De vuelta a la Edad Media en 7 preciosos pueblos españoles
Para viajar en el tiempo solo tenemos que hacer algunos kilómetros desde las principales ciudades. A lo largo y ancho del país encontraremos preciosos pueblos españoles que aún se mantienen su sabor medieval y nos esperan de brazos abiertos para mostrarnos su historia y su arquitectura. Visitamos algunos de ellos.
Preciosos pueblos españoles de ambiente medieval
Si estás organizando una escapada de fin de semana o quieres un destino diferente para tus vacaciones, te recomendamos estos preciosos pueblos españoles que se han quedado perdidos en el tiempo. Con su ambiente medieval, estas localidades te atraparán:
1. Besalú
Se trata de una de las localidades medievales mejor conservadas. Está situada en la comarca de la Garrotxa, en Girona, y para acceder a ella deberás cruzar un precioso puente románico.
El recinto amurallado de Besalú esconde callejuelas empedradas, la bellas Iglesia de Sant Vicenc (del siglo XII), el Barrio Judío y la Sala Gótica de la Curia Real.
Y, si tienes tiempo, te podemos recomendar dos pueblos cercanos, Tossa de Mar y Peratallada. El primero tiene una muralla que data del siglo XIII y un encantador casco antiguo. En Peratallada también podrás admirar una bonita muralla y pasear por callejuelas empedradas hasta la antigua torre del homenaje del castillo.
2. Santillana del Mar
Se la conoce como la villa de las tres mentiras ya que “no es santa, ni llana ni tiene mar”. Pero lo que no es mentira es que este pueblo cántabro es uno de los más bonitos que puedas conocer. Santillana tiene sus orígenes en el siglo VIII, cuando unos monjes construyeron una iglesia para proteger las reliquias de Santa Juliana. Un siglo más tarde se erigió una colegiata con un claustro.
En tu paseo por Santillana del Mar te encontrarás con las torres de Merino y Don Borja, dos de las construcciones civiles más antiguas. También descubrirás el palacio y la torre de Velarde, la casa de Leonor de la Vega o los palacios de Barreda y Tagle. Y son solo algunos de sus atractivos.
3. Albarracín
Una de las joyas de Teruel, que fue fundada por los musulmanes del linaje de los Ibn-Racín en el siglo XI. El castillo que podemos ver hoy en día fue la alcazaba de la familia. En el pueblo además se conserva la torre del Andador y el trazado original. Gracias a su sistema defensivo, Albarracín no pasó a la Corona de Aragón hasta el siglo XIV.
Pasear por sus empinadas calles nos lleva a tiempos pasados, ya que conserva todo sus ambiente medieval, gracias, en parte, a sus murallas y su castillo.Sin olvidar, por supuesto, ni su Plaza Mayor ni su catedral.
4. La Alberca
En nuestro recorrido por preciosos pueblos españoles que nos hacen disfrutar de ambientes de otras épocas nos vamos a Salamanca, a la Sierra de Francia. Parada del Camino de Santiago, lo que caracteriza a La Alberca es su maravillosa arquitectura tradicional.
La imagen de la Plaza Mayor, decorada con hermosos balcones y soportales, es inolvidable. Y en el paseo por las estrechas y laberínticas calles de este precioso pueblo se atisban características de tres religiones: cristiana, musulmana y judía.
5. Aínsa
Los inicios de este bello pueblo de Huesca se remontan a la construcción de un castillo. Luego se añadieron las murallas. Pero una de las características principales de la antigua capital del condado de Sobrarbe es que nunca fue conquistada por los musulmanes. Incluso la iglesia se usaba como defensa.
Sus calles empedradas, su Plaza Mayor y las maravillosas vistas hacia los Pirineos hacen de Aínsa un lugar especial. Uno de esos preciosos pueblos españoles anclados en otra época y que merece la pena visitar.
6. Peñafiel
Nos vamos a Valladolid, a un pueblo medieval que sigue manteniendo su esencia como hace varios siglos. El castillo de Peñafiel parece proteger los viñedos y a toda la población que se asentó allí en el siglo X. Tal es la relación entre el vino y la construcción que en el interior podemos disfrutar de un museo de la vid.
“El vino es la luz del sol, unida por el agua.”
-Galileo Galilei-
7. Pedraza
Está ubicada en Segovia y es una de las localidades medievales mejor conservadas de la región. Sus monumentos y edificios fueron erigidos entre los siglos XIV y XVII. En esa época Pedraza fue un gran centro de fabricación de paños de lana de oveja. Los talleres abastecían a ciudades importantes como Florencia, en Italia.