Conoce la isla de Saaremaa
Esta isla, situada en el mar Báltico, es la más grande de Estonia y el lugar ideal para pasar unos días relajados, disfrutando de la gentileza de los locales y de todos esos curiosos y hermosos lugares que Saaremaa tiene para ofrecer.
Pese a su gran tamaño, Saaremaa tiene apenas unos 40.000 habitantes, por lo que siempre resulta un lugar sumamente tranquilo e ideal para pasar unos días alejados del agobiante día a día de las grandes ciudades.
Su capital es Kuressaare, allí residen la mayoría de sus habitantes. Kuressaare es un buen punto de partida para conocer la isla en automóvil, los principales puntos del lugar están interconectados por carreteras de doble vía que están en buen estado. ¿Te animas a hacer este recorrido con nosotros?
Saaremaa: una isla encantadora
1. El Castillo de Kuressaare
El Castillo de Kuressaare es la principal atracción turística de esta preciosa isla. Esta fortaleza medieval fue edificada a finales del siglo XIV con el objetivo de llevar la religión cristiana a la región de Livonia.
El castillo se encuentra en excelentes condiciones, cuando lo visites podrás disfrutar de todos los pequeños detalles que parecen haberse detenido en el tiempo: las habitaciones, cocinas, almacenes, tallas en piedra y mucho más. Casi todas las áreas del castillo se encuentran libres para los turistas. Sin embargo, debe pagarse una entrada, que incluye un recorrido por el museo de Saaremaa.
2. Molinos de Angla
Son 5 los molinos que conforman este conjunto denominado como “los Molinos de Angla”. Cuatro de ellos fueron construidos a finales del siglo XIX, el quinto y más grande se construyó en la década de 1920.
Estos molinos se conservan en perfecto estado, por lo que resulta muy interesante conocerlos y recorrerlos por dentro. La entrada no es gratuita, pero bien vale la pena el paseo, especialmente para los amantes de la fotografía, que aquí encontrarán el escenario ideal para plasmar sus recuerdos de una forma muy artística.
“El corazón de un hombre es una rueda de molino que trabaja sin cesar; si nada echáis a moler corréis el riesgo de que se triture a sí misma.”
-Martín Lutero-
3. Muhu Museum
El pequeño pueblito de Koguva, ubicado a 17 kilómetros de la capital, todavía conserva el aspecto de una encantadora época medieval. Es en Koguva donde podrás visitar el Muhu Museum, ubicado en una antigua casa perteneciente al escritor Juhan Smuul. En este museo podrás conocer mucho más sobre la cultura y el folklore de la isla.
Saaremaa: cráteres y sacrificios
4. Cráter de Kaali
Esta es otra de las grandes atracciones turísticas de la isla, se trata de un conjunto de 9 cráteres que se formaron por la colisión de varios meteoritos contra la isla Saaremaa.
Los expertos estiman que la colisión ocurrió en el período Holoceno y la energía del impacto pudo ser similar a la de la bomba de Hiroshima. Se cree que el meteorito se rompió en varios pedazos, el más grande generó un cráter de 110 metros de diámetro y una profundidad de 22 metros, actualmente alberga un lago conocido como Lago Kaali.
Los ocho cráteres restantes son considerablemente más pequeños, con un diámetro que oscila entre los 12 y 40 metros y una profundidad de entre 1 y 4 metros. Durante la visita puedes visitar el Kaali Meteoritics and Limestone Museum y conocer muchos más datos sobre el impacto de este meteorito.
5. Acantilado de Panga
Saaremaa es una isla muy plana, por ello resulta interesante conocer uno de sus pocos puntos altos y poder observar desde allí las aguas del mar Báltico. El acantilado de Panga tiene unos 20 metros de elevación, el paisaje resulta muy hermoso y es un paseo perfecto para relajarse y hacer preciosas fotos.
Como dato interesante, en la parte más alta del acantilado hay un lugar en el que se solían hacer sacrificios tanto de animales como de humanos para ofrecerlos al dios del mar. Ahora los locales suelen subir en la Nochevieja para cantarles a los dioses y que así los provean de muchas cosas buenas en el año por venir.
¿Qué te ha parecido este recorrido por la isla Saaremaa? Definitivamente, un rincón de Estonia que no es tan popular como otros centros turísticos pero que bien vale la pena visitar.