Disfruta de los sabores de la fabulosa cocina sueca
La cocina sueca destaca por incorporar en sus platos carnes de pescado, cerdo y ternera; al igual que vegetales como coles, pepino, nabos, zanahoria y, sobre todo, patatas. También son comunes ingredientes como arándanos, bayas, setas y derivados lácteos, entre muchos otros.
Uno de los principales distintivos de la gastronomía sueca es su sencillez y una variedad de platos en los que se consigue un equilibrio entre lo dulce y lo salado. La mayoría de los ingredientes utilizados en las recetas contienen un alto valor proteico y energético.
La cocina sueca es resultado de un medio ambiente exigente y un acervo cultural rico en tradiciones. Aunque tiene sello propio, guarda similitudes con las gastronomías de Noruega y Dinamarca.
Si te llama la atención la comida nórdica, abre tus sentidos y permite el ingreso de todos esos aromas, texturas, sabores y colores que la conforman. No te pierdas la experiencia gastronómica que sigue a continuación.
1. Köttbullar (albóndigas de carne), estrella de la cocina sueca
El köttbullar es, probablemente, el plato típico más popular de Suecia y uno de los más conocidos internacionalmente. Además de ser un plato nutritivo, sobresale por su sabor incomparable. También se le conoce como ‘albóndigas suecas’ y es una comida que no te puedes perder en caso de visitar este país.
En su preparación intervienen ingredientes como carne de res sola o combinada con carne de cerdo, cebolla, mantequilla, huevos, leche, pan rallado, pimienta blanca y sal. La cebolla se saltea y luego se mezcla con los demás ingredientes, previamente picados. Luego se hierven en caldo de carne junto con mantequilla. Se acompañan con puré de patatas y salsa de arándanos rojos.
2. Smörgåsbord (comida libre)
El smörgåsbord no solo es un plato tipo bufé, sino una tradición sueca muy difundida internacionalmente. Consiste en servirse, de entre una gran variedad de alimentos, lo que cada comensal prefiera. Esto se puede hacer sobre un plato o a la vieja usanza, tomando pan y rellenándolo con lo que cada uno quiera servirse.
En términos generales, sobre la mesa se disponen productos de todo tipo, dentro de los que cabe destacar diferentes clases de panes. Así mismo, también se ofrecen pescados como arenques o salmón ahumado, patés, albóndigas y salchichas, entre otros. Tampoco faltan derivados lácteos como mantequilla y quesos, además de postres y diferentes tipos de bebidas.
3. Älggryta (carne de alce)
Es uno de los platos más tradicionales de la cocina sueca y se consume sobre todo al norte del país, en la región de Laponia. La carne de alce es muy nutritiva, magra y, por tanto, saludable. Además, es un plato costoso que principalmente se prepara como estofado.
Sus ingredientes son carne de alce, cebollas, zanahorias, chantarellas, caldo de carne y crema de leche. Adicionalmente, se añaden sal, pimienta, setas, enebro, tomillo, arándanos rojos y aceite de oliva extra virgen. Se prepara de manera similar a un gulasch y se acompaña con patatas.
4. Chokladboll (bolas de chocolate)
En la cocina sueca existen infinidad de postres deliciosos y el chokladboll es uno de los más típicos de esta lista. Normalmente, se consume durante todo tipo de festividades, especialmente las que participan niños. Su preparación es sencilla y disfrutarlo es lo mejor de todo.
Para su elaboración se usan copos de avena, azúcar, mantequilla, café, cacao o chocolate negro, sal, ralladura de coco y, si se desea, esencia de vainilla. En un recipiente se mezclan el azúcar, la sal y café caliente. En otro se funden el cacao o chocolate y la mantequilla; luego se mezclan bien los dos preparados añadiendo copos de avena. Luego se forman bolas y se espolvorean con ralladura de coco.
5. Knäckebröd, el pan de la cocina sueca
El knäckebröd es el pan sueco con el que se acompañan la mayoría de platos del país, por lo que no puede faltar en la mesa. Aunque también se acostumbra a consumirlo solo o en compañía de queso, mermelada o algún fiambre. Es un pan seco y crujiente que se conserva muy bien por largo tiempo. Existen variedades dulces y saladas.
Hay muchas variantes de este tipo de pan en las que se puede usar cualquier tipo de harina como trigo, cebada, patata o incluso guisante. Sin embargo, la más tradicional es la de centeno, que se combina con agua, sal y levadura madre o liofilizada. A esta preparación base se añaden otros ingredientes, dependiendo del tipo de pan.
6. Semla (pastelitos aromáticos)
Estos pastelitos son una verdadera delicia y también son parte de la lista de tradiciones de la cocina sueca. De hecho, su consumo está estrechamente ligado a la celebración de la Cuaresma. Sin embargo, hay quienes piensan que su origen es napolitano y que se remonta al siglo XVIII.
En su preparación participan ingredientes como leche tibia, levadura, azúcar, huevos, mantequilla, cardamomo, harina y sal para la masa. Para el relleno se utiliza leche, pasta de almendras, crema de leche y azúcar en polvo.