Consejos para regatear durante un viaje
Hay muchos países en el mundo donde el regateo es una práctica diaria, que tiene sus propios usos y códigos. No todos estamos acostumbrados a esto, y es posible que terminemos siendo víctimas de pagos excesivos o de oportunidades perdidas. Por eso, es muy importante conocer algunos consejos para regatear.
El regateo es esa negociación que se da entre un comprador y un vendedor en torno al precio de un producto o servicio. Lo usual es que el vendedor pida un valor muy superior por su mercancía, esperando que el comprador ofrezca un precio más bajo.
El objetivo es llegar a un costo que satisfaga a ambas partes, aunque, en general, el vendedor lleva todas las de ganar.
Aunque en principio regatear no tiene ningún misterio, sí es importante conocer la mejor manera de hacerlo. En países como Bolivia puedes pagar hasta 10 veces más por un producto si no regateas adecuadamente. Y allí todo se regatea, en todas partes. Estos consejos pueden ayudarte.
1. Averigua un poco sobre los precios locales
Para regatear adecuadamente, debes tener una idea general acerca del precio de un determinado producto. No sobra que hagas un sondeo entre los comerciantes, que suelen tener el mismo precio base.
De esta manera, ya conoces el punto de partida para la negociación. Además, evita que, si te ven con muy poca experiencia, decidan subir ese precio base.
2. Racionaliza el tema de la moneda
Es fundamental que estés familiarizado con la moneda local. Particularmente, debes tener muy claro cuál es el cambio de un dólar o de un euro en el mercado específico. De lo contrario, podrías confundirte. Muchos miles pueden equivaler a pocos dólares, o viceversa.
Eso sí, no vayas a regatear llevando moneda extranjera. Esto se hace en moneda local, mejor de baja denominación. Asegúrate de tenerla antes de ponerte a regatear.
3. Sé amistoso, una de las reglas para regatear
El regateo es una pequeña guerra entre intereses contrapuestos. Pero ojo, se trata de una “guerra amistosa”, por así decirlo. No debes enojarte si el comerciante es muy obstinado, o si inventa cosas que sabes perfectamente que no son ciertas.
La idea es mantenerlo todo dentro de un tono cordial, aunque sin perder firmeza. Si todo se mantiene dentro de los límites de la camaradería, tienes más probabilidades de salir victorioso. Si el vendedor se muestra maleducado, simplemente, no negocies.
4. Flexibilidad y firmeza a la vez
Antes de comprar cualquier cosa, debes tener muy presente cuánto estás dispuesto a pagar como máximo por el producto. Fija ese precio con base en cotizaciones previas y preguntando a la gente del lugar sobre el asunto.
En el momento de la negociación puedes descubrir que el precio que te fijaste no es realista, pero hay vendedores que se aproximan mucho a él. No pierdas la oportunidad de comprar algo si la diferencia es muy pequeña.
5. La mejor hora para regatear
Sin duda, el mejor momento para regatear es en las horas previas al cierre del comercio. Los vendedores están cansados y, si no han tenido un buen día, se mostrarán más flexibles.
Pero no siempre es así. En algunos lugares también es bueno intentarlo a primera hora. Hay gran cantidad de vendedores informales que tienen la superstición de que hacer la primera venta cuanto antes les va a dar suerte durante el resto de la jornada.
6. Siempre debes ofrecer el precio más bajo
Particularmente en América Latina y en Asia, y en los mercados más populares, lo aconsejable es ofrecer menos de la mitad de lo que te pide el vendedor. Si te pide 10 dólares, ofrece tres, aunque el vendedor se ría.
El juego consiste en que cada uno va cediendo hasta alcanzar el verdadero costo que satisfaga a ambas partes. Si tu oferta inicial es muy alta, el resultado puede no ser el mejor.
7. Da rodeos
Una buena técnica para regatear es la de preguntar primero por otros productos, distintos al que te interesa. Haz simulaciones de regateo con productos de más bajo precio. Luego ve al que quieres. El vendedor sentirá que tiene una mejor oportunidad y se mostrará más abierto a la negociación.
Si vas con alguien, que uno sea el amistoso y el otro el inflexible. Juega con esa dualidad. Recuerda que si ves a un vendedor muy pobre o necesitado, regatear con él sería demasiado egoísta.