Disfruta de El Tajín, en México, con nuestra guía
Papantla es una ciudad situada en la zona de la Veracruz, en México. En ella se localiza una zona arqueológica precolombina donde habitaron los totonacas durante siglos. Descubrimos El Tajín, cuyo su nombre significa “ciudad del trueno” en la cultura totonaca. ¿Quieres saber más cosas sobre este lugar? ¡Acompáñanos!
Guía de visita de la zona arqueológica El Tajín
La zona arqueológica El Tajín se encuentra entre las cuencas de los ríos Cazones y Tecolutla, al norte de México. Está formada por basamentos piramidales.
Fue uno de los principales núcleos del Imperio totonaca, un pueblo indígena dedicado a la agricultura y al comercio. Entre los años 800 y 1150, El Tajín representó la zona de máximo esplendor de la sociedad totonaca.
Algunos datos importantes sobre El Tajín
La zona arqueológica abarca los restos de una metrópolis de una extensión de 10 km². Fueron descubiertos en el año 1785 por Diego Ruiz, un ingeniero, aunque las excavaciones no comenzaron hasta 1943. Actualmente, hay zonas que todavía no se han descubierto.
Por otra parte, se localiza en una ruta que une el golfo de México con el centro del país. Por esta razón estratégica, el comercio fue una de las principales actividades de los totonacas.
Arquitectura de El Tajín
La arquitectura de el Tajín es única en toda la zona. Se caracteriza por tener columnas y frisos con relieves elaborados. Sus construcciones estaban situadas entre espacios abiertos, con desniveles donde se sitúan un total de diecisiete canchas de juegos de pelota.
Los edificios son de base cuadrada o rectangular. Las principales construcciones son templos, palacios y canchas de juego de pelota. Las edificaciones fueron realizadas de acuerdo a la clase social.
Lugares de interés dentro de la zona arqueológica
En concreto, la zona desde la cual se gobernaba el Imperio recibe el nombre de Tajín Chico. En ella se encuentran construcciones destacadas como la Pirámide de los Nichos, el Edificio 5 y las canchas del norte y sur del juego de pelota.
La magia de la Pirámide de los Nichos
También conocida como Pirámide de las Historias, es la construcción más importante del yacimiento. Es una pirámide sin el vértice superior, con siete niveles y una altura de 18 metros.
La función de la pirámide se desconoce. No obstante, se piensa que fue lugar de culto al dios del trueno, a quien los totonacas pedían lluvia para sus cultivos. Aunque también hay una segunda teoría. Los investigadores piensan que la pirámide pudo ser un antiguo calendario, al estar formada por 365 nichos de colores.
Tradición precolombina a base de juegos de pelota
Los totonacas, al igual que otras sociedades precolombinas, practicaban el juego de pelota como deporte con connotaciones tanto rituales como rutinarias. Se lleva practicando desde el año 1400 a.C.
Por esta razón, a lo largo de todo el Tajín hay varias canchas, donde se sabe con certeza que los habitantes de la ciudad jugaban a este deporte. Son extensiones conformadas por dos paredes laterales que servían para hacer rebotar la pelota.
Se piensa que jugaban para solucionar conflictos de toda índole, ya que el ganador era quien recibiría el apoyo de los dioses. Podía practicarse tanto como ritual (lo que incluía sacrificios humanos) como de manera informal, ya que lo podían practicar los niños cuando estaban en la calle.
Cómo llegar a la zona arqueológica de El Tajín
El Tajín se encuentra en la zona norte de México, en concreto, en la zona de la Veracruz. Para llegar tienes que dirigirte a Paplantla, 9 kilómetros al oeste. Por el sur está Poza Rica, otro pueblo de Veracruz.
El horario de visita es de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Está abierto todos los días. La entrada cuesta 57 $, aunque el precio puede aumentar si llevas contigo cámara de vídeo. En la zona arqueológica hay servicios, museos, cafetería y servicios de información para ayudar al turista.
“La gente no hace viajes, son los viajes los que hacen a la gente.”
-John Steinbeck-
Actualmente, El Tajín es un recuerdo de lo que hace siglos fue una ciudad llena de vida. Por su belleza e importancia histórica fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1992. Pero en México hay muchos más restos de pueblos prehispánicos que sin duda te encantarán. ¿A qué estás esperando para visitarlos?