Cerro Aconcagua: la montaña más alta de América
El Cerro Aconcagua, o simplemente El Aconcagua —como se le suele decir—, es una montaña magnífica e imponente situada en el departamento de Las Heras, en la provincia de Mendoza, en el oeste de Argentina.
Se trata de la montaña más alta de América con 6962 metros, y es la segunda más alta en todo el mundo, después del sistema de los Himalayas en Asia. Es un magnífico lugar natural de grandes alturas que atrae a miles de andinistas y caminantes de todo el mundo.
Características del Cerro Aconcagua
Este cerro se encuentra dentro del Parque Provincial Aconcagua. Allí se protegen los Andes Centrales, que en su interior albergan riquezas naturales, como el agua dulce —uno de los recursos naturales más valiosos— contenida en los glaciares y cabeceras de cuencas. Además, protege la diversidad de flora y fauna y, claramente, el Cerro Aconcagua.
Esta famosa montaña tiene en realidad dos picos: el Norte, con 6962 metros —que es el más alto— y el Sur, de 6930 metros de altura. Además, se pueden visualizar otras cumbres que superan los 5000 metros acompañando el maravilloso entorno.
El Aconcagua limita con el Valle de las Vacas al norte y al este, y con el Valle de los Horcones al sur y oeste. Cabe aclarar también que se encuentra a unos 180 kilómetros de la ciudad de Mendoza, la capital de la provincia.
Origen de su nombre
No se sabe exactamente el origen del nombre Aconcagua, pero sí hay dos versiones mayormente aceptadas. Una proviene de la lengua quechua (Akon-Kahuak) que significa ‘Centinela de Piedra’; y la otra de la lengua aymara (Kon-Kawa) que podría traducirse como ‘Monte Nevado’. Ambas lenguas son indígenas.
Clima y temporada alta
El clima es frío y seco durante todo el año, con temperaturas que rondan los -2 °C por la noche y los 10 °C durante el día en invierno. En verano, las temperaturas alcanzan los 30 °C durante el día y los 15 °C durante la noche, a una altura aproximada de 2800 metros. A medida que vamos subiendo, la temperatura disminuye.
El clima es riguroso por estas condiciones de gran altitud. Además de los fríos secos, hay que exponerse a la fuerte radiación solar debido al cielo diáfano. Se recomienda el uso de protector solar y la hidratación constante no solo por el cansancio, sino porque el clima árido seco provoca la pérdida de gran cantidad de líquido corporal.
Por otra parte, la ropa debe ser adecuada para este tipo de climas, ya que cuando el sol se esconde, desaparece la fuente de calor y el frío toma protagonismo en cuestión de minutos. Esto quiere decir que se dan condiciones extremas; en un mismo día, las temperaturas varían mucho.
El verano resulta ser la mejor estación para visitar o escalar en el Cerro Aconcagua. Si tienes pensado emprender esta aventura alguna vez, te recomendamos que lo hagas entre los meses de diciembre a marzo.
Emprende una aventura única
Ya sea que quieras admirar el paisaje del Parque Provincial Aconcagua o pasar una jornada de aventura en esta montaña, te aseguramos que de allí te llevarás recuerdos y vivencias que no olvidarás.
No tienes que escalar el gigantesco Cerro Aconcagua para hacer valer el viaje. Puedes acampar, hacer senderismo, tomar fotos o simplemente disfrutar el paisaje. En cuanto a esto último, es un excelente plan contemplar el sol entre las montañas, respirar un aire puro y limpio y disfrutar de la tranquilidad del lugar.
El gran desafío de escalar el Cerro Aconcagua
Claramente, escalar el Aconcagua no es para todo el mundo; más bien, es para unos pocos. Se trata de un desafío único, que pone a prueba al andinista que quiere superar todos los desafíos que allí se encuentren: la altura, el clima, el cansancio y las largas horas, o incluso días, ascendiendo la montaña.
Para intentar este desafiante ascenso, se recomienda hacerlo con un guía especializado. De hecho, suele realizarse en grupos, debido a la gran logística y equipamientos necesarios para ello.
Aquel que quiera lograr el desafío de escalar el Cerro Aconcagua, debe contar con una preparación previa y entrenamiento adecuado, pues la resistencia y la fuerza muscular son fundamentales. Incluso hay que prepararse específicamente para escalar el Aconcagua, por lo que, además, se recomienda haber escalado previamente montañas de menor altura.
La paciencia, la constancia y la aclimatación no pueden faltar. El ascenso debe ser lento, para que el cuerpo se adapte a tanto requerimiento físico, a la falta de oxígeno y a las temperaturas duras.
Si tu estás en condiciones de escalar el Cerro Aconcagua, esta puede ser una gran oportunidad para desafiarte a ti mismo. Después de todo el esfuerzo que requiere, llega la gran satisfacción de haber logrado llegar hasta la cima de la montaña más alta de América. Aquellos que lo han logrado, seguramente guardarán increíbles momentos de la gran travesía.
Si por algún motivo estás en condiciones de escalar, pero a menor altura, no olvides que hay montañas más bajas que el Cerro Aconcagua en el mismo lugar. Tú conoces tus propios límites, así que elige lo que mejor se adapte a ti.
“Quien siente la montaña no necesita explicaciones y mientras existan paredes, agujas y aristas, habrá quien las escale, disfrutando de lo que hace, aunque no comprenda exactamente el por qué”.
—Josep Manuel Anglada i Nieto—
Un lugar realmente único
¿Te imaginas admirar el gigantesco Cerro Aconcagua? ¡Es el lugar natural más alto de todo el continente americano! En este sitio, puedes hacer montañismo, senderismo, acampar o disfrutar de las vistas de un paisaje fuera de lo común. Incluso, puedes aventurarte de la manera más extrema escalando el Cerro Aconcagua.
Además, hay más por ver: Mendoza posee grandes joyas naturales imperdibles. Toda la provincia tiene rincones turísticos únicos, con escenarios naturales bellísimos como la principal atracción.