6 claves para disfrutar de tu primer viaje en solitario
Los expertos aconsejan que, al menos una vez en tu vida, te animes a emprender un viaje en solitario. Lo dicen porque viajar de este modo tiene un encanto muy especial, que no se alcanza de otra manera. A veces tienes que estar tú solo con el mundo para descubrir y descubrirte.
Un viaje en solitario no se hace necesariamente para probarnos de qué somos capaces. Es algo más profundo. Aunque vas a tener ocasión de ponerte a prueba en muchas circunstancias, lo más importante es que al viajar solo, sí o sí, vas a convivir contigo mismo, con especial intensidad.
Nadie es el mismo después de un viaje. Sin embargo, esto es mucho más evidente cuando se hace un viaje en solitario. Vas a verte a ti mismo y al mundo con otros ojos. También regresarás sintiéndote más fuerte y genuino. ¿Cómo afrontar ese primer viaje sin más compañía que tú mismo? Aquí hay algunos consejos que pueden servirte.
1. Un viaje en solitario se planifica con la mano en el corazón
El consejo es un poco reiterativo, pero nunca está de más insistir en ello: siempre hay que planificar bien el viaje. Ahora bien, si vas a hacer un viaje en solitario, es importante que valores tus verdaderos gustos, habilidades y necesidades.
No pienses que debes ir a donde todo el mundo va. Tampoco tomes a la ligera lo que significa estar solo en uno u otro destino. Es la oportunidad para que hagas un viaje tal y como prefieres hacerlo, sin tener que consultar con nadie ni adaptarte a los gustos de nadie. Al planear tu viaje en solitario, comienzas a conocerte un poco mejor.
2. ¿Sabes cómo vas a moverte?
Uno de los datos importantes es el del funcionamiento del transporte en tu lugar de destino. La movilidad local es uno de los aspectos en los que los turistas pueden gastar una buena suma de dinero innecesariamente.
Aunque puedes moverte todo el tiempo en taxi, esto podría resultar inútil y, por supuesto, caro. De hecho, hay sitios en los que el transporte en autobús o en metro es mucho más funcional que en taxi. Por eso, saber cómo es el transporte en tu destino es una garantía para ahorrar dinero y tener más libertad.
3. La seguridad es clave en un viaje en solitario
Un viaje en solitario, obviamente, implica una mayor dosis de riesgo. Está claro que los maleantes tienen mejores oportunidades de cumplir sus objetivos con alguien que está solo y en un lugar que no conoce. Sin embargo, incluso en los sitios peligrosos hay formas de neutralizar esos riesgos.
Identifica los focos de inseguridad, tanto investigando por Internet como preguntándole a los locales cuando llegues. No vayas a esos lugares si no es estrictamente necesario. Permanece atento, especialmente en las terminales de transporte y los sitios muy concurridos.
Confía en tu intuición. Si sientes que algo anda mal, vete de allí.
4. Elige bien el hospedaje
Tu primer viaje en solitario no es la ocasión idónea para que te propongas ahorrar al máximo en alojamiento. No se trata de que tengas que elegir hoteles de cinco estrellas para quedarte, sino de que escojas muy bien el lugar donde pasarás la noche.
Si es posible, elige un alojamiento que tenga tradición y muchos comentarios positivos de otros viajeros. Busca que se ubique en una zona segura y te permita acceder fácilmente al transporte y los sitios de interés. Los buenos hostales tienen la ventaja de que facilitan la interacción entre los huéspedes.
5. Lleva lo necesario
Este es otro de esos consejos que encuentras en todas partes, pero que también es necesario reiterar. A veces, las maletas se vuelven un problema, pero esta molestia se multiplica por diez cuando haces un viaje en solitario.
Lo ideal es que lleves una mochila o una maleta pequeña, o quizás un bolso de mano. Cuando viajamos solos tendemos a ser demasiado previsores y es posible que intentemos guardar en las maletas todo lo necesario para las más absurdas circunstancias. Evita eso. Simplemente, lleva lo necesario.
6. El mejor consejo: disfruta
Es obvio que tu primer viaje en solitario va a generarte tensiones. Habrá momentos en los que sientas temor, especialmente antes de comenzar tu travesía. Es normal que esto ocurra y no es motivo para que dudes de ti mismo. Al contrario, aprovecha el miedo para planificarlo todo con mayor detalle.
Verás que, una vez cruces el umbral de la partida, los miedos comienzan a disiparse. Aparecerán de nuevo, pero no les prestes mucha atención. Cada vez que te sientas nervioso, respira profundamente y anímate. Enfócate en disfrutar al máximo esta nueva experiencia que te da la vida.
- Araújo, G., & de Sevilha, M. (2017). Los viajeros y sus motivaciones. Un estudio exploratorio sobre quienes aman viajar. Estudios y perspectivas en turismo. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/1807/180749182004.pdf