El Algarve, magia y belleza en el sur de Portugal
Es una región realmente hermosa en la costa de Portugal que merece la pena visitar en tus próximas vacaciones. Con playas de arenas finas y doradas, aguas transparentes y pueblos preciosos, el Algarve es encantador, se mire por donde se mire. Hay mucho que ver y hacer en esta región, te mostramos lo que no debes perderte.
El Algarve, donde se pone el sol
Algarve proviene del árabe y quiere decir “la tierra por donde se pone el sol”. Una tierra hermosa al sur de Portugal que se ha convertido ya en el destino de sol y playa para muchos turistas. Si has decidido conocerlo, estos son lugares de visita obligada:
1. Ponta da Piedade (Lagos)
El paisaje de Ponta da Piedade parece sacado de un cuento. Sus acantilados y su mar turquesa crean una de las imágenes más conocidas del Algarve. Un lugar de acceso algo complicado, pero cuya belleza hace que se dé por bueno cualquier esfuerzo.
Puedes disfrutar de paseos en barco para llegar a cuevas, arcos y grutas naturales excavados en las rocas. O, simplemente, sentarte y pasar horas mirando el mar desde un lugar privilegiado.
2. Puerto de Olhao
Puedes pasar un día inolvidable en este puerto de pescadores. A tan solo 10 kilómetros de Faro, podrás aprender mucho sobre las costumbres y tradiciones de este bello lugar. Además desde Olhao accederás a una isla con playas maravillosas.
Su mercado, su villa pesquera y su barrio de marineros son los imperdibles aquí. ¡No dejes de disfrutar un rico almuerzo con influencia morisca!
3. Cabo de San Vicente
Se localiza a 3 kilómetros de Sagrés y es otro de los puntos panorámicos naturales impresionantes de Algarve. Este sitio es ideal para disfrutar de la puesta del sol en pareja (o con quien quieras).
Observa los magníficos acantilados y cómo las olas rompen con fuerza en ellos, es espectacular. Y disfruta de la brisa, el canto de los pájaros y el aroma a sal… todo eso y más te espera en el cabo de San Vicente.
4. Portimao
Es uno de los mejores sitios para comer mariscos de todo el Algarve. Es la segunda ciudad más grande de la región. Fue fundada por los fenicios y desde entonces es un centro pesquero por excelencia.
5. El Guadiana
El río Guadiana separa el Algarve de España. Esta frontera natural es realmente preciosa. En sus alrededores nos encontramos con bellos pueblos de pescadores, excelente gastronomía, miles de aves volando y una playa inolvidable.
Desde Tavira se pueden hacer excursiones a esta zona menos transitada. No te pierdas la Vila Real de Santo Antonio, la Praia Fluvial de Alcoutim y la Reserva Natural do Sapal de Castro Marin.
6. Praia da Rocha
A pocos kilómetros de Portimao, este precioso conjunto de acantilados te dejará boquiabierto. Su famoso arco dorado formado por dos peñones nos permiten ver cómo el mar se va perdiendo en el horizonte. La pequeña playa se ha convertido en un paraíso para los que buscan algo diferente en sus viajes.
“La naturaleza nunca se apresura. Átomo por átomo, poco a poco logra su trabajo.”
-Ralph Waldo Emerson-
7. Vía Algarviana
Para disfrutar de los maravillosos paisajes en el interior del Algarve, nada mejor que hacer este sendero a pie. Puedes realizar el camino completo (son 300 kilómetros) o bien algunas partes. Entre los sitios destacados está Monchique, entre las cumbres más altas de la región, donde disfrutar de vistas impresionantes.
8. Praia da Marinha
Está cerca de Carvoeiro y se caracteriza por sus aguas cristalinas, sus formaciones rocosas (que parecen haber sido talladas por el hombre) y una distribución original. Sin duda, es una de las playas más bonitas no solo de Algarve, sino también de toda Europa.
9. Serra do Caldeirao
Está muy cerca de la costa pero lo que más llama la atención de esta región en pleno Algarve son sus pueblecitos al norte de Loulé. Aquí podrás aprender sobre las tradiciones del sur portugués, entre campos y huertos. Un destino precioso para hacer senderismo, observación de aves y diferentes excursiones.
Alte es un bonito pueblo repleto de flores, fuentes y molinos. Un lugar que puedes elegir para la hora del almuerzo, así como también el pequeño Sarnadas, con su cocina de montaña.