Bath, todo un descubrimiento en Inglaterra
La traducción del inglés del nombre de Bath es “baños”, y ello hace referencia a las históricas termas de la ciudad británica. Si bien, esta urbe es mucho más que eso. Está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en su casco histórico hay hasta 5.000 inmuebles con categoría de interés histórico. A lo que hay que sumar su animada vida social y sus alrededores realmente fascinantes.
Un paseo por el corazón de Bath
El itinerario clásico de cualquier visita a Bath incluye un recorrido por la ancha Great Pulteney Street, para llegar hasta el puente de Pulteney sobre el cauce del río Avon. Después hay que caminar por Royal Crescent y maravillarse con su arquitectura georgiana, que luego nos llevará hasta el florido Royal Victoria Park.
Hemos citado Royal Crescent, y allí en el número 1 se encuentra una construcción dieciochesca proyectada por John Wood el Joven. Esta casa tiene el orgullo de ser la primera casa que se levantó en curva. La cual hoy en día es visitable para mostrar en su interior las formas de vida de la época georgiana.
Bath, ciudad termal
Ya solo ese paseo por el centro de la ciudad es una verdadera maravilla, pero todavía no hemos llegado al emblema de Bath: sus termas romanas. Excelentemente conservadas y alimentadas por el único manantial de agua caliente que hay en todo el Reino Unido. Este lugar es el referente del turismo de Bath y su visita en absolutamente imprescindible.
También es obligado adentrarse en la llamada Sala de Bombas, el gran salón histórico donde se extrae el agua termal para su consumo. Sí, para beberla. Y tras eso hay que ir al Thermae Bath Spa para finalmente sumergirse en estas aguas calientes, ya conocidas por los romanas y explotadas durante siglos.
“Viajar permite huir de la rutina diaria, del miedo al futuro.”
– Graham Greene –
Literatura, repostería y moda en Bath
El viaje a Bath requiere varias jornadas para disfrutar de esta ciudad plenamente, ya que hay muchos lugares dignos de visita. Uno de ellos es el Jane Austen Centre, creado en homenaje a la residente más famosa de la ciudad, la escritora del siglo XIX autora de célebres novelas como Sentido y Sensibilidad, o Emma.
Otro lugar interesante es la casa más antigua de Bath, levantada a finales del siglo XV. Pero ese no es su galardón más famoso. En realidad, el motivo para acercarse hasta ella es tomar un Sally Lunn Bun, el bollo más famoso de Inglaterra.
Y en cuanto a la moda, os invitamos a descubrir el Museo de la Moda de Bath, cuya colección mezcla los diseños históricos con otros más modernos, dando un paseo por la historia del vestido desde el siglo XVI a la actualidad. Esta instalación es encuentra dentro de las fastuosas las Assembly Rooms.
Más actividades durante una escapada a Bath
Quienes decidan viajar con niños a Bath habrán hecho una excelente elección. Por varios motivos, pero sobre todo porque podrán ir a Longleat, un espacio zoológico en el que se pueden ver animales como leones, jirafas, tigres o rinocerontes, algo que siempre impresiona a los más pequeños de la familia.
También con niños es posible embarcarse en un minicrucero por el río Avon que atraviesa la ciudad, uniéndose al canal Kennet & Avon. Y además de eso, siempre se puede visitar en los alrededores el enigmático yacimiento de Stonehenge o la zona de Cotswolds, donde se encuentran algunos de los pueblos más hermosos de toda Gran Bretaña.