Collonges-la-Rouge, un bonito pueblo medieval en la Dordoña

Sabías que en la población de Collonges-la-Rouge se comenzó a elaborar la célebre lista de los 'pueblos más bellos de Francia'. Y, por supuesto, la localidad está incluida.
Collonges-la-Rouge, un bonito pueblo medieval en la Dordoña
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 21 diciembre, 2019

Collonges-la-Rouge es uno de los pueblos más bellos de Francia. No solo lo decimos nosotros, también los propios organismos galos, que lo incluyen en la selecta lista de ‘Les plus beausx villages de la France’. Así que, con tal galardón, merece la pena conocerlo. Vayamos a ello.

Dónde se encuentra Collonges-la-Rouge

La pequeña localidad de Collonges-la-Rouge es parte del departamento de Correze, en pleno valle de Dordoña. Pero no hay que confundir con el vecino departamento de Dordoña. Si bien, visitando ambas regiones tenemos la oportunidad de descubrir la Francia más rural, auténtica y sabrosa.

Y si te estás preguntando cómo llegar, entonces debes tomar como referencia dos de las grandes ciudades del sur del país. En el lado más de la costa atlántica, se encuentra la señorial ciudad de Burdeos. Mientras, en la base de los Pirineos está la divertida Toulouse. Pues entre ambas, más o menos equidistante unos 200 kilómetros por carretera, se encuentra Collonges-le-Rouge.

Acceso al pueblo

Por qué Collonges la Roja

Rouge en francés significa rojo, así que por eso nos hemos permitido traducir el topónimo de Collonges-la-Rouge. Y es que, cuando se pasea por este hermoso pueblo medieval, se nota de manera inmediata que su arquitectura tiene ese tono rojo característico en prácticamente todos sus edificios.

Esta característica se debe al tipo de piedra empleada: el rodeno. Por cierto, es un material constructivo que no solo se da aquí, sino que está en otros muchos sitios, como por ejemplo en la bella localidad turolense de Albarracín.

Dar un paseo por la localidad

Calle de Collonges-la-Rouge

El conjunto urbano de esta población se conserva como en otra época, con calles angostas, estrechas o empedrados. Es un urbanismo previo a los actuales medios de transporte, por eso no se puede circular en coche por Collonges-la-Rouge.

Para visitarlo habrá que dejar nuestro vehículo en los aparcamientos que hay a la entrada del pueblo y luego emprender un paseo por este casco histórico para confirmar que es bien merecida la distinción de ser uno de los pueblos más bonitos de Francia.

Qué ver en Collonges-la-Rouge

Lo primero que llama la atención de Collonges-la-Rouge conforme nos acercamos por carretera es su entorno boscoso, a base de nogales y castaños, principalmente. Después se descubre entre esa frondosidad diversas torres, en total hasta 25.

Torre en Collonges-la-Rouge

Esta pequeña población se convirtió en uno de los lugares preferidos de los condes y vizcones de Turenne a finales de la Edad Media. Por eso, hasta la localidad se trasladó gran parte de su pequeña corte y sus ‘funcionarios’, construyéndose diversas casonas y palacetes. Así que hay mucho que ver durante el paseo por el laberíntico núcleo.

Podemos mencionar el castillo de Vassinhac, de pequeñas dimensiones, pero gran encanto. También están el castillo de Benge y muy cerca el de Maussac. Decimos castillos por la palabra francesa château y por su aspecto, pero en realidad son más residencias palaciegas que otra cosa. Algo que también es aplicable a la Casa Ramade de Frica, con sus dos destacadas atalayas.

Además, hay que destacar el principal templo de Collonges-la-Rouge: la iglesia de San Pedro. Es una construcción medieval, como acredita su portada románica del siglo XII, a la que posteriormente se le añadiría su espectacular campanario.

Y todavía nos quedan más joyas que ver en la población, como la Casa de la Sirena, transformada en museo etnográfico, o la histórica capilla de los Penitentes, construida en el siglo XV.

Una visita de lo más placentera

Como decíamos al comienzo, recorrer esta zona de Francia es todo un deleite. Aquí no solo nos esperan lugares tan hermosos como Collonges-la-Rouge e incluso poblaciones más famosas como Rocamadour. Además, se puede saborear una gastronomía exquisita, donde el foie gras es el gran protagonista.

En definitiva, que viajar por este fabuloso rincón de Francia, sin duda, es una experiencia muy aconsejable, ya que uno puede desconectar de todos los problemas cotidianos.