitar.

Esto no es de extrañar, pues observando el castillo de Eltz nos damos cuenta de que la forma de representar el medievo en la actualidad bebe de este tipo de construcciones centroeuropeas. ¿Te vas a perder la oportunidad de emprender este viaje hasta esta fascinante época?

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