Visitamos el impresionante cañón del Antílope, en Arizona
Seguramente hayas visto fotografías del impresionante cañón del Antílope. Y no es de extrañar, puesto que se trata de uno de los cañones más famosos y visitados de Estados Unidos. Se encuentra en el norte del estado de Arizona y forma parte de una reserva de indígenas navajos. ¿Quieres visitarlo?
¿Cómo se ha formado el impresionante cañón del Antílope?
Este cañón es un cañón de ranura. Dicha formación geológica se ha formado por la acción del agua. Es decir, se ha ido horadando con el paso de las corrientes de agua. Este proceso se conoce como epigénesis y se ha prolongado durante miles de años.
Como resultado, las paredes del cañón del Antílope alcanzan unos 40 metros de altura en algunos puntos. El cañón suele dividirse en dos formaciones, el cañón del Antílope superior y el inferior, y tiene una longitud total de unos 400 metros.
El nombre proviene de los rebaños de antílopes que solían pastar y pasear por el cañón durante el invierno.
Un lugar espiritual para los indígenas navajos
Como hemos dicho, el impresionante cañón del Antílope forma parte de una reserva de indígenas navajos. Y son ellos, los navajos, los que llevan a cabo la gestión de este espacio natural. De hecho, es obligatorio contratar la ayuda de un guía navajo para visitar el cañón, puesto que se corren ciertos riesgos al adentrarse entre las estrechas paredes.
Dentro de la cultura de los navajos, el cañón se considera un lugar espiritual. Al adentrarse en él, se puede estar más cerca de los dioses y, por supuesto, en armonía con la madre naturaleza. En el idioma navajo, el cañón del Antílope tiene el nombre de Tsé Bighánílíní, que significa ‘lugar donde corre el agua a través de las rocas’.
Asegúrate de ir bien acompañado
Aunque este cañón se encuentra en el desierto de Arizona, las lluvias son abundantes. Esto supone un gran riesgo, puesto que el cañón se encuentra bajo el suelo, formando túneles.
Por esto mismo, se puede inundar completamente en cuestión de minutos. Por eso, para evitar problemas o accidentes de este tipo, es obligatorio contratar la ayuda de un guía experto.
En 1997, el lugar ocupó las portadas de todos los periódicos por la muerte de 11 turistas por una inundación instantánea. Solo el guía se salvó. Este es un caso aislado, claro está. Pero, aun así, ten mucho cuidado, sé prudente y asegúrate de seguir las instrucciones que te dé el guía.
Un caleidoscopio natural
Las paredes del cañón son de arenisca y recuerdan, gracias a la luz que se filtra del exterior, a una pintura surrealista. Seguramente os encontréis a algún que otro fotógrafo profesional durante vuestra visita guiada. No es de extrañar, puesto que las tonalidades de las rocas varían a lo largo del año, con el cambio de estación.
Incluso en el mismo día, los colores pueden cambiar dependiendo de la luz que entre por las grietas o el ángulo de visión en el que situemos la cámara. Este lugar tiene, por lo tanto, cierto aire de caleidoscopio natural.
Qué ver en el Cañón del Antílope
Este cañón, situado en el área recreacional de Glen Canyon, constituye una de las paradas en el famoso recorrido por los parques nacionales del oeste de Estados Unidos. Se divide en dos partes.
Upper Canyon
El cañón superior es el más visitado y el que más fotografías protagoniza. La excursión a esta parte de la formación geológica dura 90 minutos. Te recomendamos visitarlo durante el mediodía, sobre las 12. En esas horas, la luz entra a raudales por las grietas y da lugar a un impresionante espectáculo cromático.
Esta es la parte más transitada del cañón, por lo que te recomendamos comprar las entradas con unos días de antelación. Se pueden comprar en la página web de Antelope Canyon.
Lower Canyon
El cañón inferior es más estrecho que el superior. En ocasiones, el paso no supera los 50 centímetros. Para visitarlo, no es necesario comprar las entradas con antelación, puesto que está mucho menos concurrido.
Para acceder a él, hay que bajar por unas escaleras metálicas que facilitan la entrada y la salida. En el pasado, solo se podía acceder escalando. Por eso se le consideraba un lugar extremadamente peligroso dadas las repentinas subidas del río Antílope, que podían inundarlo rápidamente.
El recinto del cañón inferior está abierto todo el año, excepto en los días de lluvia, que no se le permite el acceso a los turistas.
“Creo que el mundo es incomprensiblemente hermoso: una perspectiva infinita de magia y maravilla.”
-Ansel Adams-
Si tienes la suerte de encontrarte en Estados Unidos, no dudes en visitar el impresionante cañón del Antílope, una joya de la naturaleza.