Furore, el pueblo italiano que no existe

La costa Amalfitana guarda muchos secretos, pero pocos tan ocultos como el pueblo de Furore, que antaño pasaba desapercibido a los viajeros.
Furore, el pueblo italiano que no existe
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 27 enero, 2021

¿Por qué dicen que Furore es el ‘pueblo italiano que no existe’? ¿O por qué no puedes dejar de conocerlo si haces un viaje por la región de la Campania o, más concretamente, por la bella costa Amalfitana? ¿Por qué? Sigue leyendo y te contamos eso y mucho más de este lugar secreto del sur de Italia.

Porque Furore sí existe. No solo existe, sino que es un lugar con un encanto especial, tanto, que la población ha sido declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Un galardón más que merecido, ya que es un ejemplo maravilloso y bellísimo de cómo el paisaje mediterráneo es tanto fruto de la acción de la naturaleza como del establecimiento del hombre durante milenios.

Los encantos de la costa Amalfitana

Costa de Furore

Recorrer la costa Amalfitana es uno de los grandes reclamos turísticos del sur de Italia. Sin duda, es el complemento perfecto tras pasar unos días en la bulliciosa y fascinante ciudad de Nápoles, una ciudad tan loca, divertida y caótica que es más que recomendable buscar la paz en este litoral y maravillarse con la tranquilidad y belleza de lugares como Positano.

Pues bien, a la inmensa mayoría de viajeros que viajaban por esa zona e iban descubriendo todos los encantos de la costa Amalfitana se les solía pasar inadvertida una maravilla: el protagonista de estas líneas, el pueblo de Furore.

Furore, un pueblo oculto

Cuando uno recorre la carretera SS163 que transita por esta zona de la costa, el relieve y las curvas del trazado no le dejan ver Furore. Hay que saber que el pueblo está ahí para visitarlo, ya que hasta para tomar el desvío hay que estar atento para no pasarse de largo.

El hecho es que el núcleo de Furore está parcialmente sobre una roca más alta que la carretera. Y otra parte está en un fiordo. Sí has leído bien, un fiordo. Normalmente, es un accidente geográfico que se relaciona con otras latitudes más frías como Noruega, pero aquí, en pleno mar Mediterráneo, también hay uno. Y precisamente oculto en su interior está Furore.

Interior del fiordo

El festival de Furore

Hoy en día gracias a Internet, Furore es cada vez más conocido y son muchos los visitantes que no se lo quieren perder. Además, se han puesto en marcha diferentes iniciativas que todavía han divulgado más sus secretos. Por eso, hoy ya no tiene tanto sentido decir que Furore es el pueblo que no existe.

Incluso comienza a ser más conocido como el ‘paese dipinto‘, el pueblo pintado, gracias al festival de arte urbano que se celebra todos los años aquí. Tal vez no esté entre los festivales más curiosos del mundo, pero su poder de atracción es enorme.

Una vez en Furore

Vista de Furore

Ya no hay excusa para no acudir a Furore y conducir con precaución por esa carretera hasta encontrarlo. Merece la pena descubrirlo, y no solo por el entorno natural donde se ubica, de una fotogenia indudable, también por algunos de los encantos que allí nos esperan. Uno de ellos es la propia playa que hay en el fiordo, donde nos podremos dar un buen chapuzón para recuperarnos del viaje.

Además, podemos caminar por sus empinadas calles e ir descubriendo sus principales monumentos, los cuales son antiguas iglesias: la de San Giacomo, la de San Michele y la de Sant’Elia. Por cierto, muy cerca de esta última encontrarás uno de los miradores más atractivos de toda la costa Amalfitana: el Belvedere de Praiano.

Os recomendamos que, una vez que lleguéis a Furore, no os vayáis con prisas. Lo apropiado es pasar al menos una noche. Así rentabilizaréis al máximo el desplazamiento y disfrutaréis a fondo de este lugar que no existe, pero que nunca olvidaréis. Más aún si os gusta un poquito el senderismo y hacéis alguna de las rutas que hay por esta romántica costa del sur de Italia.