Génova, una preciosa ciudad ligada al mar

Génova, una preciosa ciudad ligada al mar

Escrito por Juan Luis Minarro

Última actualización: 23 mayo, 2017

Situada al norte de Italia, siempre ha despertado interés, entre otras cosas porque desde tiempos remotos el de Génova ha sido uno de los puertos más significativos de Italia. Por lo tanto, se trata de uno de los puntos de comercio mas  importantes de la nación y paseando por sus calles se encuentran lugares fascinantes. A su particular manera, nada tiene que envidiarle a Venecia o Roma, ya que al igual que ellas está marcada por una historia de gran relevancia. Acompáñanos a recorrer esta preciosa urbe llena de arte.

Génova, una resplandeciente ciudad

Esta metrópoli se desarrolla en la Vía Garibaldi o Strade Nuove. Los autores de esta renovación urbana fueron  Galeazzo Alessi y el gran creador suizo Bernardino Cantoni. El primero de ellos fue discípulo de Miguel Ángel, máximo exponente artístico italiano.

Catedral de Génova
Catedral de San Lorenzo – Claudio Divizia

Al pasear por ella impresionan grandes construcciones como la Catedral de San Lorenzo, de origen medieval. En ella se encuentran los restos del patrón de la ciudad, San Giovanni Battista.

Antiguamente esta villa tuvo un gran auge económico y palaciego. Esta época ha quedado estampada en sus calles. El paso del tiempo parece no afectarla. Al llegar a la Plaza de San Marcos, frente a la Plaza Ferrari, se ubica el Palacio Ducal. Se trata de una anciana residencia cuyo propietario fue un alto cargo genovés. A día de hoy es un museo en cuyo interior se llevan a cabo continuas exposiciones.

Un recorrido por los palacios genoveses

Son muchos los palacios que se engloban dentro de esta maravillosa villa. Gracias a ellos  fue declarada Patrimonio de la Humanidad. El conjunto de todos ellos posee una denominación muy particular, se les llama Palazzi dei Rolli.

Palacio Blanco en Génova
Palacio Blanco – trabantos / Shutterstock.com

De todas estas fachadas caracterizadas por su color blanco y rojo una destaca más que las demás. La pureza del Palacio Blanco es inigualable. Fue edificado en el año 1548 y tras sus paredes alberga una gran recopilación de pinturas de importantes artistas. Algunos de ellos son tan renombrados Murillo y Caravaggio.

Tampoco podemos perdernos la visita al Palacio Rojo. Este inmueble es de aire más moderno, ya que fue levantado en 1877. Bajo su techo también esconde obras pictóricas de gran relevancia. Los cuadros son obras de la talla de Durero y Tiziano. Otro claro exponente de esta arquitectura que nos encontramos paseando por sus calles es el Palacio Tursi.

Génova, una ciudad de mar

Al ser una ciudad al borde del mar, toda Génova gira en torno a él y un claro ejemplo es el Salón  Náutico. Dicha celebración tiene lugar todos los años. Atrae a miles de visitantes, todos dispuestos a disfrutar de barcos, yates y demás naves.

Puerto de Génova
Puerto de Génova – S-F

Los museos también están anclados a la vida marítima, como el Museo Galata. En él se explica cómo nació la ciudad y todo su recorrido a lo largo de la historia. También se puede hacerse una visita al acuario, del que todos los genoveses se sienten muy orgullosos.

Por último pero no por ello menos importante, debemos comentar rápidamente la gastronomía de la zona. Como no podía ser de otra forma, también está basada en productos del mar. Esto hace que dispongan siempre de una gran variedad de pescados y mariscos de calidad excelente. Génova tiene una cocina conocida en todo el mundo. Posee de una gran variedad de recetas de su salsa pesto, usada en una gran variedad de platos.

“El hombre no puede descubrir nuevos océanos al menos que tenga el coraje de perder de vista la costa.”

-André Gide-

Un paseo por los alrededores de Génova

Si se dispone de tiempo suficiente, debemos disfrutar de las numerosas excursiones que nos conducen a los alrededores. Desde la propia Génova se puede ir al bonito pueblo de Portofino, en la Riviera italiana. Es una auténtica maravilla bañada por el mar Mediterráneo y visitada por personajes muy conocidos. El mismísimo escritor Guy de Maupassant solo tenía bellas palabras para esta localidad.

Visitar San Remo es otra gran opción. Su maravilloso puerto, sus casas de colores  y sus callejuelas con escaleras son casi imposibles de describir. Hasta aquí llegan viajeros atraídos por el sol, el mar y sus cálidas playas. Su rally es también muy conocido