Castillo de Trakai: uno de los tesoros de Lituania
El castillo de Trakai, se encuentra a tan solo 30 kilómetros de Vilna, la capital del país. Este edificio es uno de los más visitados de Lituania por su encanto medieval y por estar rodeado de un paisaje natural de lo más característico. Por ello, queremos contaros algo más sobre este castillo medieval.
Historia del castillo de Trakai
Según parece, el origen del castillo de Trakai se inicia con un deseo de la mujer del duque de Trakai. La mujer del gobernante se sentía triste por no poder contemplar agua cerca de su residencia en la antigua ciudad medieval de Senieji Trakai, también conocida como Viejo Trakai. Esta ciudad se encontraba justamente a tan solo tres kilómetros de un lago.
Por ello, el duque inició la construcción de un castillo para ella en una de las islas del lago donde, finalmente, trasladaron su residencia. Debido a esto, Trakai pasó a ser la capital del ducado de Lituania a inicios del siglo XIV.
Pero la historia del castillo no acaba ahí. En los años siguientes, además del sonado asesinato del duque, el castillo de Trakai fue destruido casi al completo por los teutones en el año 1391. Este no sería recuperado hasta 1410, tras la batalla de Zalgiris, cuando la alianza entre los ejércitos lituano y polaco dio como resultado el final del conflicto y la reconquista de Trakai.
Tras estos acontecimientos, el castillo de Trakai se utilizó como residencia palaciega y también prisión para nobles rebeldes durante varios siglos. Sería ya en el siglo XX, tras la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa, cuando se restauró por completo.
Un dato curioso es que la restauración completa no se realizó antes debido a ideales políticos que situaban a Trakai como un icono del nacionalismo lituano.
En el año 1962 se inauguró el Museo de Historia Trakai, que se encuentra en el interior del castillo y que cuenta con una colección no solo de escritos, sino de utensilios y objetos pertenecientes a los diferentes gobernantes hasta nuestros días.
Visitando el castillo de Trakai
El castillo de Trakai se encuentra situado en un enclave mágico, concretamente en una de las islas del lago Galve. El castillo, de un marcado estilo gótico y construido con una base de ladrillo, es conocido mundialmente porque es el único castillo europeo levantado sobre una isla.
Lo primero que observaremos al llegar será cómo la propia naturaleza de la isla también funciona como barrera protectora para el castillo. Es más, es desde aquí, desde el pequeño muelle antes de cruzar el puente levadizo, donde no solo podremos encontrar tiendas y restaurantes, sino un mirador que nos ofrecerá las mejores postales del lugar.
Aunque su interior no es tan espectacular como su fachada, podremos visitar un gran número de salas bien conservadas. Aquí encontraremos no solo referencias históricas, sino objetos personales de los nobles. Llaman la atención las vestimentas, algunos muebles de la época, una buena colección de monedas antiguas y también algunos viejos mapas.
También destacan el patio de armas o la torre del Gran Duque, ambas situadas en un patio interior rodeado por escaleras de madera. Estas llevan al resto de salas, por lo que es habitual que la mayoría de los turistas se reúnan en este zona del castillo.
La visita no llevar tomar más de una hora por lo que, sí contamos con tiempo, recomendamos pasear por la zona de las casas de los cartitas, una etnia propia de la zona, y también dar un paseo en barca para recorrer el lago.
Consejos útiles para disfrutar de la visita
A pesar de su singular ubicación, podremos llegar al castillo de Trakai utilizando todo tipo de medios de transporte. Desde coche privado, tomando la autopista A4/A16 desde Vilna, hasta optar por el autobús o el tren. Estas dos últimas opciones cuentan con varías líneas y su precio es bastante accesible. El viaje no supera los 40 minutos desde la ciudad de Vilna, la capital lituana.
El castillo cuenta con dos tipos de horarios. En el horario de invierno podremos visitarlo de 10 de la mañana a 5 de la tarde, mientras que en verano la visita se extiende hasta las 7 de la tarde. Cerca del castillo existe una amplia zona de servicios con restaurantes donde podremos probar platos típicos de la cocina lituana como los kybyn o kibinai, un tipo de empanadillas rellenas de carne.