El Erecteion: uno de los templos más famosos de Atenas
El templo del Erecteion es uno de los más singulares, y también más bellos que se pueden visitar en la Acrópolis de Atenas. Es una construcción incompleta, que solo se puede visitar desde fuera, ya que no está permitido acceder a sus espacios internos. Pero esa visión externa a un edificio ruinoso es suficiente para comprobar toda la belleza del arte clásico de la Antigua Grecia.
El Erecteion en la Acrópolis
Sobre la ciudad de Atenas se elevan varias colinas. Y de todas ellas, sin duda alguna más monumental de todas es la Acrópolis. El espacio sagrado por antonomasia en la capital helena y el lugar donde se eleva su templo más emblemático: el famoso Partenón. Y justo a escasa distancia de ese coloso de la civilización occidental se guarda el templo Erecteion. De menor tamaño, pero sin duda arquitectónicamente con una encanto superlativo.
Historia del Erecteion
Si comparamos el Erecteion con cualquier otro templo griego, no solo de Atenas, sino de otros lugares de Grecia como el Cabo Sunio e incluso lugares más distantes del mar Mediterráneo, lo primero que llama la atención es su peculiar forma. Muy compleja si la comparamos con el habitual esquema de salas sagradas o cellas rodadas por columnas que vemos en la gran mayoría de templos de la época.
Y lo cierto es que la complejidad del templo del Erecteion se debe precisamente al momento y las motivaciones históricas con las que fue concebido y construido. Se levantó a finales del siglo V antes de Cristo y con la idea de celebrar un periodo de paz en la ciudad, tras una dura guerra contra Esparta, la gran rival de la época. Así que en ese contexto se decidió que templo honrara a Atenea patrona de Atenas, pero también a Poseidon y además al rey Erecteo. De ahí su complejidad.
Un olivo y una fuente dentro del templo
El encargo fue tan importante que incluso por las crónicas de la ciudad sabemos quien fue su arquitecto. Un tal Menesicles, lo cual es algo muy destacado, ya que en el arte griego antiguo son pocos los nombres de arquitectos, escultores o pintores que conocemos. Y lo cierto es que Menesicles debía ser un buen constructor ya que realizó un proyecto muy interesante.
En un solar de suelo pedregoso e irregular tenía que construir un templo para honrar el punto donde la mitología cuenta que Poseidón clavó su tridente y brotó una fuentes. Precisamente al lado de donde la diosa Atenea plantó un olivo, cuya presencia, así como su aceite es el gran símbolo de la cultura mediterránea. Y además debía honrar a Erecteo, primer rey de Atenas.
De esta manera, concibió en realidad dos templos en uno, con diversos pórticos independientes, y cellas sagradas para honrar a cada uno de esos personajes. Por eso es una planta compleja, que además tenía diversas cubiertas, en distintas alturas para cada espacio. Sin duda, una maravilla que si la viéramos completa nos dejaría boquiabiertos.
Las cariátides
Para descubrir el carácter de obra extraordinaria y diferente a todas que tiene el Erecteion basta con ver su tribuna de las Cariátides. Una joya de la arquitectura y de la escultura, ya que las columnas jónicas se han sustituido por las figuras de 6 mujeres. Hoy las que se ven en el templo son réplicas, ya que las originales se encuentran protegidas en el Nuevo Museo de la Acrópolis, una visita obligada en Atenas.
Aunque una de ellas está muy lejos de la capital de Grecia. Se conserva en el British Museum de Londres, uno de los grandes museos de Gran Bretaña, y donde se pueden ver obras de las más variadas procedencias, en algunos casos llegadas allí de modo ilegítimo.
Un tesoro de Grecia
En definitiva, si se visita Atenas es imposible evitar la visita a la Acrópolis. Una vez allí cualquiera se queda impactado con sus restos arqueológicos, en los que se basa gran parte de la civilización actual, ya que aquí están muchas de sus bases culturales y políticas. Y también estéticas, y en eso la visión del hermoso y singular Erecteion es de lo más esclarecedora.
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