Historia del Castillo de Braunfels en Alemania
Los castillos son construcciones que despiertan un inusitado interés entre los turistas. Quizás sea debido a que sus características como edificaciones defensivas los dotan de un carácter imponente que atrae a quienes los observan, como ocurre en el caso del castillo de Braunfels.
Alemania es uno de esos lugares que los amantes de los castillos no pueden dejar de visitar, puesto que esconde alguno de los más maravillosos que todavía se conservan. Por este motivo, a continuación nos vamos a adentrar en la historia de uno de ellos, concretamente el de Braunfels, situado en la localidad homónima en el estado de Hesse.
De antigua fortaleza medieval a palacio residencial
La primera información que tenemos sobre este castillo la encontramos en un documento fechado el 3 de enero de 1246. En este documento, el edificio aparecía con el nombre de Castellum Brunenvelz.
El Castillo de Braunfels pertenecía a los Condes de Solms, familia oriunda del valle del Lahn. Anteriormente, esta familia ya había levantado un castillo rodeado de agua en Burgsolms, pero de esta edificación hoy en día no existen restos.
El castillo de Braunfels se construyó en la cima de una colina; desde allí se yergue majestuoso, saludando a los visitantes. Hoy en día, es un conjunto arquitectónico con distintos grandes edificios, pero en sus inicios constaba únicamente de una torre de vigilancia, situada en una posición estratégica para defender la frontera oeste de los Condes de Nassau.
Poco a poco, la fortificación fue creciendo y se conformó un conjunto que constaba de dos torres y una residencia. Todo ello estaba protegido por un muro circular. De este modo, la Friedrichsturm (torre de vigilancia), el Palas (sala de caballeros) y el Alten Stock (antigua torre del homenaje) formaban el núcleo del castillo medieval en el siglo XIII.
En el año 1384, el castillo de Braunfels se convirtió en la sede de los Condes de Solms, pues el castillo de Solms fue destruido. Desde ese entonces y hasta el año 1679, el castillo pasó los años tranquilamente hasta que un incendió lo devoró.
La residencia barroca
En el año 1693, el Conde Heinrich Trajektin, propietario del castillo, murió sin descendencia masculina. Así, el castillo pasó a manos de su primo, el Conde Wilhelm Moritz zu Solms-Greifenstein, quien se hizo cargo de la finca y se trasladó, junto con su mujer Magdalena Sofía, al castillo.
Fue durante la regencia de este conde cuando Braunfels sufrió su máxima modificación; fue un largo proceso de ampliación y modificación. En un primer momento, finalizó con la reconstrucción del edificio, que fue severamente dañado por el incendio de 1679.
Posteriormente, le fue añadiendo nuevos espacios. Así, en el año 1696, diseñó un patio interior siguiendo el patrón de un tablero de ajedrez. Cuatro años más tarde, construyó lo que se denomina como Ottonische Bau.
En tanto, para el año 1704, de nuevo emprendió una ampliación del conjunto con la construcción del edificio del gabinete que anteriormente era una panadería y cervecería. También amplió la Rentkammer (hoy Schloss-Café), la cual se completó en 1712.
Más tarde, levantó dos grandes alas, que hoy en día son elementos destacados del conjunto. En el lado oeste del patio, el Lange Bau, y en el lado norte, el Entréebau, que se caracteriza por sus arcadas.
Este último edificio conecta con el actual Prinz-Albrechtsbau. Por último, en al año 1717, construyó el Weedenbau. Si antes de visitar el castillo en persona deseas hacerte una idea de cómo fue esta ampliación, en la web oficial lo podrás ver.
El Conde Wilhelm tenía planes de seguir con la ampliación del edificio. Es más, tenía un pretencioso proyecto con el que quería levantar una suntuosa residencia con una enorme cúpula de cristal. Esto finalmente no se llevó a cabo.
Este conde no solo emprendió las modificaciones del castillo, sino que también realizó proyectos en el pueblo de Braunfels, como por ejemplo la plaza del mercado, por la que hoy todavía podemos pasear.
Datos importantes para visitantes del Castillo de Braunfels
Como la gran mayoría de castillos, el de Braunfels también está abierto al público, aunque solamente en la temporada de verano. Existen distintas rutas guiadas; una general, que te ofrece un recorrido por los lugares más emblemáticos del conjunto, y otras más específicas, que se centran en algún aspecto concreto, como por ejemplo en las obras de arte sagradas.
En el conjunto existe otro edificio imprescindible: la iglesia, que data de finales del siglo XV. Es de estilo gótico y se compone de tres naves. En la actualidad, es un templo muy codiciado para la celebración de casamientos.
Asimismo, tendrás la oportunidad de visitar un pequeño museo de la familia Solms-Braunfels. El acceso al lugar es fácil, hay aparcamiento para los que se muevan en vehículo propio y, para los que no, existen servicios de autobuses que llegan hasta el centro del pueblo.
¿Nos vamos de visita al castillo de Braunfels?
Sin dudas, visitar el castillo de Braunfels es una experiencia que todo amante de los castillos debe realizar una vez en su vida. Y es que se trata de un lugar tan bello como importante históricamente.
Muchas veces no viajamos solos, y ya sabemos que no todos tenemos las mismas inquietudes, así que si te toca acompañar a un forofo de los castillos y a ti la visita no te genera ninguna emoción, no te preocupes; en el castillo existe una fabulosa cafetería en la que podrás esperar tranquilamente a que termine el tour.
- Castillo de Braunfels (s.f.). Recuperado el 21 de octubre de 2020 de: https://schloss-braunfels.de/es/viva-los-casa/