5 cosas muy especiales que puedes hacer en Guilin
Nos vamos a una localidad situada al noroeste de la Región Autónoma Zhuang de Guangxi, en la República Popular China. Guilin destaca especialmente por su naturaleza, pero también por su patrimonio cultural y su gastronomía. A continuación te contamos lo mejor que se puede hacer en Guilin. ¿Nos acompañas?
1. Hacer un crucero por el río Li
Sin duda, es una de las opciones más recomendables. En este crucero que conecta Guilin con Yangshuo los turistas pueden disfrutar de los bellos paisajes de las montañas kársticas. Algunos de sus puntos de interés son la colina de la Trompa de Elefante; la cueva de la Corona, de doce kilómetros de longitud; y la colina Mural, un acantilado tallado en una colorida roca que desprende verdes.
El crucero, que tiene una duración de unas cuatro horas, también discurre por diversos pueblos, como Daxu, que mantiene un ambiente medieval. Otros son Yangdi y Xingping, famoso, entre otras cosas, por su patrimonio cultural. Precisamente, el paisaje entre estos dos municipios es lo más destacado del trayecto.
Ya en Yangshuo los visitantes pueden reponer fuerzas en alguno de sus restaurantes y probar su plato típico: el pescado a la cerveza. Otras posibilidades son ir en bicicleta hasta la montaña de la Luna; o disfrutar del espectáculo de San Jie Lu, que aprovecha el entorno natural para mostrar espectaculares juegos de luces y colores.
“Un buen viajero no tiene planes fijos ni la intención de llegar.”
-Lao Tse-
2. Probar la gastronomía típica de Guilin
La cocina de Guilin es una mezcla de cocina cantonesa y de Zhuang. Es famosa sobre todo por sus aperitivos y especias. De estas últimas destaca el chile. Con él, además de con ajo y soja fermentada, se elabora la salsa de chile Guilin, una de las joyas culinarias de la ciudad. Las otras dos son el Guilin Sanhua Jiu, un licor destilado con arroz; y el tofú fermentado, un habitual de la gastronomía china.
Tampoco se pueden dejar de probar los fideos de arroz, que son muy suaves y delicados al paladar; el Zongzi, una bola de masa hecha de arroz glutinoso envuelta en hoja de bambú o de plátano; la Colocasia Lipu con carne, o el té de aceite, que utiliza las hojas viejas de té negro como material principal.
3. Disfrutar del Parque de las Siete Estrellas
Es el parque más grande y famoso de Guilin, ya que cuenta con ciento veinte hectáreas. Sus visitantes pueden disfrutar de un paisaje increíble, y en especial de la montaña Putuo, la cueva de las Siete Estrellas, la colina del Camello, el puente de las Flores, la montaña Creciente, el bosque de piedra y la plaza Luz de China.
El Parque de las Siete Estrellas cuenta además con un parque zoológico, el único de la ciudad. En él, los osos pandas son los grandes protagonistas. Otros animales, como los conejos o las ovejas, pueden ser alimentados por los visitantes. Estos últimos también tienen la opción pasarse por el jardín botánico o reponer fuerzas en alguna teahouse.
4. Visitar la cueva de la Flauta de Caña
Se trata de una cueva de piedra caliza natural que alberga numerosas estalactitas y estalagmitas. Todas ellas de diferentes formas y tamaños, e iluminadas con luces de colores vivos para resaltar aún más la belleza del lugar. Estas, a su vez, se reflejan en el agua del lago. Por ello no es de extrañar que la cueva de la Flauta de Caña sea conocida como “El palacio de las artes naturales”.
Por otro lado, su nombre se debe a las cañas de bambú que se encuentran a la entrada y que eran utilizadas para fabricar flautas y otros instrumentos de viento. Estamos, además, ante una de las cuevas más profundas y grandes del mundo. Recorrerla requiere aproximadamente una hora.
5. Conocer las terrazas de arroz de Longsheng
También llamadas terrazas del espinazo del dragón, cuentan con setecientos años de historia. La encargada de adaptar los terrenos montañosos para el cultivo de arroz fue la minoría étnica Yao. Esta habita en pueblos como Huangluo, famoso por las larguísimas cabelleras de sus mujeres.
Volviendo a las terrazas, cabe decir que se trata de una extensión de más de quince kilómetros transitables a pie por los distintos senderos. Si se asciende hasta la zona más alta, se puede disfrutar de unas vistas espectaculares. La subida se puede hacer a través de las escaleras excavadas en las lomas o de un funicular.