El Castell de Guadalest, donde arquitectura y roca se difuminan
En la Comunidad Valenciana, más precisamente en la provincia de Alicante, El Castell de Guadalest forma parte de la asociación de Los Pueblos más bonitos de España. Una localidad que se ha amoldado al terreno agreste de la zona, dando lugar a una imagen inconfundible ¿Nos acompañas a visitar esta localidad donde la roca y la arquitectura se difuminan de manera singular?
El Castell de Guadalest, un enclave privilegiado
Este fantástico pueblo está en el interior de la provincia, en la Marina Baixa. La suya es una situación única, ya que está rodeado por algunos de los picos más altos de Alicante, entre ellos los de la Sierra de la Xortà, la Serrella o la Sierra de Bernia. Un lugar, por lo tanto, perfecto para practicar senderismo.
En este enclave maravilloso descubrimos El Castell de Guadalest, en lo alto de un peñasco a casi 600 metros de altitud. En él se levantan las casas, encaramadas en la roca, casi fundiéndose con ella mientras miran hacia un hermoso valle. El pueblo, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1974, se divide en dos barrios.
En la parte más alta, protegido por una vieja fortaleza y las murallas, está el barrio del castillo. Más abajo, a los pies casi del peñasco, está el Arrabal, que empezó a crecer cuando la población era demasiado grande para el limitado espacio de la zona más elevada.
Un poco de historia de El Castell de Guadalest
Este precioso pueblo ya existía en la época de la dominación musulmana de la península ibérica. Creció gracias a la construcción de una fortaleza. Conquistado en el siglo XII, el rey Jaime II de Aragón donó el castillo a Bernando de Sarriá en 1293. Sería el comienzo de una historia en la que la fortaleza iría pasando de mano en mano.
Durante su historia, El Castell de Guadalest ha vivido fundamentalmente de la agricultura, sobre todo del olivo, el algarrobo y el almendro. Sin embargo, en las últimas décadas el turismo se ha convertido en una de sus grandes fuentes de ingresos.
“El mundo es un libro, y aquellos que no viajan leen solo una página.”
-San Agustín-
¿Qué ver en El Castell de Guadalest?
Esta es una localidad pequeña, pero con infinidad de atractivos. Un lugar ideal para admirar su silueta desde la lejanía y también para pasear tranquilamente descubriendo el encanto que encierran sus calles. Y en ellas te encontrarás tesoros como estos que te mostramos.
1. Castillo de San José
Fue levantado por los musulmanes en el siglo XI. Situado en lo más alto del municipio, desde él se contemplan unas vistas magníficas de todo el entorno. Fue esta privilegiada situación la que de dio notable importancia durante toda la Edad Media.
El terremoto de 1644 causó en él importantes daños, a los que habría que añadir los provocados por una voladura durante la Guerra de Sucesión, a principios del siglo XVIII .
2. Castillo de la Alcozaiba
Fue una fortaleza construida también por los musulmanes en el siglo XI. De ella, hoy en día solo se conserva una torre, desde la que se obtienen unas vistas panorámicas impresionantes.
3. Casa Orduña
Mucha más moderna es esta casona. Se construyó después del terremoto de 1644 como residencia de la familia Orduña, de origen vasco. Ellos llegaron hasta aquí de la mano del entonces conocido como Infante Fortuna de Navarra. Más adelante pasarían a prestar servicio a los marqueses de Guadalest, sirviendo de alcaldes y gobernadores del marquesado.
La casa fue incendiada y saqueada durante la Guerra de la Sucesión. Más adelante sería reformada y reconstruida. Las actuales dependencias corresponden a la etapa de máximo esplendor de la familia, siendo decorada con el gusto de la burguesía del siglo XIX.
4. Museos de El Castell de Guadalest
A pesar de ser un pueblo modesto, tiene varios museos interesantes. El Museo Etnológico muestra una exposición sobre la vida de los lugareños entre los siglos XVI y XX. Una casa típica con las herramientas de trabajo, los aperos de labranza y los utensilios cotidianos.
También podemos encontrar dos museos de miniaturas con reproducciones a escala que requieren el uso de lupas para admirar los detalles. Completan la oferta un museo de vehículos antiguos, otro referido a la tortura, uno que exhibe una colección de saleros y pimenteros y el de Antonio Marco, con maquetas de edificios y casas.
¿Más atractivos en El Castell de Guadalest? No hay que perderse la prisión del siglo XII (en los bajos del Ayuntamiento) y la iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Por supuesto, también hay que dedicar tiempo a disfrutar de la belleza de todo el entorno que rodea esta preciosa localidad.