La aldea de El Rocío, un lugar de peregrinación en Huelva

El Rocío es uno de los lugares marianos de mayor devoción en España. Pero también es un enclave único en el que disfrutar de las maravillas de la naturaleza.
La aldea de El Rocío, un lugar de peregrinación en Huelva
Cristina Moreno

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 24 diciembre, 2019

El Rocío es una aldea de peregrinación situada en el municipio de Almonte, en la provincia de Huelva. Se trata de un pequeño pueblo de casas blancas y calles de albero en el que se encuentra el santuario de la Virgen del Rocío. En este templo se custodia una pequeña talla objeto de devoción y a él acuden miles y miles de peregrinos en la famosa romería del Rocío.

La aldea se encuentra en un entorno natural espectacular. Está rodeada de marismas en las que aves y caballos salvajes campan en libertad. Además, se encuentra a escasos kilómetros de la playa de Matalascañas, una de las más famosas de Huelva y un espacio único en el que pasear.

Qué ver en la aldea de El Rocío

Pasear por las calles de la aldea ya es una maravilla. Sus casas blancas son una perfecta muestra de la arquitectura popular andaluza. Sus plazas, las marismas y el santuario son un reclamo permanente a lo largo de todo el año. Y cuenta con restaurantes donde degustar lo mejor de la gastronomía andaluza. Pero de todo ello, te aconsejamos que no te pierdas los siguientes lugares.

La ermita de la Virgen del Rocío

Romería del Rocío

La ermita de la Virgen del Rocío es un impresionante templo blanco de estilo barroco andaluz. Destaca por la gran venera o concha que se encuentra en su fachada y que es un símbolo referente a la Virgen.

En su interior destaca la opulencia de los retablos de estilo rococó en dorado, especialmente la del que se ubica en el altar mayor. Allí se encuentra la Blanca Paloma, como sus devotos la llaman. Es una pequeña talla del siglo XIII de estilo gótico que ha sufrido varias transformaciones para convertirla en imagen de vestir.

Por ella, la aldea de El Rocío pasa de tener apenas unos 1500 habitantes a concentrar a casi un millón de personas. El motivo son las cientos de cofradías que salen de todos los puntos del país para hacer la romería del Rocío.

Los peregrinos sortean ríos, caminos rurales, lagunas y carreteras para llegar el fin de semana del lunes de Pentecostés a la aldea. Tras ello, la tradición manda ‘saltar la reja’ para sacar en andas a la Virgen y procesionar con ella por toda la aldea.

Son cuatro los caminos tradicionales que estas hermandades recorren: el camino sevillano; el camino de Sanlúcar de Barrameda, que recorre todo el Parque Nacional de Doñana; el camino de Moguer, que parte de Huelva; y el camino de los Llanos, que viene desde Almonte.

El paseo marismeño

Aldea del Rocío

Justo en el lateral de la ermita de la Virgen del Rocío existe una zona de marismas que forman parte del Parque Nacional de Doñana. Es un espacio llamado el charco de la Boca y en el que se pueden contemplar aves y caballos en libertad.

Este se forma gracias al arroyo de la Rocina y mantiene agua durante todo el año, algo de vital importancia para la fauna que allí se encuentra. Podrás ver diversos tipos de patos, cigüeñas, garzas, abubillas y un largo etcétera. Además, por dicho paraje transcurre un sendero que te llevará por diversos paisajes de una belleza impresionante.

El puente del Ajolí o del Rey

Es un puente de gran importancia para la romería, pues por él pasan las cofradías camino de la aldea. Era un puente de madera que cruzaba el arroyo de Santa María. Tras la riada de 2003 se levantó un puente de acero con suelo de madera en el que se encuentran grabados los nombres de las hermandades que viajan cientos de kilómetros para rendir homenaje a la Virgen del Rocío.

Fiestas en la aldea de El Rocío

Como ya hemos comentado, la aldea de El Rocío es el centro de peregrinación de miles de personas que viajan hasta allí para rendir homenaje a la Virgen. Pero este lugar es también sede de otra preciosa celebración, la llamada ‘Saca de yeguas’, que tiene lugar el 26 de junio.

Se trata de una tradición que proviene de antes del siglo XVI y que consiste en juntar a todas las yeguas que viven en las marismas, frente a la aldea de El Rocío. El objetivo es que sean bendecidas antes de llegar a Almonte.