La ciudad de Petra y sus tumbas en la roca
La ciudad de Petra es la gran atracción turística de Jordania. Un lugar único, de hecho, forma parte de las actuales siete maravillas del mundo. Es la ciudad perdida, oculta tras un el mítico desfiladero de Siq. Un sitio absolutamente diferente a cualquier otro que hayas podido ver o verás.
Y sin embargo, estamos hablando de que en su mayor parte es un gigantesco cementerio plagado de tumbas. Eso sí, unas tumbas excavadas en la roca que te dejarán boquiabierto.
Un poco de historia de la ciudad de Petra
Los orígenes de esta ciudad se remontan al siglo VI antes de Cristo, cuando la tribu árabe de los nabateos comenzaría a excavar aquí unos primeros asentamientos. Estos nabateos eran unos nómadas que viajaban comerciando entre Oriente y Occidente, y vieron en este recóndito lugar de Petra un buen sitio para establecerse.
Aquí vivieron los nabateos hasta el siglo I de nuestra era. Y, sobre todo, aquí decidieron excavar grandiosas tumbas para sus gobernantes. Unas tumbas que son monumentos espectaculares, aunque durante siglos permanecieron prácticamente ocultas.
El declive de los nabateos llegó con la conquista de los romanos. Y a partir de ahí, Petra ya nunca recuperó su esplendor. Aunque aquí se asentaron otras tribus de Oriente Medio o llegaron a estar los cruzados europeos, lo cierto es que Petra fue olvidándose poco a poco.
Y abandonada estuvo hasta el siglo XIX, cuando los arqueólogos la redescubrieron y quedaron maravillados. Cómo te ocurrirá a ti cuando la visites.
Petra, reclamo turístico
Hoy en día, Petra ya no es una ciudad perdida, es súperconocida. No hay turista que viaje a Jordania que no haga la visita a Petra. Allí nos esperan guías locales, paseos a camello, tiendas de recuerdos, etc. Toda una industria turística que hace posible el disfrute de este lugar.
Os recomendamos hacer un ejercicio mental e imaginaros exploradores descubriendo maravillas del desierto jordano. Ese es el mejor modo de visitar Petra y valorar todo ese ingente trabajo de hace siglos que hicieron los nabateos para crear unas tumbas impresionantes.
Hay otras cosas que ver en este maravilloso lugar como su Teatro, el Monasterio de Al-Deir o la subida al Altar de los Sacrificios. Pero, sin duda alguna, son los edificios funerarios, las tumbas excavadas en la roca, lo más maravilloso y lo más impactante.
El Tesoro
Comenzamos por la primera de las grandes tumbas que se ven. Es la conocida como Al-Khazneh o El Tesoro. La imagen prototípica de Petra, ya que es lo primero que se descubre tras atravesar el estrecho desfiladero de Siq. Ver esta fabulosa fachada es la recompensa a más de un kilómetro de recorrido.
Es cierto que es el sitio donde más turistas se acumulan, pero es inevitable quedarse boquiabierto ante la monumentalidad de este lugar, concebido como tumba de uno de los reyes nabateos. Por cierto, de día es fascinante, pero las noches en las que se programa en él un show lumínico es un lugar mágico.
La calle de las Fachadas
El recorrido por Petra continúa por la conocida como calles de las Fachadas. Unas fachadas directamente labradas y horadadas en la roca rojiza de esta zona de Jordania. Pues bien, todas esas fachadas también eran tumbas de ricas personalidades del pueblo nabateo.
Las Tumbas Reales
Es otra de las zonas más espectaculares de Petra. De hecho, es esa espectacularidad la que ha hecho que se conozca como Tumbas Reales, si bien no todas pertenecieron a monarcas. Hay algunas, incluso, de gobernadores romanos que tuvo en sus últimos tiempos la ciudad, como es el caso de la tumba de Sextius Florentinus.
No obstante, de todo este conjunto, la más hermosa es que se llama Tumba del Palacio. Mientras, visitar la de mayores dimensiones requiere el esfuerzo de un pequeño ascenso. Se trata de la Tumba de la Urna, que con el tiempo se transformó en una iglesia bizantina.
Pero todo lo dicho hasta aquí no es más que un resumen, muy, muy resumido, de las sorpresas que nos esperan en la ciudad de Petra. Un lugar que realmente sí se puede considerar una de las maravillas del mundo.