Campanópolis, una ciudad medieval europea en Argentina
Los turistas extranjeros que llegan a Buenos Aires no suelen recorrer más allá de la ciudad: el Caminito en el barrio de la Boca, la avenida 9 de Julio o el Rosedal del barrio de Palermo. Sin embargo, en las afueras hay muchos sitios interesantes para visitar. Además de ir a las ciudades de La Plata o Tigre, en este caso te recomendamos Campanópolis, una ciudad medieval europea. Como si estuvieses en Alemania, Francia o España, pero en Argentina.
Un poco de historia sobre Campanópolis
El nombre de esta aldea que parece sacada de la Edad Media y que no está en Europa se debe a su creador, Antonio Campana (ya fallecido, ahora de la iniciativa se encargan sus hijos). La idea de este hombre era contar en su ciudad, González Catán, a 30 kilómetros de la capital, con un típico pueblo de siglos atrás.
La aldea tiene en total tiene 200 hectáreas y 20 de ellas están ocupadas con construcciones como castillos, molinos, torres y calles de piedra. El resto son ríos, arroyos, lagos, bosques selváticos y llanuras.
Campana compró las tierras en 1976, después de haber sido explotadas para poder construir el aeropuerto de Ezeiza y una autopista. Según cuenta un historiador argentino, en esta zona se efectuó nada menos que la fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza, pero esa es otra historia.
Durante los primeros años el hombre niveló el terreno, plantó árboles y quitó la basura acumulada. Mientras tanto iba comprando objetos viejos, como por ejemplo las antiguas tranqueras del hipódromo, la escalera de una basílica, los ascensores del ayuntamiento de Buenos Aires o las columnas de unas bonitas galerías del centro de la ciudad.
De esta manera fue edificando y decorando con cosas antiguas y materiales de demolición. Cabe destacar que el hombre no era arquitecto, simplemente le gustaba construir tras hacer un dibujo en cualquier lado.
Más allá del buen trabajo de reciclaje hecho por Campana también logró rescatar una buena parte del patrimonio del país, por lo tanto Campanópolis fue declarado lugar de interés cultural.
“Escapar es irse y no volver nunca más, pero es imposible escapar de nuestro mundo. Lo que aporta la fantasía es un descanso, un momento de retiro.”
-Patrick Rothfuss-
Aire medieval cerca del Río de la Plata
A unos 30 minutos de la ciudad de Buenos Aires podemos viajar en el tiempo. El recorrido comienza por las “doce casitas del bosque”, entre fuentes, puentes, lagos, islas, muelles, una locomotora con vagones, una capilla colonial y un molino de viento holandés.
Uno de los lugares más interesantes de Campanópolis es el Museo de las Rejas, también llamado “Ferroteca”, donde se exhiben rejas de hierro forjado, piezas de arte, objetos antiguos, vitreaux y mucho más. Destacan a su vez las edificaciones cuyos nombres muestran el material elegido: la Casa de Piedra o de la Madera, por citar dos ejemplos.
Otros espacios y rincones fantásticos de esta aldea que vale la pena conocer son la Casa Proa de Barco, el Cabildo, el Pasaje del Búho, el Museo de los Caireles y la Cascina. En las instalaciones de Campanópolis se han rodado videos musicales (Maná y Ricardo Montaner), programas de televisión y diversos anuncios.
Además, se puede alquilar para hacer fiestas sociales o empresariales y para acceder al establecimiento es necesario reservar con antelación a través de su sitio web y abonar por transferencia bancaria.
La visita dura cuatro horas con un guía la mitad del tiempo y la segunda se puede pasear por cuenta propia. Puede ser algo inaccesible si no se tiene coche propio ya que no hay autobuses que lleguen hasta la zona.