7 consejos muy útiles si eres mujer y viajas sola
Sí, estamos en pleno siglo XXI, la mujer está empoderada y es independiente. Cada vez hay menos límites y más oportunidades. Sin embargo, si eres mujer y viajas sola, es importante que tomes algunas precauciones. No se trata de llenarte de miedos, sino de ser inteligente y precavida.
Desafortunadamente, los avances sociales y tecnológicos no impiden que haya ladrones en muchos sitios. Y una mujer sola, en un sitio extraño, es para ellos una víctima potencial, relativamente fácil.
También hay hombres que no se han enterado de las transformaciones del mundo y querrán imponerse a una mujer que está sola. Esto es especialmente evidente en algunos países.
No siempre se puede contar con las autoridades locales. Por eso, es bueno que si viajas sola entiendas que, básicamente, vas por tu cuenta. Es altamente probable que no tengas ningún inconveniente, pero nunca sobra que estés preparada por si se presenta una situación desagradable. Toma en cuenta estos consejos.
1. Si viajas sola, infórmate muy bien
Recuerda: vas por tu cuenta. No te conformes con una guía de viaje estandarizada, especialmente si te diriges a un destino que conoces poco. Investiga un poco más. Infórmate sobre las costumbres locales y sobre los lugares peligrosos. Busca consejo de otros viajeros y anota los datos relevantes asociados a algún riesgo.
2. Planifica bien el tema del transporte
Hay lugares y lugares. En algunos sitios el transporte es muy escaso. De este modo, si pierdes el autobús, el tren o el avión tendrías que quedarte varios días en el mismo lugar. Esto podría alterar tus planes significativamente.
En esos casos, ten siempre a mano un “plan B”. Quizás tengas que dirigirte a un destino intermedio o emplear otro medio de transporte. Que esto no te tome por sorpresa.
3. Desconfía de los seductores si viajas sola
Por regla general, no es buena idea ligar si viajas sola. Seguro que puedes conocer a mucha gente agradable, pero no te apresures. En particular, desconfía de los hombres o mujeres que se acercan a ti con un interés repentino y en plan de coqueteo.
Esto se aplica especialmente si ocurre en un bar o un sitio de diversión. Si alguien se te acerca con la intención de simpatizar, pídele sus datos y dale tiempo al tiempo.
4. Ante alguna anomalía, dedica un tiempo a pensar
Ocurre que muchas veces se impone las ley de Murphy. Por ejemplo, tenías todo listo para hacer una excursión en un autobús con otros 20 pasajeros y de repente te recogen en un coche. No hay más que otro par de pasajeros. Es una de esas situaciones súbitas que te ponen en un dilema.
Te dicen que no hay problema y quizás aceptas fácilmente. Mejor que no. Frente a este tipo de situaciones súbitas que modifican algo, tómate unos minutos para pensar. Analiza la situación y no hagas cambios repentinos si ves que no es completamente seguro.
5. Fortalece tu carácter y no temas ser poco amable
Si viajas sola, vas a tener una gran oportunidad para reafirmarte. Pero debes estar dispuesta a decir “no”y a hacer respetar tu criterio, llegado el caso. Recuerda que tú vales mucho y que puedes estar equivocada, pero siempre tienes que actuar de acuerdo a lo que sientes, piensas y crees.
Una actitud firme y decidida te protege más de lo que piensas.
6. Elige bien los asientos
En un avión hay mucho control porque se trata de un espacio pequeño y muy estandarizado. No ocurre lo mismo en un autobús o un tren. Así que, si viajas sola, lo mejor es que elijas un asiento que esté cerca de la salida, que puedas compartir con otra chica o que sea muy visible en todo caso.
Escoger los rincones apartados no es buena idea. Tampoco los dormitorios compartidos de trenes, en los que vas sola. Mejor paga un compartimento privado o trasládate a otro en el que haya familias.
7. Si viajas sola, no bebas y gasta un poco más
La embriaguez te pone en un estado de mayor vulnerabilidad. No puedes reaccionar a la misma velocidad y también eres menos consciente de las consecuencias de tus actos. Emborracharte es una mala decisión si viajas sola. Una cerveza o una copa no suponen un problema, pero varias sí.
Cuando viajas sola, la seguridad es una prioridad. Hay situaciones en las que merece la pena gastar algo más. Por ejemplo, en lugar de caminar por sitios desolados en la noche, mejor toma un taxi. Y no te alojes en el lugar más barato de la zona, ya que podría no ofrecer suficientes garantías. No ahorres en tu autocuidado.