Las características de una buena maleta de mano
Tener una buena maleta de mano es fundamental para cualquier viajero. No importa si viajas mucho o poco. Tarde o temprano vas a tener que usar una y lo mejor es que sea de la calidad y ofrezca las prestaciones suficientes para que no te cause problemas innecesarios.
Una buena maleta de mano es fundamental por varias razones. La primera es que solo si tiene las dimensiones adecuadas vas a poder usarla en todas las aerolíneas . Subrayemos la palabra ‘todas’. El tamaño permitido varía de una aerolínea a otra algunos centímetros, pero esa pequeña diferencia puede hacer que te veas obligado a pagar por equipaje facturado.
Otra de las razones para tener una buena maleta de mano es la funcionalidad. La maleta debe ayudarte a que todo quepa y a que transportar lo que llevas no se convierta en una pesadilla. Ver cómo el equipaje de mano se va deshaciendo mientras avanzas en tu viaje no es una experiencia agradable, pero sucede. Veamos lo que debes tener en cuenta.
El material de una buena maleta de mano
Una buena maleta de mano debe caber fácilmente en espacios reducidos, especialmente en un avión. Por eso es de mano y, por lo mismo, lo habitual es que vaya contigo y no en una bodega. Desde ese punto de vista, lo que más te conviene es un equipaje de material flexible. Esto ayuda a que quepan más cosas y se adapta mejor a los espacios pequeños.
Si una maleta rígida no cabe en el maletero del avión, definitivamente, no cabe. Una maleta de material flexible, en cambio, es maleable y puede adaptarse. Claro, que si piensas llevar un contenido frágil, es mejor que elijas una maleta de material rígido. Hay que anotar que el mismo también es conveniente para el equipaje facturado.
Compartimentos y bolsillos
Una buena maleta de mano debe estar muy bien compartimentada en el interior y, a ser posible, también en el exterior. Lo usual es que las maletas rígidas no tengan muchos compartimentos, aunque sean más seguras e impermeables. Las maletas flexibles, en cambio, suelen tener varios bolsillos interiores y exteriores.
Lo usual es que en la maleta de mano se lleven muchos objetos pequeños. Si la maleta tiene varios bolsillos será mucho más fácil organizarlos y tenerlos al alcance. Así mismo, los compartimentos ayudan a aprovechar al máximo el espacio disponible.
El transporte y las dimensiones
Las dimensiones son un elemento clave, especialmente si vas a viajar en avión. Como señalábamos, las dimensiones suelen variar de una aerolínea a otra en algunos centímetros. Por eso, lo mejor es optar por la mínima dimensión permitida, que es de 55x40x20 centímetros. Si la maleta no supera ese tamaño será aceptada como equipaje de cabina en todas las aerolíneas.
Ahora bien, el tema del transporte de la maleta es uno de los puntos críticos. Una buena maleta de mano tiene como mínimo dos ruedas y dos asas. Pero es mejor que tenga cuatro ruedas y dos pares de asas: unas para levantar con la mano y otras para que puedas usarla como mochila. Es fundamental para que no tengas inconvenientes ni termines con la espalda hecha trizas.
El peso y el cierre de una buena maleta de mano
El peso de la maleta es otro de esos aspectos centrales cuando viajas en avión. No ganas nada con una maleta de mano que por sí sola tenga un alto peso, aunque tenga grandes prestaciones. Cuanto más liviana sea, mucho mejor. Ojo, hay que ser equilibrados: demasiado liviana puede significar también demasiada fragilidad. Emplea tu sentido común.
También es importante que te fijes bien en los cierres de la maleta. Lo más importante es que sean muy fáciles de usar y que sean de buena calidad. Las cremalleras son más aconsejables, siempre y cuando sean robustas y estén bien fijadas. Prueba a abrirlas y cerrarlas varias veces para comprobar que se deslizan sin inconveniente.
La barra telescópica
Las son aquellas que forman un mismo esqueleto con las ruedas y que están formadas por dos barras. Esta configuración hace que la maleta tenga más estabilidad mientras la llevas rodando y facilita su desplazamiento. También otorga mayor resistencia.
La barra debe mantenerse estable cuando esté bien extendida. Si se mueve, o se siente flexible, hay riesgo de que se rompa con no demasiado uso. Examina la forma en la que está adherida al cuerpo de la maleta y evalúa si se ve suficientemente sólida o no.