Visitamos el espectacular Mont Saint-Michel en Francia
Uno de los sitios más visitados de Francia es el espectacular Mont Saint-Michel. Se encuentra a poco más de 3 horas de París, en Normandía. Su belleza atrae a turistas de todos los rincones del mundo. Es más, este lugar es Patrimonio Mundial de la Unesco desde el año 1979. Así pues, continúa leyendo y entérate a qué se debe tal reconocimiento, porque bien merecido lo tiene.
El espectacular Mont Saint-Michel ofrece una de las postales más maravillosas de Francia y, por qué no, del mundo entero. Y es que en la cumbre de esta isla rocosa se alza majestuosa una abadía. Su hazaña arquitectónica contempla la construcción de una base amurallada que sube en forma piramidal hasta que concluye con una torre en dirección al cielo.
El arcángel San Miguel
¿Qué une al arcángel San Miguel, con el espectacular Mont Saint-Michel y esta magnífica abadía? Según un fresco pintado en la abadía, el arcángel San Miguel se apareció ante Aubert, obispo de Avranches. Este le encargó la construcción de un santuario en la cima del monte.
El obispo de Avranches no tomó en cuenta la petición y continuó su vida como si nada hubiese pasado. Simplemente, se olvidó de que el arcángel San Miguel le pidió edificar una abadía en su nombre. Entonces, el arcángel San Miguel, una vez más, se apareció ante el obispo de Avranches, quien nuevamente dejó pasar la petición celestial.
La historia narra que en la tercera aparición, con el objeto de ser tomado en cuenta, el arcángel San Miguel puso un dedo sobre la cabeza del obispo, haciéndole un agujero en el cráneo para que no se le olvidara el encargo. Y así fue como, finalmente, el obispo ordenó la construcción del santuario en el año 708.
Peregrinación por el Mont Saint-Michel
Si visitas el espectacular Mont Saint-Michel, no solo verás un paisaje maravilloso. Lo primero que te encontrarás es una abadía de más de 1300 años. Te sorprenderás con sus veinte salas distribuidas en tres plantas. Una verdadera maravilla de la arquitectura gótica. Pero no es lo único que podrás apreciar en esta isla rocosa. También hay otras atracciones turísticas.
“Un viajero sin capacidad de observación es como un pájaro sin alas”
-Moslih Eddin Saadi-
Un pequeño y pintoresco pueblo se formó tras las murallas fortificadas del espectacular Mont Saint-Michel. Sin embargo, hoy en día estas casas y talleres ofrecen recuerdos, hospedaje y una exquisita gastronomía para los turistas. Así que no dudes en recorrer estas calles de piedra que te remontaran a la época medieval.
El espectacular Mont Saint-Michel también ofrece una visita por la iglesia de San Pedro y su cementerio. Cabe destacar que en este templo sagrado se reunía el común de la gente en actividades religiosas, puesto que a la majestuosa abadía solo se le permitía el ingreso a los monjes.
Pero el recorrido no termina aquí, también puedes visitar varios museos donde se exhiben distintos elementos usados en torturas, la casa del caballero Bertrand Du Guesclin, etc.
Sin duda, para los más aventureros está la travesía de cruzar hasta la bahía desafiando la marea. Y es que si hay marea baja, se puede llegar hasta el espectacular Mont Saint-Michel descalzo, pero siguiendo la instrucciones de un guía autorizado, porque la marea puede subir, atrapándote en mitad del camino.
De ninguna manera te aventures a cruzar solo, porque aquí se presentan las mareas más altas de todo Europa. Dicho espectáculo se puede apreciar desde distintos puntos del monte.
Camino al espectacular Mont Saint-Michel
Hay distintas formas para acercarse hasta la región de Normandía. En coche, avión, tren, bus y taxi. Pero para acceder al Mont Saint-Michel en vehículo debes aparcar a unos 2,5 kilómetros y luego continuar en buses gratuitos que operan hasta la 1 de la madrugada.
Sin embargo, la manera más pintoresca de hacerlo es en la “navette hippomobile”. Ve y averigua cómo es este medio de transporte. Recuerda llevar ropa abrigada en los meses invernales para que el frío no arruine tus ganas de disfrutar. Lleva también un impermeable en verano, porque la lluvia se deja caer en cualquier momento.