Descubrimos la histórica Tíndaris en Sicilia

Descubrimos la histórica Tíndaris en Sicilia

Escrito por Adrián Pérez

Última actualización: 18 octubre, 2016

Hablar de Sicilia es evocar hermosos paisajes, casas construidas a orillas del mar, paseos en velero, vestigios históricos y vacaciones inolvidables. Pero hay un lugar especial uno de los destinos sicilianos que nadie debería perderse: Tíndaris, en la costa norte, sobre el golfo di Patti.

Tyndaris antigua, Tíndaris actual

La ciudad estaba ubicada entre Milas y Agatirno, en la Ponta di Milazzo y a 50 kilómetros de Mesina. La antigua Tyndaris pertenecía a Grecia, ya que fue fundada por Dionisio en el año 396 a.C. junto a exiliados expulsados del Peloponeso por los espartanos.

Si bien al principio se habían instalado en Mesina, finalmente se mudaron a las tierras hasta el momento propiedad de la ciudad de Abaceno. En sus épocas de mayor esplendor Tyndaris tuvo 5.000 habitantes. Fue bautizada con ese nombre en honor a Tíndaro (rey de Esparta) y los Dioscuros (los hijos mellizos de Zeus).

Ciudad romana de tíndaris
Ciudad romana de Tyndaris – Lucky Team Studio

Testigo directo de muchas guerras (entre ellas la primera guerra púnica), Tyndaris fue pasando de mano en mano debido a su posición estratégica, en las costas del mar Tirreno. Volvió a brillar cuando el Imperio romano se hizo cargo de la zona y nombrada una de las 70 ciudades honorables para rendir ofrendas al templo de Venus en Eryx.

Según Pilinio, un escritor y científico antiguo, la ciudad de Tyndaris sufrió una “calamidad natural” (se cree que un terremoto). En el siglo XIX la zona aún permanecía despoblada, aunque mantenía el nombre gracias a una iglesia erigida en lo más alto de una colina (la Madonna di Tindaro).

Las ruinas de la ciudad antigua son visibles, así como también los restos de las murallas en el borde de los acantilados. Todavía se pueden ver monumentos de épocas antiguas, tanto griegas como romanas.

La Virgen Negra y otros atractivos de Tíndaris

La devoción por la Virgen Negra y la fundación de la primera iglesia en la región están relacionadas con la llegada del cristianismo. Tíndaris se convirtió en un centro religioso destacado y su santuario de la Madonna Nera sigue siendo la meta de una peregrinación que reúne a miles de fieles italianos cada 8 de septiembre.

Santurario de la Virgen Negra en Tíndaris
Santurario de la Virgen Negra – Anna Lurye

Este santuario fue construido en el siglo XVI, sin embargo el edificio actual terminó de erigirse en 1979. La Virgen Negra llegó a Tíndaris a través de los bizantinos en el siglo VIII desde Constantinopla. Una tormenta llevó al barco a anclar en las costas. Los marineros agradecidos le levantaron un altar.

La laguna

Laguna de Tíndaris
Laguna de Tíndaris – elxeneize

Muy cerca del santuario no podemos dejar de ir hasta la laguna di Marinello con sus hermosas islas Eolias. Todo el conjunto (que incluye pequeños lagos en los alrededores) forman una reserva natural que se nutre del torrente fluvial del Timeto.

La laguna tiene unas 400 hectáreas y podemos disfrutarla casi en toda su circunferencia. Para terminar el paseo, la gruta natural Donna Villa, con sus estalactitas y estalagmitas, te atraerá como, según la leyenda, hacía con los marineros.

Restos arqueológicos

Mosaico en Tíndaris
Mosaico romano – Lev Levin

Volviendo al pasado griego y romano de Tindaris, aún se pueden ver algunas construcciones que tienen miles de años: el teatro (se estima que en sus orígenes era griego pero luego fue reconstruido por los romanos), una villa romana que conserva los pavimentos de mosaicos, unas tumbas romanas de lo que sería un cementerio y el “gimnasio”, un edificio con dos arcos de piedra cuya finalidad aún no se ha podido determinar.

También podemos admirar una basílica, las ruinas de un barrio romano, una acrópolis y agora griegas y una ínsula donde había edificios que se usaban como “tiendas” o termas.

“La mejor educación que puedes recibir es viajando.”

– Lisa Ling –

Por último, tras tanto pasear te mereces tumbarte al sol en la preciosa playa de Marinello. Su origen, según las leyendas, está relacionado con la caída de una niña entre las rocas (afortunadamente salió ilesa del accidente).