Conoce la historia de Borgoña en Francia

Borgoña es una de las regiones de Francia con un pasado más interesante, el cual se materializa en un buen número de lugares con gran atractivo turístico.

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 06 enero, 2020

Resumir la historia de Borgoña no es sencillo. Estamos hablando de una región francesa que tiene un pasado larguísimo, ya que se han encontrado vestigios de que ha estado habitada desde la Prehistoria. Además de eso, su historia está plagada de acontecimientos importantes. No obstante, vamos a intentar daros unas pinceladas sobre el acontecer histórico de Borgoña.

Arte, monumentos e historia de Borgoña

Posiblemente, el modo más práctico y atractivo de descubrir la historia es observando los restos que cada momento del pasado nos ha dejado. Y si es en forma de bellos monumentos u objetos artísticos, mucho mejor. Por ello, vamos a seguir la historia de Borgoña a través de varias obras de arte que todavía podéis contemplar si viajáis a esta bella región de Francia.

Bibracte

Para comenzar este itinerario por la historia de Borgoña nos vamos a ir hasta el yacimiento de Bibracte, integrado en el término municipal actual de Saint Léger sous Bevray. Allí, en una zona donde confluyen las aguas de los ríos Saone o el Loira, se asentaron pueblos celtas.

Estos pobladores estaban aquí desde el Neolítico y nos han dejado tanto el yacimiento de Bibracte como una de las joyas del Museo de Dijon, la conocida como Crátera de Vix, datada hacia el año 500 antes de Cristo.

Autun

Cerca de Bibracte se encuentra una de las ciudades más monumentales de la región: Autun. Esta es nuestra próxima parada en la historia de Borgoña, ya que es un buen lugar para referirnos al pasado romano de Francia.

Aunque solo sea por los famosos personajes de cómic, ya es sabido que casi toda la Galia fue conquistada por las legiones romanas. Y eso también incluye Borgoña, donde se crearon poderosas ciudades como Autun. En ella aún se conservan restos de la época, como las ruinas de lo que fue su templo de Jano o las esculturas romanas de su museo.

Vézelay y Cluny

Tras la caída del Imperio romano, la historia de Borgoña, como la del resto de regiones de Europa, prosigue con un continuo de conquistas de pueblos bárbaros y el paulatino asentamiento de identidades. En este caso, estamos hablando del futuro reino de los francos. Pero en los albores de la Edad Media va a comenzar uno de los periodos más esplendorosos de la zona.

En Borgoña, entre los siglos XI y XII se van a levantar magníficos templos como la iglesia de Santa María Magdalena de Vezelay, declarada Patrimonio de la Humanidad. También de la época es la abadía de Cluny, germen del arte gótico y antecedente de las maravillosas catedrales que más tarde se construyeron en Francia, como la de Notre Dame de París o la de Chartres.

Dijon, el esplendor en la historia de Borgoña

Ese periodo de efervescencia religiosa ayudó a un aumento de poder del Ducado de Borgoña. Tanto es así que alcanzó la independencia del rey de Francia. Entonces iba a llegar la época dorada de la historia de Borgoña.

Esta fase duró desde finales del siglo XIV hasta gran parte el último cuarto del XV. Fue un tiempo en el que la ciudad de Dijon se convirtió en la capital de una de las cortes más elegantes de todo el continente, casi a la altura de lugares como la Florencia de los Medicis.

Hoy todavía presume de ello en varios de sus monumentos claves. Uno es la Cartuja de Champmol, un exquisito edificio gótico donde están enterrados varios de los principales gobernantes. Aunque, en la actualidad, los bellos sepulcros que se labraron en su honor se pueden ver en el Museo de Dijon.

Un recorrido por Borgoña

Lo cierto es que, tras la definitiva anexión de la región a la corona de Francia en el año 1477, la historia de Borgoña se iba a integrar con la de todo el país. Dejaría de mostrar una personalidad propia y arrebatadora como la que había tenido en el pasado.

Eso no quiere decir que con el paso de los siglos no se crearan monumentos y obras de arte dignos de conocer en una ruta turística por la zona. Es un territorio siempre especial donde nos esperan poblaciones tan peculiares como Auxerre o Beaune. Por no hablar de experiencias tan peculiares como recorrer los viñedos de Chablis o la creación del castillo medieval de Guedelon en pleno siglo XXI.