Atrani, un precioso pueblo en la costa de Amalfi

Encaramado a una roca y asomándose al mar está Atrani, uno de los pueblos más bonitos de la ya impresionante costa Amalfitana.
Atrani, un precioso pueblo en la costa de Amalfi
Cristina Moreno

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 10 abril, 2020

Atrani es un pueblo de película ubicado en la costa de Amalfi, en la provincia italiana de Salerno. Se trata de una pequeña villa de pescadores, encaramada a una roca a orillas del mar. Es un rincón de tranquilidad eterna que forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. ¿Te vienes a conocerlo?

Un poco de historia

La historia de Atrani está ligada al mar Mediterráneo y a la ciudad de Amalfi, de la que está separada por apenas unos centenares de metros. Ambas formaban parte de la República de Amalfi como ciudades gemelas, pero en el siglo XII fue saqueada por los habitantes de Pisa.

Vista aérea de Atrani

Tras una destrucción parcial, comenzó su reedificación y fue el lugar elegido por las familias nobles de la zona para situar sus casas palacio. Así podían estar cerca del centro administrativo, Amalfi, pero gozando de mayor tranquilidad. Y podían hacer negocios por toda la costa Amalfitana. Esos palacios contrastaban con las pequeñas casitas blancas de los pescadores de la zona.

Fue lugar de paso para san Francisco de Asís durante su viaje por la costa Amalfitana en el siglo XIII, lo que le valió muchos adeptos. Esto supuso el inicio de una gran religiosidad en la ciudad. Así, Atrani comenzó a llenarse de edificios religiosos, se calcula que entre iglesias, capillas y demás, la aldea de Atrani contaba con más de 300 espacios dedicados al culto.

Durante dicho siglo fue invadida por la dinastía de los Manfredi, quienes mandaron a su ejército para expulsar a la población. Algo que dio lugar a cientos de leyendas entre las que se encuentra la de la intercesión de la imagen de santa María Magdalena, patrona de Atrani, que los liberó de los mercenarios. En el siglo XVII se vio asolada por la peste negra y sus iglesias sirvieron como cementerios.

Qué ver en Atrani

La iglesia colegiata de Santa María Magdalena

Iglesia de Santa María Magdalena

Esta es una bonita iglesia fundada en 1274, aunque después sufrió varias reformas, como es el caso de su fachada barroca. Su construcción fue un regalo de la población a su patrona por haberlos liberado de los mercenarios a las órdenes de la familia Manfredi.

La iglesia de San Salvador de Birecto

Se trata de una de las iglesias más antiguas de Atrani, aunque presente una imagen neoclásica. Data del siglo X y su construcción se llevó a cabo en el lugar en el que se realizaban los nombramientos de las autoridades de la ciudad. En su interior todo es bello, pero destaca un plúteo del siglo XI. Este es de mármol y sirvió de parapeto, pretil o antepecho.

La Piazzeta

Calle de Atrani

Es la plaza de la ciudad, el corazón de Atrani. Se trata del lugar en el que se desarrolla la vida de esta pequeña localidad italiana. Allí encontrarás los principales servicios y los mejores bares y restaurantes. Sentarse en alguna de sus terrazas te permitirá contemplar el ritmo de la vida de la población a los pies de la escalinata de la iglesia del Salvador.

El paisaje de Atrani

La impresionante vista de Atrani también es digna de admirar, pues se encuentra encaramada en un rocoso acantilado, justo en la salida del valle del Dragón y muy pegada a la línea de costa. Sus calles, callejones, escalinatas, arcos y casas parecen volcarse hacia el mar. Mientras, la altura y ligereza de sus campanarios contrastan con la dureza de la roca de los desfiladeros.

La playa de Atrani

Playa de Atrani

Por supuesto, no te puedes perder su pequeña playa. Se encuentra situada en la parte baja de la ciudad y para llegar a ella tendrás que descender unos cuantos escalones. Sus dimensiones son bastante pequeñas, pero su arena es fina y podrás bañarte en las aguas cálidas del Mediterráneo.

Sus cuevas históricas

Destacan la Grotta dei Santi y la cueva de Masaniello. En la primera podrás contemplar unas preciosas pinturas de estilo bizantino que tienen como protagonistas a los cuatro Evangelistas y a san Jorge. Mientras, en la segunda disfrutarás del lugar en el que Masaniello, un pescador que se rebeló contra la Corona española, se refugió hacia mediados del siglo XVII. Las 500 escaleras que tendrás que subir merecen la pena.