El templo de Lingyin y sus budas tallados en la piedra
El templo de Lingyin es una de las joyas de Hangzhou, en China. Este lugar cobija a miles de monjes y cuenta con un gran patrimonio. De hecho, este templo es de los más grandes y valorados del país. Sin embargo, para los visitantes, su principal atractivo son las cerca de 300 estatuas de Buda que hay en sus instalaciones.
El templo, que está a las faldas de una montaña, cuenta con varias pagodas y grutas budistas. A pesar de la afluencia de turistas, aquí se respira paz y tranquilidad. Por eso, siempre resulta una visita interesante. Vamos a conocerlo mejor.
La historia del templo de Lingyin
El templo de Lingyin se fundó en el año 328 y seis siglos después ya cobijaba en sus instalaciones a más de 3000 monjes. La riqueza de este lugar aumentó tras su reconstrucción entre los siglos XII y XIII. Sin embargo, desde entonces sufrió robos y ataques, por lo que ha tenido que restaurarse 16 veces.
Durante sus casi 17 siglos de historia, el templo de Lingyin se ha dedicado a actividades religiosas y espirituales. En la actualidad, aunque es hogar de miles de monjes, está ocupado sobre todo por turistas. Pero también llegan hasta aquí peregrinos de todo el mundo, aunque especialmente desde otras partes de China.
Qué te espera en el templo de Lingyn
Todo te sorprenderá en este peculiar templo, desde la altura de sus estructuras a las singulares esculturas que lo adornan. Hacemos un pequeño recorrido por él.
Las grutas
Las grutas de Feilai Feng son unas cuevas que puedes visitar. El pico de piedra caliza que las esconde tiene una curiosa leyenda. Cuenta que estaba en la India y viajó hasta este lugar volando gracias a la omnipotencia del budismo.
La parte más curiosa se encuentra en la cueva principal. Existe una grieta en el techo de la que se dice que es “un hilo del cielo” porque desde una posición concreta se puede ver la luz solar.
Salón de los Cuatro Reyes
El Salón de los Cuatro Reyes es la entrada principal del templo y una de las partes más importantes. Cuenta con una estatua del Buda Maitreya. En este lugar también se encuentra la estatua más antigua del templo, un Buda Skanda, que tiene al menos 800 años.
En esta sala se encuentran las estatuas de los cuatro reyes celestiales. Estas esculturas son tan grandes que te dejarán impresionado. La grandilocuencia de esta sala consigue que el templo de Lingyin sea de los principales centros de budismo en China.
Al cruzar por un patio llegarás al Salón Mahavira. En él podrás ver la estatua Shakyamuni, que es la más grande del país construida con madera. En el resto de la sala destaca la estatua de Guanyin y el techo de oro, situado a 30 metros de altura.
Las estatuas de Buda del templo de Lingyin
Sin duda, lo más peculiar de este templo es el camino en el que se encuentran las estatuas de Buda. Un camino “sembrado” de esculturas talladas en la dura roca, situadas en hornacinas o pequeñas cuevas.
Hay alrededor de 300, algunas en mejor estado que otras. No se esculpieron a la vez, sino que se realizaron entre los siglos X y XIV. Y cada una de ellas es diferente a la anterior.
La más curiosa y también fotografiada de todas es la del Buda Maitreya. Se encuentra sonriendo y recostado. Además, deja al aire su enorme panza. Esta estatua es de las mejor conservadas de todas las que hay junto al templo de Lingyin.
Qué más ver en Hangzhou
En Hangzhou, el templo de Lingyin es uno de los principales atractivos turísticos, pero no el único. Hay que visitar la pagoda de Seis Armonías, levantada en el año 970. Hace honor a las seis ordenanzas budistas, que son las armonías de los cielos, la tierra, este, oeste, norte y sur.
Otra zona que debes ver en Hangzhou es el famoso lago del Oeste. En él hay hasta cuatro islas artificiales. Puedes pasear por él para conocerlo a fondo y disfrutar de las mejores vistas desde sus miradores. También tienes la opción de conocer el lago desde dentro, es decir, en una embarcación que recorra sus aguas.