El Brunel's SS Great Britain, un barco con mucha historia

Fue el primer gran barco de la historia construido en hierro que cruzó el océano Atlántico. Hoy es emblema de la ciudad de Bristol, en Reino Unido.
El Brunel's SS Great Britain, un barco con mucha historia
Cristina Moreno

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 04 octubre, 2019

El Brunel’s SS Great Britain es un barco que marcó un hito en la historia, ya que fue el primer barco fabricado en hierro que cruzó el océano Atlántico. Hoy en día se puede visitar en el mismo muelle en el que se construyó, en el puerto fluvial de la ciudad de Bristol. Es una auténtica maravilla. ¿Nos acompañas a descubrirlo?

La historia del Brunel’s SS Great Britain

Casco de SS Great Britain

La historia del Brunel’s SS Great Britain es muy interesante. Construido en 1843 por el ingeniero Isambard Kingdom Brunel, fue el primer transatlántico de esas dimensiones y características que existió. La gran innovación que incluyó Brunel fue la de instalar una hélice de tornillo para que moviese el enorme barco a vapor que acababa de fabricar.

Así, en 1843 viajó hasta la ciudad de Nueva York y, poco más tarde, en 1852, se convirtió en embarcación de emigrantes hacia Australia. Su cubierta fue ampliada y podía llevar hasta 700 pasajeros. Ya entre 1882 y 1886 fue barco de carga entre Inglaterra y Estados Unidos. Su función era la de transportar carbón, trigo y otros materiales o productos que se requirieran.

Una tormenta lo dañó gravemente en 1886 y la tripulación se refugió en las islas Malvinas. Desde ese momento dejó de cruzar los océanos y pasó a manos de la Compañía de estas islas. Su uso fue el de carguero, pero poco a poco necesitó reparaciones cada vez más constantes y costosas.

En 1937 el barco fue remolcado a Sparrow Cove, en la costa de las Malvinas para ser hundido. Y allí permaneció hasta 1970.

El rescate del SS Great Britain y el Instituto Brunel

Cubierta del barco

En 1970, un proyecto capitaneado por el arquitecto naval Ewan Corlett rescató el SS Gran Bretaña de las profundidades marinas. Por medio de un remolcador, el barco se trasladó a su lugar de origen, el muelle Great Western del puerto de Bristol. Fue una travesía de más de 8000 millas desde las islas Malvinas hasta el Reino Unido.

Tras dos meses de travesía, la población de Bristol lo recibió en el puerto que lo había visto nacer. Desde entonces es uno de los emblemas de la ciudad y uno de los orgullos de su población. El barco ha sido restaurado por completo, se ha secado el muelle en el que se construyó y en sus inmediaciones se han abierto un museo que cuenta la historia del barco y un centro de investigación.

De su mantenimiento se encargan el Instituto Brunel y la Universidad de Bristol, que son los encargados de generar en torno al barco multitud de actos culturales, conferencias, publicaciones y actividades dedicadas especialmente al público infantil.

La visita al barco

Interior del barco

La visita a este barco es una obligación si viajas a la ciudad de Bristol. Es un lugar realmente mágico en el que podrás conocer cómo era un barco victoriano y la forma de viajar de la época. Para llegar a él puedes optar por ir en transporte terrestre, pero también marítimo, ya que Bristol cuenta con transporte público fluvial.

Si vas en coche, ten en cuenta que en sus inmediaciones hay aparcamiento para vehículos. Además, existe un convenio con el barco para hacer descuentos por aparcar allí. Así mismo, hay paradas de autobús y ferry.

La visita se divide en varias partes. Por un lado, recorrerás el astillero o muelle en el que se construyó, el llamado dique seco, en el que por medio de unas planchas de cristal han creado un efecto óptico por el que parece que el barco flota en el mar. Por otro lado, visitarás el barco al completo, el Instituto Brunel y el museo.

Cuenta con un sistema de entrada anual que te permite visitarlo cuantas veces quieras a lo largo de un año, aunque el Instituto es gratuito. Además, si compras la entrada por Internet podrás beneficiarte de algún descuento. Y en sus inmediaciones hay sitios para comer que cuentan con ofertas si enseñas la entrada al barco.

Cuenta con tienda de souvenirs y un espacio en el que te puedes disfrazar al estilo victoriano y tomarte fotos para el recuerdo de tu visita. Los más atrevidos pueden subir a uno de sus mástiles, de más de 27 metros de altura, y contemplar las increíbles vistas de Bristol.