Cómo descubrir Sevilla en 4 pasos
Descubrir Sevilla es una verdadera delicia para cualquier visitante. Una ciudad andaluza llena de contrastes que se dejan ver sobre todo en su arquitectura, con mezclas de diferentes épocas y estilos, desde el árabe al renacentista o el barroco. Esta maravillosa ciudad cuenta con uno de los cascos históricos más bellos de Europa. Sin duda, el lugar ideal para dejarse contagiar por la alegría de sus habitantes.
4 paradas para descubrir Sevilla
1. La imponente Plaza de España
La primera parada para descubrir Sevilla es la Plaza España. Un inmenso recinto con 200 metros de diámetro que abarca una superficie de 50.000 m². La plaza fue diseñada por el arquitecto Anibal González y, de hecho, fue la obra más emblemática en la Exposición Iberoamericana de 1929.
Los elementos más llamativos de la Plaza España son sus imponentes torres de estilo barroco, que se encuentran en perfecta armonía con su estructura semielíptica. El canal que bordea la plaza invita a relajarse, mientras que sus hermosos puentes, que simbolizan los 4 antiguos reinos de España, son el escenario perfecto para una fotografía inolvidable.
La decoración de la plaza se realizó a base de cerámica, ladrillo, mármol labrado y hierro forjado. Y no hay que perderse los maravillosos bancos, que representan cada una de las provincias españolas. Los azulejos que los recubren muestran hechos históricos relevantes de cada una de ellas.
2. La magia de los Reales Alcázares
La siguiente parada para descubrir Sevilla son los Reales Alcázares. Este conjunto palaciego se construyó durante la Alta Edad Media y muestra una interesante mezcla de estilos, desde elementos de la arquitectura árabe a otros propios del estilo gótico o mudéjar.
Declarado Patrimonio de la Humanidad, este recinto es la residencia real más antigua de Europa y en sus estancias se han alojado destacadas figuras políticas españolas y extrajeras y miembros de casas reales europeas que se enamoraron de este magnífico lugar.
Los jardines son parada obligatoria para cualquier visitante, aunque han sufrido múltiples transformaciones desde su origen, sin dejar de lado su legado musulmán. En ellos se puede disfrutar de un agradable paseo entre fuentes forradas de azulejos, patios con plantas de diversos tipos y otros elementos decorativos.
“Sevilla, hermosísima ciudad; quien no ha visto a Sevilla no ha visto maravilla; y yo soy de la misma opinión.”
-Lord Byron-
3. La histórica catedral de Sevilla
Esta catedral destaca por ser la tercera más grande del mundo, ya que las que ocupan los primeros puestos en dicha categoría son la de San Pedro en el Vaticano y la de San Pablo en Londres. La estructura de este templo conserva su estilo de origen gótico, aunque con el paso del tiempo se le agregaron elementos renacentistas.
En la antigüedad, en este emplazamiento se encontraba la gran mezquita. Cuando Fernando III de Castilla logró conquistar la ciudad en el año 1248 se convirtió en templo cristiano y a principios del siglo XV se decidió derribarlo para construir en su lugar esta magnífica catedral.
Es impresionante por fuera y maravillosa por dentro, con una nave mayor asombrosa en la que se puede admirar el coro y la Capilla Mayor. Y son solo dos de las joyas de la catedral, también declarada Patrimonio de la Humanidad.
4. La Giralda, una joya única
La Giralda es una torre que forma parte de la catedral de Sevilla, pero en sí es un monumento aparte, también protegido por la Unesco. Esta torre de estilo almohade fue construida entre 1184 y 1197 y forma parte de la construcción original de la primitiva mezquita.
El campanario de la Giralda fue añadido por los cristianos tras la reconquista. Lo que permitió que alcanzara una altura de hasta 100 metros. Un dato curioso es que en el siglo XIV desaparecieron 3 bolas que decoraban la antigua mezquita debido a un terremoto.
Para acceder al campanario el visitante deberá subir a través de una rampa de tramos anchos, construida para que incluso pudieran subir caballos. Desde lo alto se contempla una maravillosa vista, ideal para descubrir Sevilla y empaparse de la verdadera magia de esta encantadora ciudad andaluza.
Hemos hecho solo cuatro paradas, pero Sevilla tiene muchos más rincones, monumentos y barrios maravillosos ¡Descúbrelos!