Descubre las maravillas de la meseta de Guiza en Egipto
En el maravilloso Egipto, con miles de años de historia, se encuentra la meseta de Guiza. Forma parte de la gran necrópolis de Menfis, la cuna del Antiguo Egipto. Es conocida porque hace miles de años se construyeron tres pirámides de la cuarta dinastía egipcia. ¿Tienes ganas de descubrirlas todas?
Breve historia de la meseta de Guiza
En la meseta de Guiza se encuentra la necrópolis del mismo nombre, la mayor del Antiguo Egipto. Comenzó a utilizarse durante la segunda dinastía, aunque su máximo esplendor se alcanzó durante la cuarta.
Lo más destacado que se puede encontrar en la meseta son las tres pirámides: Keops, Kefrén y Micerino. Y junto a ellas, los Templos del Valle, embarcaderos, calzadas procesionales y la Gran Esfinge de Guiza. También se excavaron algunas fosas y se encontraron barcas solares ceremoniales y más templos funerarios.
En los templos funerarios se encontraron mastabas con miembros de la familia real, funcionarios y sacerdotes. De las tres pirámides se conserva su núcleo, formado de piedra caliza, y sus revestimientos son de granito rosado. En el año 1959 el conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
“La historia… testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, testigo de la antigüedad.”
-Cicerón-
Las maravillas y misterios de la meseta de Guiza
A continuación, te mostramos una lista de todos los lugares que forman parte de la meseta y que tienen tanta historia que contarte:
1. Pirámide de Keops
También se la conoce como la Gran Pirámide de Guiza. Es la más antigua de las siete maravillas del mundo, la única que aún se conserva. Además, es la mayor de todas las pirámides de Egipto. Fue construida por el arquitecto Hemiunu bajo las órdenes del faraón de la cuarta dinastía.
La construcción de la pirámide se realizó sobre el año 2570 a.C. y durante 3800 años fue el edificio más alto de la tierra, con 146 metros de altura. Está formada por tres cámaras principales: dos en el interior y una en el subsuelo. Se accede desde el lado norte por un pasaje descendente.
Al este de la pirámide se construyeron las pirámides de las Reinas, que sirvieron como tumbas a la madre del faraón, Hetepheres, y sus esposas. Hoy en día, se piensa que hay cámaras secretas que todavía no han sido descubiertas.
2. Pirámide de Kefrén
Durante un tiempo se pensó que era la pirámide más alta al estar construida sobre la zona más elevada de la meseta. No obstante, si hoy en día es la más alta de las dos es debido a que la cúspide de Keops se ha erosionado.
Cuenta con patios y pilares sin jeroglíficos ni adornos. Allí se encontró un sarcófago en cuyo interior no se sabe si el cuerpo que alberga es de Kefrén o no.
Como curiosidad, te contamos que fue la primera gran pirámide que se construyó basándose en el triángulo sagrado egipcio de proporciones 3-4-5. Los investigadores piensan que hay todavía galerías y pasadizos secretos que no se han encontrado.
3. Pirámide de Micerino
Es la menor de las tres pirámides de la meseta de Guiza, con solo 64 metros de altura. Fue conocida como la “Pirámide Divina”, al albergar en su interior un templo funerario. La construcción fue ordenada por el faraón Menkaura.
Durante las exploraciones de la pirámide se encontró un sarcófago que contenía una momia en su interior. En contra de lo que podía pensarse, no era del faraón, sino de Micerino, de ahí el nombre de la pirámide.
4. Gran Esfinge de Guiza
Es una monumental escultura con forma de león y cabeza humana que se encuentra frente cerca del río Nilo. Está construida a partir de roca caliza. Tiene una altura de 20 metros y una longitud de 57 metros. Se piensa que la cabeza, de 5 metros de altura, podría representar al faraón Kefrén.
El cuerpo estuvo pintado de color rojo y el nemes que cubría la cabeza, de amarillo y azul. Algunas de sus partes se encuentran repartidas por museos de todo el mundo, como la barba, que se encuentra en el Museo Británico de Londres.
También se pensó que su nariz había sido destruida por el ejército de Napoleón. No obstante, se comprobó que los datos eran falsos, ya que la esfinge aparecía sin nariz en unos dibujos anteriores a la época napoleónica.
Si hay algo que tenemos claro del Antiguo Egipto es que hay todavía muchas cosas que nos quedan por saber. Por algo los propios investigadores continúan inquietos con sus exploraciones de las pirámides. Tras su majestuosidad y su belleza, se esconden secretos que aún desconocemos y que los creadores se llevaron a la tumba.
Y por esta razón, visitar la meseta de Guiza será capaz de estremecerte e impresionarte. Leyendas y secretos, al puro estilo egipcio, están esperando tu visita. ¡No te los pierdas!