El templo Pura Besakih, una de las joyas de Indonesia
El templo de Pura Besakih es, sin lugar a dudas, uno de los complejos religiosos más importantes de Indonesia. También conocido como el «Templo Madre» de Bali, es una de las atracciones turísticas más demandadas por los turistas en los últimos años.
Y es que desde hace ya varios años son muchos los viajeros que eligen a Bali como destino para sus vacaciones. Visitar el templo de Pura Besakih es toda experiencia para aquellos que buscan enriquecerse, tanto cultural como espiritualmente. En él se respira un ambiente de paz, gracias a su mágico emplazamiento, nada menos que a 1000 metros de altura sobre el nivel del mar, y sobre la falda del volcán Agung.
El origen del templo Pura Besakih
Aunque aún en nuestros días se desconoce el origen del templo, sí se han encontrado fuentes fiables que mencionan el culto durante generaciones de los hindúes.
Se cree que el templo ya existía cuando llegaron los conquistadores javaneses a Bali, hace ya más de 2.000 años. Incluso hay restos arqueológicos que lo confirman.
La función principal de este complejo era representar y recrear el conocido como «Tri Hita Kirana», o el equilibrio de la vida en la tierra. De ahí que el lugar esté dividido no sólo por varios templos, sino también por capas en altura para representar el orden correcto del universo.
Desgraciadamente, en el año 1917 la mayoría de los templos que conformaban el complejo quedaron completamente destruidos por un gran terremoto. Por ello, los que podemos contemplar a día de hoy son una reproducción, lo más fiel posible, de su aspecto original.
El más destacado, de los más de 22 que podemos encontrar, se llama Pura Penataran Agung. Aquí suelen reunirse los fieles para mostrar respeto y ofrendas, así como para orar. Muchos turistas, a los que se les veta el paso, tratan de visitar el templo en días festivos para ver a los fieles ataviados con sus ropas tradicionales.
Un último dato curioso: el templo de Pura Besakih sobrevivió a la erupción del Agung del año 1963. Son muchos los fieles que creen que fue deseo de los dioses el que el templo siguiera en pie, ya que otros pueblos y ciudadanos no tuvieron tanta suerte.
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Visitando el templo de Pura Besakih
El Templo Madre, como también suelen llamarlo, está situado al este de Bali, en la falda del monte Agung. Este complejo está compuesto por 22 templos repartidos en seis niveles de altura. Nada más llegar cruzaremos la Candi Bentar, una gran puerta con forma de triángulo que da acceso al templo. Esta representa la separación entre el mundo terrenal y el mundo de los espíritus.
Lo que más llamará nuestra atención son las altas y recargadas pagodas balinesas, también conocidas como merus. Este tipo de pagodas están construidas en madera y cuentan con un tejado fabricado de paja adornada con otros elementos.
Otra particularidad de este tipo de pagoda es que cuenta con un número impar de tejadillos; normalmente entre 3 y 11. Su altura refleja la importancia de la deidad que representa, de forma que los superiores son los más destacados.
Conforme ascendamos no sólo disfrutaremos de las vistas, sino también de la laboriosidad de los templos, para hacernos viajar hasta el punto de iluminación.
Las vistas desde el punto más alto del templo son realmente espectaculares, sin duda un broche de oro para nuestra visita.
Consejos útiles para la visita
Debemos saber que, para llegar hasta el Templo, no tendremos a nuestra disposición transporte público. Por ello, como hemos ido aconsejando en este tipo de países, es mejor alquilar un ciclomotor o bicicleta. En caso de ser un grupo numeroso, lo mejor es pedir un taxi.
El precio de la entrada suele ser de unos 3 euros y medio, pero se debe tener cuidado con algunos de los lugareños que tratarán de sacarnos más dinero por actividades o acceso privilegiado a zonas del templo, que son completamente falsas. El horario de visita es de lunes a domingo, desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde.
Del mismo modo que sucede en otros templos hindúes, es necesario ir vestidos con la ropa adecuada. Las piernas deben ir siempre cubiertas. Por ello, si no disponemos de ropa adecuada, se ofrece en la entrada del templo la posibilidad de alquilar un sarong para cubrirnos.
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