Un fin de semana en Berlín ¿Qué ver y hacer?
La capital alemana no es un lugar en el que solo dos días sean suficientes para conocerlo por completo… pero si únicamente cuentas con un fin de semana… ¡puedes exprimirlo al máximo! Te proponemos un recorrido por Berlín que incluye monumentos, museos y hasta vida nocturna…
Día 1 en Berlín
Suponiendo que has llegado a la ciudad a última hora del viernes o bien temprano el sábado, solo debes hacer chek-in en el hotel y empezar a recorrer la ciudad… El primer destino es la famosa Alexander Platz.
Esta plaza es una de las imágenes más típicas de Berlín, con su torre de televisión, las paradas de autobuses (por ejemplo la línea que te conecta con el aeropuerto) y los lugares de comida rápida (por si quieres un tentempié antes de seguir andando).
A 10 minutos de allí, siempre caminando, te encontrarás con la catedral de Berlín, muy fácil de reconocer por sus cúpulas de color verde y puntas doradas. Puedes subir hasta lo más alto para disfrutar de muy hermosas vistas de la ciudad.
Tras pasar por ella, el siguiente sitio “imperdible” es la Isla de los Museos. El conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad y está formado por estos espacios:
Museo Bode
Fue construido en 1887 por el arquitecto de la corte, Ernst Eberhard y ha sido reformado. Cuenta con una colección de esculturas y otra numismática. También alberga tesoros del Museo de Arte Bizantino.
Museo Nuevo
La construcción comenzó en 1841 y el arquitecto encargado de la obra, Friedrich August Stuler, empleó energía del vapor y estructuras de soporte hasta el momento nunca usadas. En la Primera Guerra Mundial fue bombardeado y permaneció en ruinas hasta 1999.
La reconstrucción llevó 10 años y hoy en día tiene una gran colección de prehistoria, protohistoria y antiguedades. Pero sin dudas las “joyas” más interesantes son los papiros egipcios y el busto de Nefertiti.
Antigua Galería Nacional
Es un templo antiguo con una gran escalera y símbolo de la isla de los museos. Fue construido en 1867 por el mismo arquitecto que el Museo Nuevo, tras inspirarse en la Acrópolis de Grecia. Cuenta con obras del romanticismo, impresionismo, clasicismo y arte contemporáneo.
Museo Antiguo
Es un edificio clasicista diseñado en 1830 por Karl Schinkel, primer museo público de Prusia. Tras una renovación en la actualidad alberga una exposición de arte, esculturas y antigüedades de oro.
Museo del Pérgamo
Está dividido en tres salas y es el más visitado no sólo de la isla sino también de la ciudad. Una de las áreas (donde está el Altar de Pérgamo) se encuentra cerrada hasta 2019. Las áreas que se pueden visitar son las puertas del Mercado de Mileto y de Ishtar, la Vía Procesional y el Museo de Arte Islámico.
“Los museos de verdad son los sitios en los que el tiempo se transforma en espacio”
-Orhan Pamuck-
Si has entrado a todos los museos de la isla al salir seguro que ya es la hora de la cena. En los alrededores encontrarás restaurantes para saciar el apetito y luego bares y cervecerías baratas para continuar la diversión un poco más (pero no demasiado que al otro día hay que seguir visitando la ciudad).
Día 2 en Berlín
Tras un rico desayuno, la jornada comienza en la famosa Puerta de Brandeburgo y continúa por el monumento a los judíos asesinados, sigue por el Muro de Berlín, el Checkpoint Charlie, la Gendarmen Platz y por último la Bebelplatz. Todo este recorrido está relacionado a una época nefasta de la historia de Berlín (y de Alemania) pero vale la pena conocerla en persona.
Al terminar seguro tendrás hambre así que te recomendamos que almuerces ligero con el fin de seguir la marcha. Por la tarde del domingo visita el Bundestag, es decir, el Parlamento. Si bien la entrada es gratuita, es preciso reservar por internet y con mucha anticipación. Incluye una audioguía para conocer sobre las características del edificio y los alrededores.
Si todavía tienes algo de tiempo no dudes en ir hasta la East Side Gallery, donde el Muro de Berlín ha sido pintado por muchos artistas. En total tiene un kilómetro de extensión y en el medio se encuentra un bonito parque donde mirar el río, beber una cerveza y antes de regresar a casa decir: “Auf Wiedersehen Berlín” (hasta que nos veamos de nuevo Berlín).