6 pueblos de Italia realmente bonitos
En este listado solo vamos a nombrar 6 localidades italianas por motivos de espacio, pero podrían aparecer unas cuantas más, siempre realmente fascinantes. Tal vez lo hagamos más adelante en otros artículos, mientras tanto vamos a mostraros un abanico de pueblos de Italia ciertamente encantadores y repartidos por todo el país, desde los Alpes hasta la punta de la bota, e incluso en las islas.
Pueblos de Italia inolvidables
1. Varenna
Los grandes lagos italianos ofrecen pueblos realmente hermosos como Bellagio o Sirmione, pero aquí hemos optado por Varenna. Una población a orillas del lago Como que os dejará sin palabras por su elegancia, su colorido y su excepcional relación con el lago.
De hecho ese es uno de los grandes atractivos para los viajeros que llegan hasta Varenna: poder ver su arquitectura palaciega, caminar por un sendero en el bosque y después navegar en velero. Un lujo, nunca mejor dicho, en uno de los pueblos de Italia más encantadores.
2. Camogli
Ya es difícil elegir un solo pueblo en la costa de Liguria, una zona de litoral privilegiada en la que se descubren lugares como Vernazza o Portofino. Precisamente muy cerca de este último se encuentra nuestra elección: la población de Camogli.
De Camogli llama especialmente la atención su playa de arena negra, una playa bañada por un mar que aquí parece una piscina. Una idea para todo aquel que tenga la fortuna de llegar hasta este lugar: tomárselo con mucha calma. Aquí las actividades imprescindibles son tumbarse al sol, darse algún baño, pasear hasta el puerto pesquero y disfrutar con la gastronomía local a base de pescado y marisco.
3. Pitigliano
En la región de la Toscana hay muchos más lugares que visitar además de Florencia, Pisa o Siena. Hay otros sitios distintos, encantadores e inolvidables como puede ser el pueblo de Pitigliano. Un sitio que enamora ya antes de llegar, porque una de sus estampas más típicas es la vista de conjunto que ofrece al aproximarnos por carretera.
Y es que el pueblo parece emerger de la tierra y elevarse sobre un gigantesco bloque de roca volcánica. Casas y murallas parecen una continuación excelentemente mimetizada de la propia roca.
Pero no solo hay que ver la población desde la carretera, hay que entrar en ella y así descubrir que aquí se conserva todavía su antigua judería, una de las pocas de Toscana.
4. Positano
En las proximidades de Nápoles, en la región de Campania, está una de las zonas costeras más visitadas históricamente en el país: la Costa Amalfitana. En toda esa franja de litoral abundan los lugares hermosos, pero de entre todos ellos destaca Positano, aunque solo sea porque haya sido motivo de inspiración para artistas de la talla del cineasta Vittorio de Sica.
Su laberinto de calles, su playa, su emplazamiento sobre una roca natural, saborear los tradicionales limoncellos o sencillamente pasear es suficiente. Pero si te parece poco, puedes llegar hasta tres islas que hay frente a Positano. Son las islas de las Sirenas. Se dice que allí viven estos seres mitológicos que con su canto te atrapan para siempre. No sabemos si allí hay sirenas, pero seguro que Positano te dejará encantado.
“Todo es dulce y suave… Y tiene el color de las cosas de Italia.”
-Hnry James-
5. Matera
Ya hemos llegado al sur de la Península Itálica. También aquí tendríamos otros destinos interesantes, pero en este caso hemos optado la singularidad de Matera, en la región de Puglia, lo que para ubicarnos viene a ser el tacón de la bota italiana.
Matera es un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, entre otras cosas por su famosísimos “sassi”, unas cuevas excavadas en la roca del terreno que han sido las viviendas tradicionales durante siglos, y que ahora están en muchos casos acondicionadas para convertirse en tu alojamiento.
6. Castelsardo
Y vamos a acabar en uno los los pueblos de Italia más increíbles situados en una isla, en este caso Castelsardo en Cerdeña. Bien podríamos haber optado por Capri o por la famosísima localidad de Taormina en Sicilia, entonces, ¿por qué Castelsardo? Por su emplazamiento sobre las aguas mediterráneas.
Una ubicación privilegiada para colocar ese castillo, que fue ocupado por gentes llegadas de fuera, desde aragoneses hasta genoveses o austriacos. No es de extrañar que todos ellos quisieran establecerse en este lugar mágico, donde la arquitectura popular compite en belleza con sus monumentos, gracias a que son unas fachadas de lo más colorido.