7 pueblos magníficos de Francia
Francia es mucho más que París. No nos cansamos de decirlo. Sin embargo todavía miles de personas relacionan al país con su capital y nada más. Por ello queremos hacer una ruta fantástica por 7 pueblos maravillosos de Francia que no puedes perderte, si quieres, una vez que hayas visitado la capital. ¡Aquí te los presentamos!
¿Qué pueblos de Francia vale la pena conocer?
Si no te gustan las aglomeraciones de personas, las interminables filas para entrar en un museo o ir de aquí para allá en tus viajes; si ya has viajado a París o si quieres disfrutar de unas largas vacaciones en Francia, te recomendamos que conozcas al menos uno de los siguientes pueblos, ¡realmente son encantadores!
1. Locronan (Bretaña)
Prepara tu ropa de ejercicio y unas buenas zapatillas… porque este pueblo es completamente peatonal. Está considerado como uno de los más bellos de Francia… y con toda la razón. Las casas están hechas con granito y los tejados son de color negro.
No viven más de mil personas en Locronan y su patrimonio arquitectónico es asombroso (y está muy bien conservado). El origen del pueblo se remonta al siglo XIII, aunque su mejor época fue en el siglo XV debido a su industria de tejido de velas para barcos.
2. Beynac-et-Cazenac (Dordoña)
Otro de los pueblos que llevan el sello de calidad “les plus beaux villages de France” y que lleva su nombre por la unificación de dos comunas: Beynac y Cazenac. Está ubicado en la ribera del río Dordoña alrededor del castillo de Beynac, construido en el siglo XII. Esta construcción medieval austera en la cumbre de un acantilado calcáreo a 150 metros es lo más imponente del pueblo. En este castillo se filmaron varias películas, entre ellas Juana de Arco.
3. Les Baux de Provence (Provenza)
Es un pueblo fortificado prácticamente colgado en un espolón rocoso de piedra caliza (conocida como Baou). Es uno de los más visitados de Francia, sus calles estrechas y adoquinadas, por supuesto peatonales, son realmente fascinantes. En tu paseo visitarás casas antiguas, un castillo en ruinas (erigido en el siglo X y semidestruido desde 1663) y muy buenos restaurantes. Cerca de allí está la ciudad de Arlés.
4. Barfleur (Baja Normandía)
Pintoresco y auténtico, este pequeño poblado de solo 700 habitantes está al norte del país y tiene una superficie de sólo 0,6 km². Se trata de un puerto de pesca de importancia histórica, ya que era usado desde la Edad Media por el reino anglo-normando. No puedes dejar de degustar los famosos mejillones.
“No hay viaje que no te cambie algo.”
-David Mitchell-
5. Riquewhir (Alsacia)
Comuna francesa en el Alto Rhin de belleza sin igual. Es uno de los distinguidos por su enorme belleza. Además, está dentro de la llamada “Ruta del vino de Alsacia” (donde no sabrás qué pueblo elegir). Sus murallas medievales, su laberinto de calles con subidas, sus casas de entramado de madera y sus patios ocultos forman un conjunto excepcional.
6. La Roque-Gageac (Dordoña)
Esta localidad francesa se ubica al pie de un acantilado y a orillas del río Dordoña. Su clima mediterráneo y la calma de su día a día lo convierten en un destino perfecto para un fin de semana en pareja.
No se sabe a ciencia cierta cuál fue el origen de La Roque-Gageac, porque hay vestigios desde la época prehistórica. Durante la Edad Media el pueblo vivía del puerto pesquero. Fue reconstruida en 1957 tras un desprendimiento de roca que destruyó varias casas.
7. Eguisheim (Alsacia)
Si estás pensando en un plan diferente para las Navidades, puedes tener en mente este pueblo francés del Alto Rhin. Las casas, torres y fuentes lo convierten en un paisaje de cuento de hadas ideal para las fiestas de diciembre. No dudes en seguir el Camino de Ronda, bien marcado con flechas para recorrer entre calles adoquinadas sus casas de gran riqueza arquitectónica (incluyendo miradores, balcones, entramados y aguilones).
Por supuesto que solo 7 pueblos son muy pocos, pero tienes algo con qué empezar. Una vez que los visites puedes buscar nuevas alternativas, una más bonita que la otra, sin dudas.