El terremoto de Lisboa y sus huellas en España

Acontecido el 1 de noviembre de 1755, el terremoto asoló Lisboa y gran parte de Portugal. Pero sus huellas también están presentes en muchos edificios de España.
El terremoto de Lisboa y sus huellas en España
Cristina Moreno

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 04 agosto, 2023

Fue una de las grandes catástrofes naturales de la historia de Europa. El terremoto de Lisboa de 1755 asoló parte de Portugal, pero sus efectos llegaron mucho más lejos y se dejaron sentir en el resto de la península ibérica. Aquí te contamos dónde puedes encontrar el rastro de este gran seísmo.


El terremoto de Lisboa

Ocurró en la mañana del día 1 de noviembre de 1755, entre las 9:30 y las 9:40 de la mañana. El terremoto de Lisboa está considerado uno de los más mortíferos de la historia mundial. Y todo, debido a su gran duración y a la violencia del mismo. Varios estudios cifran su intensidad en unos 9.9 de magnitud.

Ilustración del terremoto de Lisboa
Ilustración del terremoto de Lisboa

El epicentro habría estado en el océano Atlántico, pero muy próximo a la capital portuguesa. Por ello, al enorme terremoto le siguió un terrible tsunami que terminó de arrasar la ciudad.

Pero hubo más, porque Lisboa sufrió un tremendo incendio. Se originó por las velas encendidas en casas e iglesias, ya que era la festividad de Todos los Santos. Esta combinación provocó que la ciudad quedara totalmente arrasada y murieran alrededor de cien mil personas.

Los efectos de este enorme terremoto llegaron a España, Marruecos, Inglaterra, Groenlandia y Finlandia, entre otros. Si bien, los principales desperfectos ocurrieron en Portugal, el norte de África y España.

En territorio español aún podemos encontrar edificios que muestran grietas y desperfectos ocurridos con motivo del gran temblor de 1755. Fueron las zonas de Andalucía y Castilla y León las más afectadas.

Sus huellas en los monumentos de Andalucía

Torre del Oro de Sevilla
Torre del Oro

En Andalucía, las costas de Huelva y Cádiz quedaron prácticamente destruidas por el terremoto, y también por el tsunami. En Huelva, en concreto, la costa desapareció. Mientras, en Cádiz, la muralla que protege la zona antigua se vio enormemente afectada y se perdieron zonas de paños de muro en el puerto, la parte más expuesta a la embestida del mar.

La torre de Castilnovo de Conil de la Frontera sufrió derrumbes parciales. Formaba parte de un conjunto defensivo potenciado por don Alonso Pérez de Guzmán, quien había sido recompensado por el rey Sancho IV en 1295. Tenía doble finalidad: prevenir los ataques de los musulmanes y proteger la almadraba de atún que había junto a ella y que también sufrió los efectos del maremoto.


Por su parte, en Sevilla, la más perjudicada fue la Torre del Oro, que quedó devastada. Tanto, que se estuvo debatiendo mucho tiempo sobre si recuperarla o derribarla. Finalmente, se restauró, si bien, con una imagen parcialmente distinta a la que habría tenido antes del terremoto.


Y los daños llegaron hasta la provincia de Jaén. Allí, la catedral de Baeza sufrió el desplome de parte del edificio y tuvo que ser levantado de nuevo. Asimismo, los habitantes del castillo de Alcaudete tuvieron que huir, quedando abandonado, algo que provocó su paulatino deterioro, que no ha sido frenado hasta hace pocos años con su puesta en valor.

Efectos del terremoto de Lisboa en otras zonas

Tejados de la catedral salmantina
Tejados de la catedral de Salamanca

En Castilla y León, las torres de iglesias y catedrales también salieron mal paradas. Así, la torre de la catedral de Astorga, en León, casi se derrumba, cosa que sí ocurrió con la torre de la catedral de Valladolid. La Catedral Vieja de Salamanca también tiene heridas desde entonces y la cúpula de la Clerecía de esta ciudad aún está ligeramente inclinada debido al gran sismo.

Peor suerte sufrió el castillo de Torremormojón, que acabó derrumbándose del todo debido a los desperfectos causados durante el terremoto. Y lo mismo ocurrió con el Colegio Viejo de Salamanca.

Por su parte, en Castilla-La Mancha, los efectos de este terremoto también fueron devastadores. Por ejemplo, el palacio del marqués de Santa Cruz en el Viso perdió sus cuatro torres de las esquinas. Y el castillo de Calatrava la Nueva quedó tan dañado que se acabó abandonando, hecho que lo llevó a la ruina.

En Extremadura, cayó la cúpula de la catedral de Coria y sepultó a varios fieles que se encontraban escuchando misa. Finalmente, en Cataluña, se abrió una gran grieta en la montaña de Montserrat. De ella brotaron aguas termales, por lo que allí se instaló el balneario de Puda de Montserrat.

Muchos más son los monumentos de España que aún conservan en su historia las huellas del terremoto de Lisboa de 1755. Te animamos a que visites todos los que te hemos mostrado y que descubras otros más para añadirlos a esta larga lista.

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